Memorias.

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La vista era perfecta, el jardín era hermoso y el cielo parecía ser una obra de arte, un magnífico día para un pequeño de 8 años.

Hasta que el grito de alguien interrumpió toda la atención del niño en las flores.

El grito sonaba aterrador, parecía una mujer que estaba en peligro y eso no era muy lejos de la realidad.

Camino por el lugar hasta llegar a unos pasillos bastante oscuros, se veían sucios y en muy mal estado, según su padre ahí solo estaba gente mala que quería dañarlos.

Con curiosidad el niño camino hasta encontrar la fuente de los gritos, era un linda mujer siendo golpeada por un hombre que tenía la misma silueta que su padre.

Escondido para que nadie lo vea siguió mirando hasta que la luz dió con el rostro del culpable, dándose cuenta que era su padre quien golpeaba a esa mujer.

Con miedo y mucho valor de su parte se acercó a la mujer y con su cuerpo la cubrió para evitar que su padre siguiera golpeando, poco importandole que un golpe cayera sobre él.

—¡Papi, no!

—Alejate de ella JungKook.

—¡No! Le seguirás pegando, le duele. ¿No vez sus lágrimas?

El hombre algo desesperado y con mucha dificultad quitó al niño de encima.

La mujer cuando vio el rostro del niño comenzó a llorar, asustando cada vez más a JungKook quien no sabía que hacer.

El niño se separó de su padre y corrió junto con la mujer y comenzó a limpiar sus lágrimas.

—Papi, ella no se ve como una mala persona... Tú dijiste que las malas personas no lloran.

—Esta persona si llora y aún así es mala.

Que mentira.

El hombre tomo a su hijo de los hombros y comenzó a hablar algo frustrado.

—Ella quizo separarnos a tu madre y a mi, me engaño y tuvo un hijo mío mucho antes que tu madre...

—Pero... Yo no tengo hermanos, dijiste que mamá no podía darme un hermano.— el rostro del niño estaba tan confundido a diferencia del rostro de la mujer, quien parecía asustada.

—Esta mujer se metió entre en amor que yo le tengo a tu madre y me engaño.— el hombre suspiro, ya había hablado de más. —JungKook yo solo tengo un hijo y ese eres tu.— el hombre no encontraba palabras para poder hablar con su hijo.

—Papá, si ella tuvo un hijo, ¿Ese niño soy yo?— el mayor se sorprendió por las palabras de su hijo.

—Si, pero tu única madre es la reina y eso debes entenderlo, ella jamás será tu madre después de engañarme.

Eso era una mentira y ahora lo sabía.

Esa linda mujer no había engañado a su padre  como tanto le recordaba.

Ella había sido engañada por su padre, prometiendole ser su esposa y todo el amor del mundo, entregándose por completo al rey.

Siempre creyó en el, siempre pensó que esa mujer quien lo había dado a luz era una mala persona por meterse en el bello matrimonio de sus padres, quienes siempre se veían amorosos.

Por eso cuando el ya tenía a la persona a quien amar toda su vida y llegó otra queriendo arrebatar ese puesto, no pudo evitar pensar que así se sentía lo que su padre había sufrido.

No había sido más que una estupidez, después de que supiera la verdad.

Su padre había engañado a su madre muchas veces, desterrando a las mujeres con las que siempre dijeron tener un hijo de él.

Su madre lo amaba y eso era suficiente para seguir junto a él.

Por eso cuando recordo las lágrimas de Hoseok cuando lo golpeaba o lo insultaba no pudo evitar sentir un sentimiento profundo en su pecho, por eso cuando le robó a Hoseok lo que una persona más cuida no dejo de sentirse como un imbécil.

Y por eso cuando vio una ligera sonrisa en el rostro de Hoseok cuando vio a su ex prometido no pudo dejar de pensar que estaba en un error.

Hoseok tenía razón, en ese castillo siempre habían vivido monstruos, su padre y él eran uno.

Su verdadera madre y Hoseok jamás tuvieron la culpa, el odio que le tuvo a esa mujer ahora solo era un recuerdo que quería borrar y pedir perdón miles de veces pero no podía, ya no.

Pero con Hoseok aún podía, podía parar antes de arruinarlo todo de la misma manera en la que su padre lo había hecho. Y claro que tenía que pagarlo, lo haría.

El Karma llega de muchas formas y para JungKook, la forma en la que llegaría sería la más dolorosa. El destino siempre a sido cruel y es muy vengativo.

Hoseok podría perdonarlo pero el destino no.

•••••

Ver a Hoseok con su traje tan elegante y su rostro con un ligero maquillaje le hicieron sentir de forma extraña.

El menor se veía algo asustado pero aún así en su interior estaba emocionado, podía salir y conocer un lugar nuevo, tal vez JungKook no era la mejor compañía pero se notaba que podía serlo si se lo proponía y no lo hacía enojar.

—Tenemos todo el día así que podrás ver bien lo que desees, probablemente quieras llevarle algo a Lia.

—¿Puedo hacerlo? ¿En serio?— el otro asintio y Hoseok sonrió en grande, ya estaba imaginando que llevarle a Lia y si podía también a Taehyung.

JungKook solo siguió mirando la sonrisa de Hoseok y desvío la vista hacia otro lado.

—Tenemos que irnos, recuerda que aún tenemos que hablar sobre algunas cosas.

—Si, el señor Jin dijo que quería hablar conmigo, solo espero que no sea nada malo.

—No, no será nada malo.

Ambos subieron al carruaje y partieron hacia el pueblo, por fin tendrían un día libre de peleas y eso Hoseok lo agradecía, no quería sufrir más golpes, no después de haber tomado una decisión definitiva.

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Espero haya quedado un poquito más claro porque JK es así, pero si no más adelante se volverá a tocar el tema.

Bueno, nos vemos luego, gracias por leer.✨

-J⁷

Silence.[JungHope]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora