CAP 4 ●

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Antes de su llegada

Rosse Leviett

M

e desperté con el sonido insoportable de mi teléfono y al levantarlo observé cómo la pantalla estaba iluminada por con la invitación a una videollamada grupal.


Un día estaba reprendiendo a Justin y al otro me estaban llamando tres.

– Eso de no dejar dormir como que se pega  – mi voz salió en un susurro, marchitada y rasposa. Supongo que llorar tanto me paso factura.

Porque no voy a mentir , mi almohada aún estaba húmeda debido a todas las lágrimas que la inundaron anoche.

 —  Rosse ¿Viste como tienes los ojos ?   –un horrorizado Justin me saludaba en una esquina de la pantalla con una mascarilla de algo gris – no me digas que te pasaste la noche llorando.

 – Pues no , para nada  – murmuré con sarcasmo — En realidad terminé así de tanto gritarles aller que dejaran mi pobre armario en su lugar – Agarre mi garganta mientras tosia , no era del todo mentira.

   
 — Lo sentimos mucho Ross – hablaron  las gemelas al unísono – pero tus atuendos en este momento resultan deprimentes  y si no nos permites ayudarte  recurriremos a eso.

¿A que se referían con eso? .

Mi nivel de confusión pareció ser evidente y los tres sonrieron a la pantalla.

— ¿Qué cosa es eso? – pregunté entrecerrado los ojos a la pantalla.

—Pues que cosa más será, ir de compras Ross – mencionó Justin – no pongas esa cara , no es el fin del mundo

–Acabo de terminar mi relación de casi un año Justin – aclaré por si aún no lo habían entendido – lo menos que quiero es ir de compras , quiero quedarme en la cama comiendo como toda una obsesa y sumergirme en mi depresión.

–Por favor Rosse – habló Ashley – sabes que no dejaremos que eso pase , lo hablamos anoche ¿Lo recuerdas?

La noche anterior

— ¿Y bien que haremos con el nuevo cambio de look de Rose ? Dado que Justin no estaba presente cuando se habló es necesario  volver a tocar el tema. – Ash estaba sentada en mi bola-sillón celeste con las piernas estiradas. Parecía una reina hablándole a sus súbditos. — Esta demás decir que ella, necesita rehacer su vida.


  — Eso es seguro , pero explícame bien tu punto – dice Justin metido de a lleno en el asunto.

 — Creemos que Ross tiene que sacar todo su potencial. Es hermosa pero sin embargo un imbécil sin gota de cerebro la traición – explicó –Debemos mostrarle a todos que Marcos nunca se mereció lo que tenía y además conseguirle un novio en consecuencia  –anuncia  y a Justin se le dibuja una sonrisa amplia en la cara.

— Si supieran que nunca estuve de acuerdo con el enamoramiento de Ross con ese imbécil y que en más de una ocasión quise decirle que ella estaba conmigo sólo para que se dejaran – mi mirada colisionó con la de él  y se encogió de hombros. Como diciendo que el nunca se arrepintió de pensarlo — Claro está que no lo hice porque Ross estaba muy implicada con él. Pero estoy completamente de acuerdo con ustedes.

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