25: SEGUNDO AÑO

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—Tenemos que hablar.

Él ni siquiera ha terminado de guardar sus cosas. Todos los demás se han ido y somos los únicos en el cuarto de vestuario.

—Está bien... —murmura, guardando sus rodilleras en su bolso y mirándome. Yo muerdo mi labio inferior y lo miro.

He pensado mucho desde mis conversaciones con Ennoshita y Yamaguchi. La conclusión es que debemos hablar por más que me cueste y no quiera hacerlo realmente, pero temo que si no hago esto, nuestra relación se irá a la mierda.

Y hay que recordar lo más importante aquí: No quiero perderlo.

—¿Qué pasa? —pregunta Kageyama sentándose en el suelo. Yo me siento frente a él y coloco mis manos en mis rodillas.

Me cuesta mucho decirlo porque siento un nudo formarse en mi garganta, pero no quiero llorar otra vez por algo así. Tomo mucho aire y clavo mis ojos en él.

—Estoy celoso —suelto como si nada.

Kageyama se me queda viendo, probablemente pensando en que diré algo más, sin embargo me quedo callado. Nos quedamos largos segundos en silencio hasta que él frunce el ceño.

—¿Y...?

—¿Y qué? No tengo nada más para decir —respondo confundido.

Me mira atontado.

—¿Qué tal si me dices por quien estás celoso?

No, me niego. Aprieto mis labios con fuerza y-

—Nishinoya.

Oh, estúpida boca.

—¿Nishinoya? —pregunta sorprendiéndose. —¿Por qué Nishinoya? —Parece indignado.

—Porque... se la pasan juntos todo el día y... no sé, me molesta —Comienzo a desesperarme y la poca compresión de Kageyama no me ayuda en nada—. No quiero sentir esto pero no sé cómo hacerlo.

—¿Para no estar más celoso? —asiento. —¿Quieres que te diga cómo no estar más celoso? —Está demasiado confundido.

Kageyama pasa sus manos por su rostro y suelta un suspiro.

Está frustrado y probablemente molesto. ¿En qué se supone que estaba pensando? Estoy quedando como un idiota frente a él.

—¿Sabes qué? —pregunto sintiendo otra vez el nudo en mi garganta—. Mejor olvídalo, hagamos como si esta mierda —me levanto— nunca hubiese pasado.

—¿Qué? No —se levanta y toma mi brazo para evitar que me vaya. Yo suelto un suspiro mientras parpadeo rápidamente—. No podemos dejar esto así como así, las cosas no se resuelven de esta manera.

Suelto un suspiro y lo miro.

—¿Sabes cómo puedes hacer para calmar tus inseguridades? —repite mirándome serio. Ya siento como mis ojos comienzan a llenarse de lágrimas.

En serio no quiero que se enoje conmigo, ¿qué tal si me deja por esto? No lo soportaré, moriré de la tristeza. No quiero perder a Kageyama por algo tan estúpido como esto.

Cielos, ni siquiera debí haberle dicho que habláramos. Debería haber dejado que todo pasara y listo. Nunca debí haber escuchado los consejos de Yamaguchi y Ennoshita. Todo es mi culpa por ser tan estúpido y-

—Siempre tienes que recordar que te amo.

Abro mi boca de la sorpresa. Nunca pensé que lo escucharía decirme algo como eso...

—Shoyo, te amo. ¿Entiendes? Eres mi primer amor y nunca dejarás de hacerlo, así que... olvídate de tus inseguridades, ¿sí? Eres al único chico que voy a mirar, ¿Y sabes por qué? Porque estoy enamorado de ti. Te amo y eso no va a cambiar nunca, ¿entiendes?

Mis labios tiemblan y él toma mi mano, dando un apretón mientras entrelaza nuestros dedos.

—No es Kuroo, no es Nishinoya y no es nadie. Solo eres tú y siempre serás tú, ¿sí? Olvídate. De. Tus. Inseguridades.

Crónicas de una Pareja Primeriza | KagehinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora