Perdón.

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La sonrisa del menor era enorme, al ver tantas cosas su imaginación explotaba por saber que regalo llevaría a casa.

JungKook no decía nada, no lo haría por ahora, solo quería tener un día sin tener que preocuparse por algún asunto importante.

Solo quería estar en paz hasta que la hora llegará.

—¿Está seguro que puedo comprar lo que sea?— el mayor asintio —No se muy bien que llevar y no tengo suficiente dinero.

—Oh, por eso no te preocupes, puedes pedir lo que quieras, eres el rey después de todo.— Hoseok lo miro con algo de duda. ¿Y si era una trampa? —Yo pagaré todo así que compra lo que quieras.

El menor asintio y comenzó a caminar en busca de un regalo digno para sus amigos.

Solo por ahora creería en sus palabras, se notaba en la mirada del rey que hablaba con la verdad así que confiaría en él.

Ningún regalo parecía gustarle, no había comprado nada y solo se la había pasado viendo regalos que parecían muy costosos pero no lo convencían del todo, hasta que llegó a un pequeño lugar donde vendían joyería pequeña pero linda.

—¡Quiero está!— la sonrisa en su rostro mostraba felicidad, apunto una pequeña pulsera color celeste, era delgada pero preciosa, sin duda perfecta para su amiga.

El mayor no dijo nada solo asintio y compro lo que había pedido, mirando las demás joyas. Notando un lindo anillo de oro con toques verde en sus piedras, era lindo y eso Hoseok lo noto.

—¿Por qué no lo compra para ella?— menciono el menor dirigiéndose al rey. JungKook no dijo nada, se sentía extraño por las palabras de Hoseok. —Debe extrañarlo, ese anillo será un lindo regalo, le gustará.

Sus palabras eran sinceras y hablaba en serio, ella debía extrañarlo después de todo cargaba al hijo de él...

—Tienes razón, es un regalo lindo.— sin decir nada más lo compro dando por finalizada la visita a esa pequeña tienda.

Aún faltaba un regalo y no sabía que hacer, había pensado muy bien pero aún no se veía convencido.

Miró por varias tiendas donde vendían instrumentos de medicina siendo lo más sutil posible pero nada parecía convencerlo.

Un pequeño objeto llamo su atención, era un pequeño estuche color miel, era lindo y era perfecto para guardar sus cosas más importantes o esos pequeños instrumentos que siempre cargaba con él.

—¿Puedo comprar esto también?— dijo señalando la pequeña cajita.

—Puedes comprar lo que quieras.

—Entonces también quiero esto.— JungKook asintio y pago sin decir una sola palabra.

—Gracias, es todo lo que compraré, no necesito nada más, podemos irnos.

—¿Estás seguro? ¿Es todo lo que comprarás?

—Si, ¿Usted comprará algo más?— el mayor negó.

—Entonces supongo que ahora tenemos que ir con el señor Jin, vamos.

Por primera vez Hoseok parecía no tenerle miedo y eso de alguna forma se sentía bien, podía estar cerca del menor sin que lo viera temblar o tartamudear y se sentía bien, saber que las personas no te tienen miedo y no te ven como un monstruo es genial.

La tarde se pasó lo más rápido, el día terminaba y Hoseok comenzaba a tener hambre, tenía que alimentarse no solo a él mismo.

—¿Podemos hacer una parada para comer? Tengo mucha hambre.

Silence.[JungHope]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora