Aoi Tezuka, es la hermana pequeña de Kunimitsu Tezuka. Ella es una fanática del tenis y además como su hermano, es una chica prodigiosa en dicho deporte.
Ella conoce a Genichirou Sanada desde que era una bebé porque siempre se iba junto a su abuelo...
Aoi tiene cuatro años y está en el jardín de infancia. Ella está sentada jugando con unos bloques de construcción creando una pista de tenis para jugar.
—Bien niños, reuniros todos ¡Hoy se nos une un nuevo compañero! Acaba de mudarse a Tokio. Espero que todos os hagáis amigos de él—el profesor sonríe mientras da una palmada. Todos los niños se acercan y ven a un niño de pelo castaño, corto y ojos grises oscuros que está algo nervioso—Venga, preséntate.
El pequeño tartamudea algo nervioso y Aoi corre hacia él y se pone delante.
—¡Hola, mi nombre es Aoi Tezuka! ¡Me encanta el tenis!—se presenta primero con una gran sonrisa.
—Yuuta Fuji...—dice tímidamente—A mí también me gusta el tenis—.
—¿¡En serio?! ¿Quieres jugar conmigo? Estoy creando una pista de tenis con los bloques—Aoi dice sin hacer desaparecer su gran sonrisa.
—Sí—asiente Yuuta y observa como Aoi le toma de la mano, juntos se van a jugar.
Tras las clases, por la puerta se asoman dos personas. Su hermano Kunimitsu y un chico de cabello castaño con los ojos achinados debido a que está siempre sonriendo.
—Nii-chan—.
—Aniki—.
—Tengo un nuevo amigo—gritan los dos a la vez.
—¿En serio?—el hermano mayor de Yuuta, Shusuke sonríe a su hermano.
—Me alegro, Aoi—Kunimitsu dice a su hermana pequeña y este se gira a los dos hermanos—Me llamo Kunimitsu Tezuka y ella es mi hermana pequeña, Aoi Tezuka.
—Mi nombre es Shusuke Fuji y él es mi hermano pequeño. Yuuta Fuji—se presenta.
—¿Podemos ir a jugar juntos? Queremos seguir jugando—Aoi pide.
—Sí, sí, por favor—pide el pequeño Yuuta.
Los dos hermanos se miran y al final se van los cuatro juntos por la calle.
—¡Yuuta, vamos, vamos!—Aoi le llama y este la sigue corriendo detrás de ella, mientras se ríen.
Llegan al parque y se ponen a jugar juntos, mientras Kunimitsu deja las dos raqueta en un banco.
—¿También jugáis al tenis?—pregunta el Fuji mayor.
—Sí—asiente con seriedad sin apartar la mirada de su hermana para no perderla de vista.
—Algún día deberíamos jugar juntos—sonríe Shusuke.
Pasan los días, Aoi y Yuuta se hacen mejores amigos y están los dos en una pista de tenis junto a sus hermanos mayores. Los mayores se ponen a jugar individuales y empieza hacerse un partido largo.
—Yuuta, me aburro ¿Nos vamos a otra pista?—pregunta Aoi quién no se puede quedar quieta mucho tiempo. Totalmente lo contrario a su hermano.
—Sí, pero deberíamos avisarles ¿no?—pregunta Yuuta.
—¡Nii-chan nos vamos a otra pista!—grita en voz alta y los dos pequeños se van pero sus hermanos no les escucharon, ya que estaban muy centrados debido a que ambos, aunque aún no lo sepan, son pródigos en el tenis y es un partido bastante igualado. Al final quién gana es Kunimitsu, mostrando que es el mejor de los dos.
—Eres muy bueno—sonríe Shusuke.
—Tú también—responde y se dan la mano, luego se giran y notan que sus hermanos pequeños no están.
—Se fueron—dice Fuji con una sonrisa, aprendió en este poco tiempo lo peligroso que es dejar a los dos niños sueltos, porque se meten en líos y ambos hermanos, toman sus cosas y corren a buscarlos.
—Deben estar en alguna pista de tenis. Se me olvidó que mi hermana no se puede quedar quieta mucho tiempo—dice Kunimitsu y escuchan un llanto.
—Ese es Yuuta—Fuji abre los ojos mostrando el color azul que tiene en ellos.
—¡Aoi!—Kunimitsu lo llama y los dos llegan a la pista donde Yuuta tiene una brecha en la cabeza, está llorando y Aoi está delante con una raqueta de tenis, temblando. Delante hay dos chicos mayores de secundaria.
—¡Fuera!—Aoi dice entre lágrimas, también está algo golpeada pero Yuuta se llevó un golpe de la raqueta en la cabeza.
—¡Yuuta, Aoi!—Shusuke llega hacia su hermano y ve que sangra en la frente mientras llora. Entonces uno de los chicos mayores hace un saque poderoso que va directa a Aoi pero Kunimitsu se pone delante, parando el tiro mientras pone una mirada seria.
—¡No os voy a dejar ir así como así, por lo que habéis hecho!—Kunimitsu dice con seriedad. Shusuke deja a su hermano en el banco con un pañuelo apretando la herida. Entra al campo y se agacha a la altura de Aoi.
—Aoi-chan, deja que los mayores nos encarguemos. Quédate con Yuuta y aprieta la herida con el pañuelo—le dice con una sonrisa mientras le acaricia y Aoi se pone a llorar.
—Es mi culpa, su herida. Él me protegió del golpe de la raqueta, se puso delante—llora Aoi.
—Ya veo, hizo muy bien. Ahora ve con él ¿sí?—sonríe y esta asiente, corre hacia su mejor amigo y le aprieta la herida de la frente.
Shusuke se pone al lado de Kunimitsu.
—Dejemos nuestra rivalidad a un lado, tenemos un objetivo común—Shusuke dice abriendo los ojos.
—Sí—indica Kunimitsu y ambos se ponen a jugar dobles contra esos estudiantes de secundaria. Al final los hermanos mayores ganan y los dejan por los suelos. Se acercan a sus hermanos pequeños y Kunimitsu llama a un adulto para que lleve al hospital a los dos pequeños y así le revisen las heridas. Al final Yuuta acabará con una cicatriz en la frente.
—Yuuta...lo siento, por mi culpa...—Aoi le empieza a caer lágrimas, la pequeña tiene varias tiritas por la cara.
—No te preocupes, Aoi—dice Yuuta y Aoi llora aún más fuerte y su hermano la abraza para que se calme.
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