Extraño.

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Sus manos sudaban y sus piernas temblaban, si no hacía algo pronto estaría acabado pero no sabía que hacer o mejor dicho él no podía hacer nada.

—¿Tardará mucho?— pregunto la chica a su lado.

—¿Que voy a hacer? El dijo que solo le hacía pasar vergüenzas al reino y a él, y si salgo así cuando esto termine me golpeara.— estaba asustado y era una muy buena razón para estarlo.

JungKook le había pedido que se vistiera lo más rápido posible, como su esposo tenía que acompañarlo a recibir a los invitados extranjeros, una tarea tan difícil para Hoseok.

No tenía ropa elegante que indicara que él era el esposo del rey, más bien parecía solo un pueblerino rico.

Ya tenía una advertencia y si volvía a molestar a JungKook lo mas seguro era que lo insultaria o lo golpearía por ofenderlo.

—No hay otra cosa Hoseok, tienes que salir así, no te preocupes yo te acompañaré con el rey, hablaré por ti.

—No, si haces eso tú saldrás herida, yo saldré y hablaré con él.

La chica lo miro por un momento y asintio, aveces Hoseok era muy terco con sus decisiones y si se oponía este se molestaba, incluso a Lia le daba algo de miedo cuando se molestaba, suerte que jamás se molestaba con ella.

Se arregló lo más que pudo, Lia lo ayudo a peinarse y se colocó las mejores ropas que tenía, pero de igual manera eso no era suficiente y ambos lo sabían.

Con un nudo en la garganta y sus manos sudando salió de la habitación, camino por esos largos pasillos hasta llegar a la habitación más grande, tocó la puerta y de escuchó un ruido haciendo que se asustara de inmediato.

—¿Te quedarás afuera todo el día? ¡Entra!

Abrió la puerta y entro algo asustado, siempre estaba asustado al lado de ese hombre.

—Lo siento si tarde pero...— bajo su mirada sintiéndose muy nervioso. —Buscaba lo mejor que tenía.

El rey levantó la mirada viendo fijamente al menor, este se veía muy triste y aterrado.

Luego poso su vista en su cuerpo, notando que aquella ropa no era la adecuada para la situación.

—¿De verdad esa es la mejor ropa que tenías? ¿Piensas que un rey puede vestir eso?

—De verdad lo siento es solo que no tengo otras cosas, esto es lo mejor que pude encontrar... Si usted prefiere puede llevar a su concubina y a mi dejarme en el palacio.

—¡¿Estas loco?! Creo que ya te explique lo suficiente como para que sigas sin entender. Ahora eres un rey, uno que no sirve para absolutamente nada.— Hoseok siguió con la mirada baja y con sus ojos amenazando con llorar. —Sera mejor que no llores, no quiero decir que mi esposo no pudo asistir porque no podia caminar y creeme que no será linda la forma en la que haré que dejes de mover los pies.

El menor asintio asustado, JungKook tomo su mano y entrelazó sus dedos, Hoseok levantó la vista aún asustado pero no dijo nada, Lia fue muy clara al decirle que siguiera el juego del rey si quería salir vivo de ahí.

Ambos caminaron hasta llegar a un carruaje, las puertas de este se abrieron dejando ver a una pareja muy sonriente, ellos eran los invitados extranjeros.

—Rey JungKook, por fin podemos vernos en persona, es un placer verlo finalmente.— estiró su mano en forma de saludo y JungKook también hizo lo mismo.

—Es un honor tenerlo aquí, me alegra mucho saber que por fin podemos ser aliados, creí que éramos como enemigos.

—Para nada es solo que ver qué por fin escogió a una pareja nos hizo ver qué por fin era un rey estable, así que quisimos verlo en persona, me alegra que nos haya recibido.

Hoseok solo de mantuvo callado, su mirada estaba fija en el suelo y el hombre se percató de eso.

—Oh pero supongo que este apuesto joven es su esposo.— el hombre sonrió y Hoseok levantó la vista, mirando lo apuesto que era y sonrojándose por la sonrisa que le regalaba. —Es un honor conocerlo al fin, soy el rey Tzuki.

—El honor es mío, soy— pareció pensar un poco su respuesta, realmente ni el sabía que era. —Soy el rey Hoseok.— dijo sonriendo hacía el hombre.

—Rey Hoseok le presento a mi esposa Mizuno.— la mujer le sonrió sonrojando de igual manera a Hoseok, era muy fácil hacerlo sonrojar.

—Es un placer por fin visitar este hermoso país.

—Eso en un halago realmente agradable viniendo de usted señorita Mizuno.— menciono JungKook. —Deberiamos entrar, podríamos conversar mejor y después mostrarles mejor el pueblo.

Todos entraron e incluso la tensión y miedo que sentía Hoseok se fue perdiendo, tal vez era porque iba acompañado y sabía que JungKook no le haría daño pero, aún así en cualquier momento podría apretar demasiado fuerte su mano y lastimarlo, siempre estaba alerta.

Todos se acomodaron en la mesa, sentándose cada pareja junta quedando enfrente de la otra.

—¿Porque no dejamos que nuestras parejas se vayan? El rey Hoseok podría mostrarle mejor el palacio y el reino a mi esposa y nosotros podremos hablar mejor sobre el comercio entre ambos países.

—Me aparece perfecto.— JungKook miro a Hoseok y este no le gusto para nada la mirada que le dió, daba incluso más miedo que cuando estaba enojado. —¿Podrías hacer eso por mi? Puedes pedirle a Lia que te acompañe, avisaré a los guardias que saldrás para que ambos estén seguros, asegúrate de no lastimarte.— JungKook tomo sus dos manos y beso cada una de ellas, haciendo temblar a Hoseok mucho.

Esto era peor incluso, no esperaba algo como eso, no estaba preparado para algo como eso así que no sabía que hacer, obvio todo era una mentira pero en ese momento luce tan real que incluso hizo sonrojar un poco a Hoseok.

El menor asintio y se levantó, JungKook tomo su mano y lo acompaño a la salida, cerrando un poco la puerta para que los invitados no los vieran.

—Escucha, no puedes arruinar esto, si llegas a hacer algo que enfade a esa mujer pagarás el precio, avisaré a los guardias que te acompañen seguro pensarás escapar si te dejo ir solo.— aquel sonrojo desaparecido por arte de magia, regresando a un miedo inexplicable

—¿P-Puedo llevar a Lia?

—¿La criada? Supongo que la tienes que llevar, sería algo muy idiota si dejo que vayan ustedes dos solos. Así que recuerda, no hagas nada malo o yo te haré algo malo a ti, ¿Entendiste?— Hoseok asintio y ambos abrieron la puerta para regresar con la pareja.

—Reina Mizuno, podemos irnos, tengo mucho que enseñarle.— la mujer sonrió y se puso de pie despidiéndose de su esposo con un beso en los labios.

—Nos vemos después.— el rey asintio y ambos salieron dejando solos a esos hombres.

—Bueno, tenemos mucho que hablar sobre el territorio comercial, ahora podremos hacer cosas que beneficiarán a ambos países.

—Por supuesto que sí pero antes quiero hacerle una pregunta.

—Por supuesto, ¿Cuál es?

—¿Por qué su rey se viste así? No quiero ofenderlo pero es muy bello sin embargo esa ropa no es digna de alguien como él.

JungKook se molestó por eso, Hoseok comenzaba a enfadarlo sin siquiera estar presente.

—Mi rey es algo sencillo, tiene todo a sus manos sin embargo él prefiere no mostrarlo ante los demás, es por eso que lo escogí como mi esposo, pero aún así gracias por halagar su belleza.

—Teniendo eso en cuenta es muy razonable, será un gran rey y ambos podrán crear un buen país, estoy seguro, es muy afortunado rey JungKook.

JungKook sonrió falsamente, bajo las manos escondiendolas bajo su ropa cerrando las manos convirtiendo en puños que mostraban su ira.

Hoseok tenía suerte de irse así JungKook tenía tiempo para bajar su enojo y no desquitarse con Hoseok.

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Hola, solo quería decirles que ya subí el primer capítulo de la otra historia la cual había dicho, solo que olvide decir que es YoonSeok.

Aún así espero la lean.

-J⁷

Silence.[JungHope]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora