Crónicas de una Pareja Primeriza | Kagehina

34: TERCER AÑO

Oh, vaya... Tercer año.

Último año en la escuela, somos los mayores y se supone que debemos dar el ejemplo. Si es otro año, significa que ya hace mucho tiempo estoy con Kageyama y todavía sigo sin creerlo. Jamás pensé que duraría tanto en una relación.

Nishinoya, Tanaka, Ennoshita y los demás ya no están. Solo hemos quedado los cinco de siempre: Yachi, Tsukishima, Yamaguchi, Kageyama y yo. Todos nos hemos hecho más amigos; nos sentamos juntos en los recesos y volvemos. ¿Quién es el capitán del equipo de vóley? Yamaguchi para la sorpresa de todos.

—Dame, dame —pedí mientras abría mi boca.

Kageyama me miró con una ceja alzada.

—¿Por qué nunca traes nada para tomar?

—Porque te tengo a ti —me encogí de hombros mientras Kageyama acercaba su botella a mi boca. Yo bebí feliz.

He contado todas las "peleas" que hemos tenido hasta ahora. Para mi sorpresa, solo son tres: La primera fue cuando me enojé por él por actuar tan extraño, la segunda fue a mitad de segundo año, cuando discutimos por los celos y demás, y por último, la tercera pasó cuando nos perdimos por salir a correr juntos.

No fueron temas graves que nos hicieron actuar de manera extrema, pero si nos enojamos por un buen rato... Aunque al día nos arreglábamos. ¿¡Pueden creer que en la mayoría de las veces mis padres defendían a Kageyama!? Traición, pura y cruda traición.

Cada vez actuamos con más y más naturalidad cuando estamos juntos. No hay tanta vergüenza como antes...

—¿Iremos a casa después de entrenar?

—Sí, amaría eso. Y también comer algo de tu madre —dijo jadeando mientras corría a mi lado—. Odio los nuevos horarios.

—Yo igual.

¿¡Por qué entrenar en las mañanas y en las tardes!? Vaya mierda, odio todo.

Lo bueno es que las noches están libres y puedo pasar tiempo con Kageyama.

¿Y qué ha sido de nuestros amigos? Bueno... Tsukishima sigue negando sus sentimientos y Yamaguchi sigue siendo la misma persona de siempre. ¿Yachi? Ella vive en su mundo y de vez en cuando llama a Kageyama para que se pruebe los trajes que crea. ¿Asahi, Daichi y Suga? Estudian. ¿Nishinoya y Tanaka? Siguen siendo los mismos de siempre. ¿Kiyoko? También vive en su mundo.

¿Y qué hay de nosotros? Nuestra relación sigue siendo un poco desastrosa... o quizás nosotros, no lo sé. ¡Pero nos amamos y eso es importante!

—¿Vamos al baño? —preguntó Kageyama deteniéndose. Yo lo miré con una ceja alzada.

—Ve tú.

Él negó.

—Vamos —tomó mi muñeca y comenzó a tirar de ella.

Yo, quejándome, fui con él.

Apenas entramos al baño, Kageyama me empujó suavemente contra la pared y simplemente me besó. Yo correspondí sorprendido e intenté seguir su ritmo, pasando mis manos por detrás de su nuca y sintiendo como me pegaba a él.

Puede que quizás... hemos estado salteándonos algunos entrenamientos solo para hacer cosas como estas. Simplemente nos besamos y no pasamos más de eso... algunas veces.

Ah, mierda. ¿A quién voy a engañar?

Hay veces que realmente debemos parar.

Kageyama es rápido para alzarme y obligarme a que enrolle mis piernas en sus costados. Mi espalda golpea contra la pared mientras nos seguimos besando de forma desesperada, cada vez sintiéndonos más impacientes y sin pensar que estamos en un baño escolar.

Cualquier persona podría entrar, en serio, ¡cualquiera!

—¿¡Kageyama!? ¿¡Hinata!?

Como dije, cualquiera.

El beso se rompe y Kageyama mira por su hombro.

—Vaya, hola... Yamaguchi —sonreí de manera forzada mientras golpeaba su hombro para que me bajara. Kageyama me soltó y yo arreglé mi ropa mientras me escondía atrás de él.

—Se supone que deberían estar entrenando... —dijo de manera frustrada mientras pasaba sus manos por su rostro.

Él soltó una risa.

—Lo siento —se disculpó—. Volveremos de inmediato.

—Más les vale... —negó, dándose vuelta para salir.

Debo ser sincero, no es la primera vez que nos encuentra así.

—¿Podrías olvidarte de esto... otra vez? —pregunté con una mueca y un claro rostro bañado en vergüenza.

Yamaguchi suspiró y terminó asintiendo.

Algo normal.