Silence.[JungHope]

Farsa.

El sol hacía lucir su piel tan suave que daban ganas de tocarla a cualquier persona que la viera. Su ánimo hoy estaba magnífico y eso era que nadie lo había molestado, no había visto al rey en dos días y su cuerpo sanaba bien, era excelente.

O eso quería pensar él, aunque si estaba de buen humor, aún estaba demasiado deprimido, extrañaba a sus padres, pasear por el bosque y comer la comida casera de su madre, extrañaba tantas cosas.

La mujer a su lado lo miraba con una sonrisa, pero es que ver a Hoseok tan tranquilo y sereno, le daba algo de paz a la mujer.

—Mi señor, ¿No quisiera ver las rosas? Usted dijo que le gustaron mucho desde que las vio.— Hoseok la miro con una sonrisa, aún mantenía esa linda sonrisa viva.

—Es cierto, pero no puedo, el rey me lo prohibió, no quiere que nadie toque su jardín.— bajo su mirada, recordaba aún como fue golpeado después de acercarse a las flores.

—Si yo pudiera, le traería una linda rosa para verlo sonreír así siempre.— Hoseok la miro algo sonrojado, aquella mujer era de su edad y muy linda. —¡Mire! Su cara tomo un lindo color, se parece a las rosas.

—Vamos Lía, no mientas. Por favor no te acerques al rosal, no quiero que te pase nada.

—Claro, solo haré lo que usted me pida, después de todo estoy a su servicio.— ambos se rieron, Hoseok al fin tenía a alguien con quién conversar sin tener que ser insultado o golpeado en el proceso.

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Lia entró a su habitación lo más rápido que pudo, trato de controlar su respiración, quería hablar pero la falta de aire lo prohibía.

—¿Que paso? ¿Lia, estás bien?

La mujer tomo aire y con todas las fuerzas que le quedaban, hablo.

—Mi señor, el rey tiene a su primera concubina...— Hoseok no dijo nada, colo camino a su pequeño tocador y se sentó en la pequeña silla que estaba frente a él. —¿No dirá nada?

—No tengo derecho a decir nada, él es el rey y yo solo obedezco lo que él dice... Lia, para mí no hay problema en eso, si así me libérare de él para mí está bien.

—Es cierto, usted no llego aquí de la mejor forma, es mi culpa, olvide por completo todo lo que le hizo.

—No es tu culpa. Gracias por informarme, pero creo que lo mejor será que actúes como si nada pasara, no te metas en problemas.

—¡De acuerdo!— la chica sonrió y Hoseok también.

Al fin algo bueno, si JungKook tenía una concubina eso solo significaba que dejaría a Hoseok de lado, a él no lo buscaría más y si tenía suerte pronto pediría el divorcio de ese estúpido matrimonio, pero algo dentro de él se preocupaba por la chica que ahora estaba al lado del rey. ¿También sería golpeada? No, JungKook no podría ser tan sátiro como para golpear a una indefensa chica.

—Lia, ¿Tu crees que él la golpee como a mi?— ella lo miro confundida, tampoco lo había pensado.

—Del rey nada se puede esperar, pero por favor piense en usted, no piense en los demás, ahora usted está a salvó.

—Pero aún así...

—Mi señor, si le preocupa cada persona que conoce, usted siempre tendrá la peor parte.