La dama del tenis

Capítulo 46

Los del Seigaku van de camino al hospital y se detienen a comprar unas flores.

—Ha sido todo un shock ver como ingresaban repentinamente a Ryuzaki-sensei en el hospital—Kawamura indica un poco triste.

—He oído que se quedará en el hospital un tiempo, hasta que lleguen los resultados de las pruebas—Inui informa para calmar el ambiente.

—Supongo que el Torneo de Kanto, no fue solo estresante para Aoi-chan, sino que también para ella, más de lo que creíamos—Fuji dice.

—Ryuzaki-sensei...ojalá se recupere—pone un puchero.

—Probablemente sea culpa que se tuviese que aplazar y lo que duró el torneo—Inui indica mientras se coloca las gafas.

—Pero aunque no esté nuestra sensei, debemos trabajar duro en este campamento. Incluso tú, Aoi-chan—Kikumaru dice.

—Sí—responde Kaido.

—Aoi y el grupo de Fuji no tendrán problema. Pero ¿Sé quedará el grupo de Ryuzaki sin entrenador?—pregunta Oishi.

—A lo mejor ya han decidido un entrenador sustituto—propone Ryoma.

—Me gustaría ser yo, la entrenadora sustituta—dice Aoi—Así demostraría lo mucho que aprendí de Ryuzaki-sensei—.

—Es muy pronto para ti, Aoi–
dicen todos los del Seigaku y luego se dirigen a Echizen.

—¿Te has enterado de algo, Echizen?—pregunta los senpais.

—Nada de nada—responde.

—Oye, Echizen ¡No hables de cosas de las que no tienes ni idea!—Momoshiro le grita.

—Si llevo siendo asistente de entrenador desde los 10 años...—Aoi piensa pero decide no decirlo.

Llegan al hospital donde está ingresada Ryuzaki-sensei.

—Vosotros no lo entendéis. Es extraordinario tener a todos los candidatos del torneo de Kanto en un mismo campamento—Ryuzaki dice desde la cama—¿Sabéis lo valioso que es cada minuto y cada segundo que estáis allí?—.

—Espera, abuela. Todos estaban preocupados por ti y se tomaron la molestia de venir a verte al hospital–—su nieta le dice.

—Lo sé. De todas formas, sólo me caí debido al cansancio. Si no hacéis más que saltaros los entrenamientos para venir a verme al hospital, los puestos del equipo local los ocuparán otros. Si pasa eso, no significará nada ser los campeones del Torneo de Kanto—Ryuzaki dice con seriedad.

Manda a todos fuera y Aoi mira a Ryuzaki-sensei.

—Ryuzaki-sensei ¿Por qué yo no puedo ser la entrenadora que te sustituya?—pregunta Aoi mientras la mira.

—Aoi...has estado viendo mi forma de entrenar durante casi dos años. Hay muchos entrenadores diferentes y ahora tienes la oportunidad de aprender de dos entrenadores, uno que ha llevado a su equipo a las Nacionales dos años seguidos y otro que llegó a los cuarto de final de Kanto—Ryuzaki le indica—Aprende todo lo que pueda y cuando te retires del mundo de tenis, puedas ser esa entrenadora que quieres ser—.

—Está bien, Ryuzaki-sensei—asiente y camina hacia la puerta.

—Además, ya encontré entrenador sustituto—le dice Ryuzaki y ella se gira.

—¿Quién?—pregunta Aoi y su profesora la mira con una sonrisa y en silencio.

—Quién va a ser, Aoi. Solo no lo digas a nadie—Ryuzaki le indica y Aoi siente como sus latidos empiezan a subir de ritmo y muestra una cara brillante y emocionada.