Silence.[JungHope]

Fuerte.

Ambos caminas por las calles del pueblo, todos se inclinaban con solo la presencia de Hoseok y eso lo ponía triste.

Una cosa era segura, el anuncio sobre su matrimonio con el rey ya había sido enviado y todo el reino estaba enterado, era por eso que todos se reverenciaban ante él, jamás le gustó eso y ahora se sentía peor, él estaba en un puesto donde nadie quería estar.

—¿Podríamos detenernos a comprar algo? Quisiera llevar obsequios a alguien muy especial.

—Por supuesto que sí.

La mujer camino entusiasmada a un puesto de variedades, collares, anillos y otras cosas tejidas y muy hermosas se encontraba frente a ellos.

Comenzó a mirar cada una de las cosas, para finalizar comprando tres anillos, que aunque no eran tan lujosos, eran igual de lindos como si lo fueran.

—¿Es todo lo que comprara?

—Si, son para personas muy especiales, pero... Tenga, este es para usted.— la joven le dió un pequeño anillo azul a Hoseok. —Se que es algo tonto incluso mi regalo para usted pero espero este anillo pueda alegrar un poco su rostro, no se porque se nota triste pero espero eso pueda cambiar pronto.

Hoseok tomo el anillo, mirándolo como si fuera la joya más preciosa del mundo, tal vez era tonto pero era el mejor regalo que había tenido en mucho tiempo y eso nadie lo iba a cambiar.

—Jamas será algo tonto si es dado con una buena intención, muchas gracias por este regalo aunque yo no tengo uno para usted en este momento.

—No por favor, no lo hice con esa intención... Pero si quiere darme algo, una visita suya a mi reino sería espectacular, ese podría ser mi regalo... Su matrimonio aún es joven y por lo que se usted no viene de la nobleza, espero no le haya ofendido que supiera más de usted.— la mujer lo miro buscando respuesta, Hoseok la miro confundido y negó.

—Supongo que las noticias corren más rápido que un río, pero no, no me molesta, estoy acostumbrado a que las personas sepan más de mi de lo que me gustaría.

—Quiero decir, se nota que aún es muy joven, tanto de edad como en la familia real, es por eso que presiento que aún no tiene ningún aliado ni amigos de otros países, es por eso que le hago esta invitación, si algún día tiene algún problema me tiene como aliada.

—Muchas gracias, ¿Entonces ahora es una amiga?

—Amiga de usted no de esta nación, de eso se encarga mi esposo, si él decide que el comercio entre países es bueno sería aún mejor, así este país me daría dos cosas.

—¿Cuáles?— Hoseok ante la situación se veía muy curioso.

—Un amigo y mercancía para mi pueblo.— la mujer lo miro sonriéndole, se veía sincera así que Hoseok le regreso la sonrisa. —Por cierto, espero no ofenderlo pero... ¿Acostumbra a vestir así? No quiero sonar grosera pero, su traje se ve muy gastado a comparación del que usa el rey.

Hoseok bajo la vista mirando su ropa, era cierto, vestía muy mal a comparación del rey, pero no era su culpa, JungKook no le daba más prendas y suponía que jamás lo haría, se vestía lo mejor que podía y aún así se veía mal.

—Es solo que así deseo vestirme, usted misma lo dijo, aún no e pasado mucho tiempo en la familia real y yo no soy de la nobleza, no me gustan esas prendas caras porque no me gustaría dañarlas con mi torpeza, espero no la haya ofendido por mi vestimenta.

—Para nada, es solo que aunque comprendo lo que quiere decir, su rostro no resalta con esas prendas. Si todo sale bien entre las líneas comerciales, prometo enviarle telas de mi reino, será un regalo que podrá usar las veces que quiera y no tenga que preocuparse por arruinarlas.

El menor levantó la vista sonriendo, quería llorar y agradecer a la mujer frente a él pero si hacía eso arruinaría todo y JungKook se molestaría con él, pero cada vez que alguien le hablaba sin amenazarlo o sin golpearlo o decirle cosas hirientes, sentía una poca de esperanza, muy en el fondo creía que si había personas así, aún podía salir de ese lugar.

—¿Por qué no regresamos? Es hora de la cena y estoy seguro que nuestros esposos estarán ansiosos de saber cómo resultó esto.

—¿Y le gustó el pueblo?

—Por supuesto que sí, también me gustó la conversación que tuvimos.

La mujer camino al carruaje seguida de Hoseok y Lia quien se había mantenido callada en todo el camino, pero había escuchado atentamente cada palabra y una cosa era segura. La reina Mizuno se había dado cuenta de algo, tal vez noto la tristeza de Hoseok o algunas señas que pasaron desapercibidas por ellos. Solo esperaba que su palabra de ser amiga de Hoseok fuera real.

—¡Mi señor!— Hoseok detuvo su paso para mirar a Lia. —¿Está seguro de lo que dice ella?— susurro cerca del rostro de Hoseok.

—Supongo que si, ella sabe mucho de mi así que supongo es verdad, además me trató bien.

—Si eso es cierto...

—Por favor Lia, solo confía, quien más me a hecho daño es JungKook y aún así tengo que confiar en él cuando me dice que si no hago lo que quiere me golpeara, confiar en ella es más fácil.

—Pero no quiero que lo lastimen.

—Sere yo quien se de cuenta si está mintiendo, pero lo mejor será ir con JungKook, seguro estará molesto si regresamos tarde.

•••••

—Nos encantó la visita a este país, la próxima esperamos tener una visita más amplia.

—Nos hubiera gustado que se quedarán más tiempo pero al parecer su reino los necesita.

—Asi es, así que nos vemos JungKook, rey Hoseok fue un honor verlo por fin.

El menor dió una reverencia y les sonrió, la pareja subió a su carruaje y se fue, dejando solos a los reyes.

—Me alegra mucho saber que alguien tan inútil como tú puede ser capaz de hacer bien las cosas, será mejor que sigas así, habrán mas visitas.

—¿Que? ¿No podría llevar a su concubina? Seguro ella es mejor que yo, por algo se casó con ella.

JungKook volteo a mirarlo, su rostro mostraba enojo así que mejor Hoseok bajo la mirada y apretó sus labios.

—Ella no tiene nada que ver en esto, tu eres el responsable aquí, ahora lárgate y procura que la próxima vez tus prendas no parezcan trapos viejos.

El menor asintio y comenzó a caminar hasta su habitación, suspiro cuando entro en ella, hoy al menos el día no había sido tan malo, no recibió golpes así que eso era un gran avance.

Aunque muy en el fondo aún tenía en su mente esa faceta de JungKook siendo amable, cuando beso sus manos y le pidió las cosas de una forma tan amorosa un escalofrío lo recorrió por completo pero también lo hizo sentir extraño, era miedo combinado con algo, algo que no quería saber en ese momento.

Solo dormiría y esperaría a mañana, después de todo las visitas seguirían y si las cosas iban rápido, todo cambiaría.

-J⁷