Silence.[JungHope]

Amable.

Su rutina ya estaba planeada desde hace una semana.

Personas extranjeras y desconocidas para él eran quienes los visitan.

Las únicas cosas que tenía que hacer Hoseok eran simples e incluso JungKook cada vez se molestaba menos con él debido a que las cosas iban de maravilla. Solo era lucir amable con la gente y ser amable, cose que no le costaba mucho pues su personalidad y carácter eran de una persona muy frágil y bondadosa.

Cada vez las visitas iban incrementando y algunas se hospedaba en el castillo como bienvenida al reino de ellos y hoy no era la excepción.

Un rey que un lugar algo lejano pero muy poderoso los visitaría.

—¿Recordaste que cosas hacer?— JungKook pregunto con algo de mal genio. —Este rey es algo molesto así que si te insulta o te dice algo solo déjalo pasar, si haces algo malo ya sabes lo que pasará.

Hoseok asintio y comenzó a mirar su vestuario, tal como la reina Mizuno había dicho, telas demasiado caras y muy hermosas le habían sido enviadas específicamente para él, gracias a esas telas pudo hacer trajes mucho mejor de los que tenía y perfectos para su puesto como rey, eso solo hizo molestar a JungKook pero lo dejo pasar, pues aunque lo negara, ahora sí se veía como un rey digno de su puesto.

—¿De nuevo tengo que salir con la esposa de ese rey? Si es así podría mostrar los mismos lugares que siempre, cada una de las reinas y reyes les gusta.

—No esta vez será diferente, este rey está soltero así que ambos trataremos con él.— su mirada de dirigió a su ventana. —Solo espero que ese idiota no venga a buscar una reina aquí, lo último que quiero es un problema de esa magnitud.

—Tratare de hacer bien mi trabajo.— JungKook al escuchar eso alzo una ceja algo inseguro en las palabras de Hoseok.

Paso un rato y ellos dos de encontraban en la puerta de su castillo, Hoseok estaba nervioso, por lo general solo pasaba el día con las parejas de los reyes y después volvía teniendo nuevos amigos, pero ahora era diferente, no tenía con quién pasar el día, en lugar de eso no sabía que haría.

La puerta fue abierta dejando ver a un joven algo pálido y alto.

—Rey JungKook, es un honor al fin poder venir a su reino, tenía tantas ganas de conocerlo a usted y a su esposo.— el joven se acercó más a la pareja. —Hay demasiados rumores sobre este lugar que me emocionaba mucho poder verlos con mis propios ojos.

—Rey Min Yoongi, es un placer tenerlo aquí, espero que esos rumores sean buenos y no estúpidos.— dijo fingiendo una sonrisa.

—Por supuesto que sí, usted mejor que nadie sabe que nada malo pasa aquí.— el joven tomo la mano de JungKook estrechandola acercándose a su oreja fingiendo un abrazo. —Ha no ser que usted sea aquí el monstruo que gobierna este inmenso reino, no lo sé, los rumores siempre tienen algo de verdad, por algo son creados, ¿No cree?

Ambos se separaron del abrazo y fingieron una sonrisa con sus manos aún estrechadas, la mirada que ambos se daban era de alguien que mataría al otro sin dudarlo, pero Hoseok estaba tan distraído que no se dió cuenta e interrumpió ese momento peligroso.

—Es un placer, soy el rey Hoseok.— ambos lo miraron, JungKook mirándolo de una manera que lo hacía temer y Yoongi mostrando una sonrisa algo coqueta.

—El placer es mío rey Hoseok, escuché tantas cosas sobre tu esposo JungKook, todos decían que era un doncell muy bello, ahora veo que es cierto cada una de esas cosas, eres un afortunado al casarte con él.

—Gracias por los halagos pero no creo que sea prudente que le digas eso una persona que está casada y más si tú no lo estás.

—No te enfades conmigo, tu esposo es lindo y solo le estoy diciendo la verdad.— dijo sonriendo a ambos.

El ambiente se sentía muy incómodo y tenso, Hoseok comenzaba a ponerse más nervioso e incluso si tuviera el valor y coraje de hacerlo, golpearía a JungKook para hacerle saber que es él quien estaba arruinando la visita.

—¿Por qué no nos acompaña a mostrarle su habitación? Escuché que se quedara un tiempo ya que es un viaje algo largo, si es así por favor acompañenos.— Yoongi lo miro y sonrió.

—Es muy amable de su parte, gracias, yo lo sigo.

Hoseok tomo la mano de JungKook haciéndolo mirarlo algo molesto para luego ver frente a él, apretando su mano algo fuerte JungKook comenzó a caminar algo rápido, estaba molesto y la única forma de desquitarse era con alguien, o mejor dicho con Hoseok.

Llegaron a una puerta algo grande, la abrieron y dejaron ver una linda habitación espaciosa, todos entraron y Yoongi comenzó a mirar por toda la habitación.

—Sera mejor que lo dejemos instalarse, si necesita ayuda puede decirme a mí o mi criada, con gusto lo atenderemos, nos vemos a la hora de la cena.— dijo Hoseok y salió junto con JungKook de la habitación.

—L-Lo siento por tomar su mano, tenía que hacer algo, se notaban molestos ambos.

—Eso no importa ahora, pero dime, ¿Tanto ya olvidaste a tu antigüo prometido que ahora coqueteas con otro rey?— Hoseok se sorprendió por lo que escucho, temblando un poco por el tono que uso JungKook.

—N-No eso no es verdad, solo fui amable con él.

—¿De verdad? Bueno, aún si estuvieras coqueteando con él me quitarás un peso de encima si te largas de aquí.— Hoseok bajo la mirada algo triste, ya no era una sorpresa como JungKook lo menospreciaba pero aún así dolía y mucho.

—S-Si me quiere lejos tanto como lo dice... Solo d-dejeme irme con mis padres, usted jamás me volvería a ver.

—Creeme que es lo que más anhelo Hoseok, pero en este momento eres útil en el reino y yo no puedo desaprovechar eso.

JungKook se fue dejando a Hoseok con un dolor en su pecho y lágrimas corriendo por sus mejillas, ese dolor al escuchar palabras hacia ti mencionando lo inútil que eres y ser menospreciado duelen y mucho y ahora Hoseok sentía cada una de ellas y cada vez se convencía a si mismo de que JungKook tal vez tenía razón.

Tal vez él si era un inútil que no sabía hacer nada, si poca experiencia en cualquier ámbito lo hacían ser así y su personalidad tan infantil y miedosa le afectaban, por eso era un inútil como mencionaba JungKook.

Alguien lo tomo del brazo asustandolo, miro a su lado mirando a Lia sonreírle con algo de tristeza, él la abrazo y ambos caminaron a su habitación, al menos alguien lo consolaba en ese momentos.

-J⁷