Silence.[JungHope]

Especial: San Valentín 2/2.

Después de ese día que parecía no volver a ver al rey una sorpresa fue lo que lo recibió.

Cuando sus heridas sanaron y regreso a la escuela con temor, JungKook cumplió su promesa, aquellos chicos no aparecieron por la escuela y nadie sabía bien la razón.

Pero Hoseok sintió su corazón en paz y ese día pudo ser una persona libre y actuar como le gustaba.

Cuando llego a su casa otra sorpresa fue lo que lo recibió, el rey estaba hablando con su madre y su padre, los tres sonriendo y riendo. Todos lo vieron con algo de sorpresa y JungKook sonrió en grande al ver al joven al que tanto quería ver.

Y así cada día era costumbre ver al rey en casa de Hoseok con la excusa de saber la condición del menor.

JungKook era tan obvio ante las actitudes con el menor, sus miradas hacía él, los gestos que hacía cuando estaba cerca de él y las sonrisas que le regalaba cada vez que este sonreía. Y Hoseok no era la excepción, el cosquilleo en su estómago y su corazón acelerado era algo que le fascinaba cada vez que estaba cerca del mayor.

Los padres de Hoseok estaban al tanto de quién era la persona que visitaba cada dia sin falta a su hijo y aveces traía regalos algo caros.

Cómo la vez que llevo rosas cuando aún no era temporada, el rey las había llevado de otro país solo para Hoseok.

Cómo aquella vez cuando Hoseok por error tropezó y rasgo su camisa favorita, y JungKook le regaló varias telas finas para que vistiera con lo mejor.

Siempre rechazaba cada cosa pero el mayor era tan insistente que siempre terminaba aceptandolo.

Pero ese día era especial, JungKook había decidido mostrarle su castillo, confiaba mucho en Hoseok así que decidió mostrarle el lugar que más amaba.

Además que servía para la sorpresa que tenía preparada.

—Su jardín es tan hermoso.

—Pero no tanto como tú Hoseok, con tu simple sonrisa logras opacar el brillo que da este jardín.— Hoseok se sonrojo mucho.

—Es una mentira que estoy dispuesto a aceptar, gracias.

—No es mentira, a tu lado estás rosas pierden su color y tú pareces brillar con tus mejillas color carmín.

JungKook tomo la mano de Hoseok, por fin había decidido decirle lo que tanto había pensado cada vez que lo veía.

—Hoseok...— su corazón latia como loco. —Nos conocimos hace cinco meses desde ese horrible incidente en aquel callejón y desde ese día donde cure tus heridas pensé que eras la persona más hermosa que había visto en el reino y lo sigo pensando, eres único y eso te hace especial.

—¿Pasa algo?— estaba algo preocupado.

—E decidido tráete aquí por una razón Hoseok... Me e dado cuenta de mis sentimientos por ti, estoy locamente enamorado de ti, de tu sonrisa, de tus ojos, de tu linda personalidad y de tu amable carácter y es por eso que quiero pedirte aquí que por favor aceptes mi amor y te conviertas en mi pareja.— tomo una pequeña rosa de aquel jardín y se la dió a Hoseok cuidando sus manos de las espinas.

El menor no decía nada y el silencio parecía ser eterno, un dolor cruzo por el pecho de JungKook al pensar que lo había rechazado, pero eso se fue en el instante que sintio los labios del contrario pegarse con los propios.

Hoseok lo había besado.

Con algo de torpeza y mucha felicidad correspondio el beso, fascinado por la sensación de besar al menor, quería seguir sintiendo esa sensación cada día.