Han pasado tres días y mi humor sigue siendo una mierda.
Nishinoya sigue juntándose con nosotros, al igual que Tanaka. Habla con Kageyama e incluso practican juntos en los entrenamientos.
De tan solo verlos ni siquiera me dan ganas de practicar.
—¿Por qué estás tan desanimado? —pregunta Ennoshita sentándose a mi lado.
Estoy a un costado de la cancha, con mi rostro apoyado en mis rodillas mientras observa a Kageyama sacar y a Nishinoya defender. De vez en cuando él me mira, pero no es por mucho tiempo.
—No lo sé —respondí con la mirada perdida en mi novio—, simplemente no tengo ganas de entrenar.
—Tiene que haber una razón para eso. Tú amas entrenar.
Suelto un suspiro.
—Creo que estoy celoso.
—¿Crees? —pregunta con una pizca de gracia. Yo asiento desanimado.
—Kageyama y Nishinoya se la pasan juntos. ¿Debería preocuparme?
Lo escucho suspirar.
—No —respondió—, se nota a kilómetros que Kageyama te quiere. Y... ¿no fue Nishinoya quien lo ayudó para poder estar contigo?
—Sí... —respondo, escondiendo mi rostro en mis brazos, los cuales están apoyados en mis rodillas—, pero... no lo sé, me siento mal por verlos así.
—Entonces deberías hablar con él —aconseja tranquilo—. Ustedes están en una relación, estas se basan en la comunicación. Y algo me dice que Kageyama está más preocupado por tu estado que por el de él mismo.
—¿En serio crees eso?
—Sí —responde sincero, acariciando mi cabello—. No tienes que preocuparte por cosas así, ellos solo son amigos.
—Pero es muy difícil... —suspiro.
—Lo sé —suelta una risa—, pero tienes que aprenderlo si no quieres seguir sufriendo como lo estás haciendo ahora.
Y sin más, se levanta y se va.
Vuelvo a mirar en dirección a Kageyama y Nishinoya. No puedo evitar volver a suspirar al verlos hablar de manera animada.
—Probablemente Noya no tiene mis problemas... —murmuro arrugando mi nariz—. Y probablemente Kageyama disfruta pasar más tiempo con él porque no es tan inseguro como yo.
Siento mis labios temblar y mi vista nublarse. Oh cielos... ¿estoy llorando?
Rápidamente me levanto y corro para salir del gimnasio. Lo que menos quiero es que me vea llorando.
Me siento tan ridículo.
Cuando llego a una distancia considerable, comienzo a caminar mientras sollozo con fuerza. Tapo mi boca y aprieto mis ojos negando.
¿Así que estos son los efectos de los celos? Literalmente desde que empezamos a salir no he dejado de sentirlos pero ahora esto se siente realmente feo. Lloro sintiendo un vacío en mi pecho y en mi estómago, acallando mis sollozos e intentando pensar que debo calmarme.
¡Pero es que no puedo! Y ni siquiera sé por qué.
No quiero sentirme así de mal y tampoco quiero desconfiar de nadie, pero simplemente no sé cómo hacer.
—¿¡Hinata!?
Me doy vuelta cuando escucho la voz de Yamaguchi a mis espaldas. Al notar que estoy llorando, rápidamente se acerca a mí y me abraza. Puede que solloce un poco más fuerte y él me pregunte qué está pasando.
—Déjame ir a buscar a Kageyama-
—No, no —digo con mi voz entrecortada—. Él no tiene que enterarse de esto.
—Entonces dime qué pasa —pidió desesperándose.
—Kageyama...
—¿Kageyama? —repite—. Oh, no, no. ¿¡Kageyama te hizo algo!? —pregunta molestándose. Comienzo a negar rápidamente.
Él decide que lo mejor será que siga llorando en sus brazos hasta que me calme. Tienen que pasar diez minutos para que pueda hablar correctamente. Ahora nos encontramos sentados bajo la luz de la luna, alejados del gimnasio en el que todavía se pueden escuchar las pelotas picar.
—¿Ya me dirás lo que pasó?
—Es que no pasó nada —respondí al instante, dibujando en la tierra debajo de mis pies. Sé que Yamaguchi me mira confundido—. Yo soy el problema.
—Sigo sin entender...
—Me molesta que Nishinoya y Kageyama estén todo el tiempo juntos —sorbo mi nariz sin levantar la vista—. Y me siento un estúpido por eso.
—Oye, no eres un estúpido —pone su mano en mi hombro con el ceño fruncido—. Es tu primera relación y él te gusta mucho, era obvio que en algún momento ibas a ponerte celoso.
—Pero es que me hace sentir muy mal —suspiré—, no quiero desconfiar de Kageyama.
—Entonces no lo hagas —se encogió de hombros—. Es tu novio, es demasiado notable cuánto te quiere y no es por nada, pero estamos hablando de Nishinoya.
—¿Eso qué?
—A él probablemente le gusta alguien más. Nunca se fijaría en el novio de uno de sus amigos.
—¡Es que lo sé! —exclamó—. Sé que Nishinoya es mi amigo y que probablemente le gusta Asahi-san, como también sé que Kageyama es mi novio y que me quiere mucho pero... no sé por qué sigo sintiéndome así. ¿Cómo hago para dejar de hacerlo?
—¿De sentir celos? —asiento, mirándolo. —Habla con él —aconsejó encogiéndose de hombros—. No puedo decirte nada más porque nunca he estado en una relación, pero lo mejor serían que hablaran de esto.
—Porque la comunicación es importante en una relación —digo de manera irónica mientras pongo los ojos en blanco.
—Puede que suene repetitivo —dijo soltando una risa—, pero es la verdad.
ESTÁS LEYENDO
Crónicas de una Pareja Primeriza | Kagehina
Fiksi PenggemarSEGUNDO LIBRO DE "CRÓNICAS DE..." KAGEHINA. EL ANTERIOR ES "CRÓNICAS DE UN KAGEYAMA CONFUNDIDO" Luego de tanto tiempo, Kageyama por fin es mi novio. Tuvimos altos y bajos en los inicios de nuestra relación y estoy seguro que en el camino también los...