Capítulo 12

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Cuando me dijo que su madre se encargaría de ayudarnos a resolver el problema de mi embarazo, supe que a él lo dejaría atrás como a mi familia. Nunca pensé que el mundo fuera tan pequeño que provocaría que nos rencontráramos de nuevo y menos, a causa de la hija que nos une la cual él nunca supo si llego a la vida o no.

Verlo me llena de miedo. Emociones que no tengo hace muchos años llegan a mí nuevamente poniéndome muy nerviosa internamente. No puedo permitir que él ni mucho menos mi hija me vea así.

Mi hija, ¿qué pensará Janisse de todo esto? La vida es caprichosa, mi hija ha terminado trabajando para su propio padre, para la persona que se supone que debió es estar presente en su vida desde siempre y no cuando está a punto de cumplir la mayoría de edad.

Me da terror lo que pueda pasar de aquí en adelante, la reacción de Luis Ángel al saber que Janisse es mi hija, no va a tardar más de dos minutos en darse cuenta de que Janisse es aquel problema del que su madre nos sacaría.
Janisse es una chica inteligente, sé que sabrá llevar la situación, sin embargo, sé que al principio será difícil para ella. Nunca le mentí a mi hija sobre lo sucedido con su padre. Ella sabe que él no se sintió preparado en su momento para asumir semejante responsabilidad. Ella no lo odia, no permití que albergara ese sentimiento en el corazón que termina destruyéndonos, sin embargo, me dejó claro, en aquel entonces que tampoco lo quiere porque me dejó sola a mí siendo igual de joven que él.

—¡Por Dios!, ¡Jamás creí que volvería a verte! — viene directo abrazarme mientras yo aún sigo en shock por verlo.

—Mamá, ¿quién es él?, ¿de dónde lo conoces? —la voz de mi niña inunda mis oídos. Luis solo me mira.

—¿Mamá? —susurra incrédulo. Se voltea para verla bien y puedo darme cuenta cuando su rostro se transforma a una gran sorpresa que no se esperó en la vida — Tú debes ser Janisse, ¿no? —asiente, confundida —. ¿Qué edad tienes, preciosa?

—17. Casi 18 en unos meses —responde muy normal. Luis Ángel vuelve hacer silencio. Pestañea de forma rápida.

—Con el permiso de todos, me retiro. Necesito regresar a la habitación un momento —me acerco a Janisse que no entiende que me pasa —. Vuelvo pronto, mi cielo, no te preocupes, todo está bien. Brilla en esa cámara, te amo. —Sin darle tiempo a responder, me voy después de darle un largo beso en su frente.

Llego a la habitación casi corriendo. Todos vieron extrañados como fui de allí. Ahora que lo pienso, hice mal. ¿Qué voy a decirles? ¿Cómo voy a explicarles mi reacción con Luis?

Mi teléfono vibra en el bolsillo trasero del pantalón. Es Triz, tanto ella como mi hija tienen un tono especial para saber que son ellas sin necesidad de ver el teléfono.

—¿Te llamó Janisse o presentiste que te necesito? Justo te iba a llamar. Tengo la cabeza hecha un lío.

—No he hablado con Janisse. Algo me dijo que te llamara y por lo veo, me aplaudo de haberlo hecho —Muevo mi cabeza asintiendo como si pudiera verme. Definitivamente estoy muy mal —Cuéntame, ¿qué ha pasado en tu paraíso con Debrain? —Ojalá fuera algo de eso.

—No tiene nada que ver con Debrain —afirmo.

—¿Entonces?

—Regresó el papá de Janisse. —La línea se queda en silencio por varios segundos.

—Ahora mismo tomo un vuelo para Cancún —Sonrío. Solo ella haría algo así.

—No es necesario, Triz. Que me escuches es más que suficiente.

—¿Le dijo algo a Janisse?

—No, apenas se dio cuenta, salí corriendo. Es el dueño del comercial que grabará mi hija.

—Por Dios, ¡qué pinche casualidad! —La peor de todas. 

—Sí. Yo que quería disfrutar de este fin de semana, ahora estaré todo el tiempo preocupada.

—No, nada de eso. Usted es una guerrera, que saco sola a esa niña adelante. Nadie y menos ese pendejo va a venir amargarte tus días de sol, playa, arena y quizás hasta sexo.

—¡Triz!

—No con el maldito. Con tu papacito Debrain. Estoy segura que de que te relajas, te relajas, hermana.

—Estás loca —grito por el teléfono, riéndome.

—Te saqué una sonrisa. Eso es lo que importa. Ahora lo que vas hacer es volver a ese set con tu hija, a ignorar al maldito y disfrutar tus vacaciones.

—Sí, eso haré —Ella tiene razón.

—Y escúchame bien, Jackeline —Que Triz me llame por mi nombre es cosa seria —. Ni se te ocurra darle batazo a Debrain por culpa del otro, porque cuando llegues, te arrastro por toda la avenida.

—No te preocupes por eso. No lo haré.

—Ahora si me despido tranquila. Ve con Janisse ahora, pon tu mejor sonrisa y apoya a tu hija.

—Te amo.

—Yo a ti, hermana.

Cuelgo la llamada y tiro el móvil sobre la cama para ir al baño a refrescarme el rostro, volver a maquillarme para que mi hija me vea bien y se concentre en lo suyo. Observo el reloj y solo han pasado veinte minutos desde que me fui del set, con suerte y no han empezado todavía.

—Hola, Jackeline — El rostro de Luis Ángel es lo primero que veo cuando abro la puerta con intenciones de regresar —¿Podemos hablar unos minutos? Aún están ultimando detalles antes de comenzar a grabar. Tardarán un poco más —Abro la puerta, para dejarle entrar. No voy a tener esta conversación en el pasillo a riesgo de que alguien escuche.

—Te escucho —digo.

—Puedo ver que te causó mucha conmoción volver a verme.

—Sí. No creí que eso pasara. México es muy grande, pero bueno, he lidiado con muchas cosas, podré con esto también. —Eso ha sonado como un reclamo implícito.

—Yo pensé lo mismo, pero aquí estamos. Por mi mente no pasó que te hubieras marchado del pueblo porque decidiste continuar con tu embarazo. Tus padres dieron una excusa ridícula, pensé que te habían obligado a irte abortar o darlo en adopción.

—Ellos nunca supieron de mi embarazo, Luis Ángel. Solo necesitaba tu apoyo y como no lo hiciste, nada me ataba a ese pueblo. Me fui en navidad aprovechando que ellos salieron y nunca volví.

—¿No han tenido contacto en estos años? —niego con mi cabeza —Janisse es una niña hermosa. La criaste muy bien. He hablado con ella. —Tiemblo al escucharlo —. Tranquila, no le dije nada, ni lo haré. Es una muchacha joven e inteligente, pero sé que eso lleva tiempo, te lo daré para que se lo cuentes cuando lo consideres conveniente. No quiero hacerles daño, Jackeline, suficiente mal lo hice al dejarte sola, solo espero que en algún momento ambas puedan perdonarme.

Se pone bueno estoooo. Apareció el padre de Janisse.
¿Qué les parece Triz?
¡El siguiente cap será publicado mañana!

¿Cómo Ella? ¡Ninguna!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora