Capítulo (16)

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Narrador onmisente:

Habían pasado alrededor de una semana, y la situación para la ex pareja de casado seguía igual. Zabdiel, no paraba de sentirse miserable, ya no tenía vida social, no salía de su habitación, pocas veces comía, y su madre era quién lo obligaba y él aceptaba a duras penas. Su barba recién crecida, daba constancia del abandono que tenía consigo mismo. En pocas palabras, su vida se había vuelto miserable desde la separación con él castaño.

Por su parte, Christopher, por alguna extraña razón, no estaba tan deprimido como pensaba. Después de pasar noches enteras llorando, se dijo así mismo que no valía la pena seguir en ese estado, tenía aún una vida por delante y dos maravillosos hijos que necesitaban de él.

Había vuelto a comer como antes, aunque con menos frecuencia, pero al menos no había dejado de ingerir alimento por completo. Una de las cosas que influenciaron a su estado de ánimo actual, era la espontánea amistad que se creó entre él doctor Chalamet y él. Él chico pelinegro, lo llamaba frecuentemente preguntándole como había pasado su día, si se estaba alimentado bien y todas ese tipos de atenciones que hace tanto tiempo no recibía, aunque le doliera admitirlo, su ex esposo hacía mucho tiempo que había dejado de tener ese tipos de atenciones con él.

Y quizás por eso, ahora se estaba daba cuenta que podía seguir su vida perfectamente sin él boricua.

—"Papi, Chris ¿vas almorzar?"— la voz chillona del más joven se hizo presente desde la cocina.

Christopher, suspira y termina de bajar las escaleras hasta llegar a la cocina, dónde se encontraban sus hijos desayunando.

Jonathan, había salido hacer las compras de la semana.

—"Ney, no creó que lo vaya hacer. Sabes que almorzaré con Timmy"—

—"Lo había olvidado"— murmura rodando los ojos.

A pesar de todo, él tenía aún la estúpida esperanza de ver a sus padres unidos nuevamente.

El celular del castañito suena, y rápidamente lo agarra, leyendo el mensaje.

—"Papá Zabdiel, ya viene. Quiere vernos"— anuncia, mientras le da una cucharada de frutas picadas a su hermanita.

Christopher no dice nada, desde la partida del boricua, no lo había vuelto a ver.

Después de unas cuántas horas de sermones por parte de su madre, Zabdiel entendió esa mañana que ahora no se trataba de él y él castaño, sino de sus hijos y su bienestar. Ellos no tenían que pagar las consecuencias de su estúpido error, les había prometido que estaría con ellos siempre, y así lo haría.

Por eso en ese momento, tomo la decisión de ir a visitar a sus hijos. Así, que tomó su celular y le mandó un texto a su hijo mayor avisándole que iría.

Casi una hora más tarde, ya se encontraba aparcando su auto frente a su antiguo hogar. Soltando un suspiro, baja del auto y se encamina hacía la puerta. Apenas toca una vez, y ya la puerta es abierta, y siente su cuerpo siendo impactado por otro casi del mismo tamaño que él.

—"Papá, Zab"— su hijo mayor, se abalanza sobre él, mientras se enrolla como un koala en su cintura.

A pesar de los años, Neythar seguía siendo un niño muy sensible y afectivo.

—"Hola, campeón ¿cómo estás?"__

—"Pensé que ya no querías vernos más"— murmuró él menor, mientras bajaba la mirada a sus pies.

ᴰᵉᶜⁱˢⁱᵒⁿ ᶠᵃᵗᵃˡ ⁽ᴶᵒᵉʳⁱᶜᵏ & ᶜʰʳⁱˢᵈⁱᵉˡ⁾ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora