Lágrimas.

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Su cuerpo estaba algo agotado, sus piernas no respondían y sus manos temblaban, ni siquiera podía parar los golpes que recibía de parte del otro.

JungKook jamás se ensuciaría las manos golpeando a Hoseok, siempre ordenaba a alguien más hacerlo, pero está situación era diferente, el enojo lo cego y no se dió cuenta que era él quien golpeaba el cuerpo del menor.

—Hoseok yo hago lo posible para que mi reino funcione y tú solo te la pasas coqueteando con cada rey que llega aquí.— los golpes habían parado. —Eres un idiota que piensa que alguno de ellos se fijara en alguien como tú, ellos solo te miran porque estás aquí conmigo, es gracias a mi que ellos saben de tu existencia.

Las lágrimas de Hoseok se sentían pesadas para él, no podía aguantarlas y menos por esas palabras. En estos instantes para Hoseok dolía más las palabras hirientes que los golpes, porque un golpe sana con tiempo, el corazón nunca sana de una herida tan profunda como la que estaba haciendo JungKook con él.

El mayor tomo del pelo a Hoseok, haciendo que su vista se dirigiera hacia él, su rostro era un desastre, sus ojos rojos al igual que la nariz le daban un brillo algo extraño, sus labios rojos debido a que los cerraba con fuerza para no hacer ruido los hacía ver más hinchados y vivos y sus mejillas rellenas le hacían ver algo infantil al chico.

JungKook pudo apreciar mejor a su esposo, sin duda era bello pero para él siempre sería un esposo inútil y eso de lo tenía que hacer saber siempre que pudiera, porque gracias a él tuvo que casarse obligado.

Una estupidez.

•••••

—Perdon por hacerlos esperar mucho, hay tantas situaciones en este momento que me tienen algo ocupado así que espero puedan comprender.

—Para nada, entendemos que ahora por su compromiso y sus nuevas expansiones tiene más asuntos que atender...

Todos asintieron y se sentaron en la gran mesa, hasta que una reina hablo.

—Rey JungKook.— este la miro. —¿Su esposo no nos acompaña?

El rey rio un poco y negó.

—Mi esposo está arreglando un asunto importante en este momento,  lo siento espero esto no les ofenda, me pidió que empezamos sin él, espero lo entiendan.— la mujer asintio y le sonrió, JungKook sonrió igual, su excusa había funcionado.

El único asunto importante de Hoseok en ese momento era descansar, los golpes habían dejado gran marca en él y sus piernas no respondían, no podía caminar bien y todos se darían cuenta.

La cena transcurrió lo más tranquila posible, ninguno sospecho de Hoseok y todos pasaron una noche tranquila.

JungKook al terminar la cena fue a la habitación del menor, pensó al menos un poco, que se le había pasado la mano cuando Hoseok no había hecho nada malo, pero ese pensamiento se borró de inmediato, no tenía que tener remordimiento por el chico que hizo que se casara con alguien que no es digno de él.

—¿Cómo se encuentra?— pregunto al médico que revisaba a Hoseok.

—Tiene demasiada fiebre, su cuerpo está demasiado débil.

—Bueno, su trabajo es curarlo, hágalo.

—Rey, esta vez es diferente, su cuerpo está demasiado débil y la fiebre no baja con nada, no sé si él pueda pasar la noche.

Silence.[JungHope]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora