Anna.
Un vestido rojo, con tiritas, ajustado al cuerpo. Fue lo que elegí ese día para ir de fiesta. Solo me maquillé un poco los ojos y la nariz, y me planche el pelo como a mi me gustaba.
Julia, quien estaba conmigo en la habitación, me alabó por mi elección, y terminó de prepararse con su minifalda y su top de encaje, ambos de color blanco.
-Estamos súper buenas amiga. -Dijo mi amiga, pintándose los labios con brillo frente al espejo.
Asentí, poniéndome unos tacones. Hoy, después de pasar unos minutos con George por la mañana, había tenido un subidón de autoestima que hacia mucho tiempo que no tenia, y por eso, quería lucirme bien. Además, alguien tenia que saber que yo, nunca seria suya.
Bajé al salón, haciendo mis pasos notorios. Los zapaos golpeaban el parqué, y en ese momento me sentí de lo más poderosa. Al final de las escaleras esperaba Lando, apoyado en la parte de atrás del sofá y con el celular entre sus manos. En cuanto me vio, guardó el teléfono y se puso completamente de pie sonriendo. Para mi suerte, le eché una mirada rápida para ver como iba vestido, y sin decirle nada, fui al baño a ver a George.
Me apoyé en el marco de la puerta observando como se peinaba el pelo hacia un lado. Estaba muy lindo.
-Fiu fiu. -Silbé, divertida.
Él dirigió su mirada hacia mí, rodó los ojos con gracia y dejó el peine en su lugar correspondiente. A continuación, salió del baño comprobando mi vestido. He e reconocer que yo hice lo mismo con el suyo.
-Wow, estas hermoso. -Admití, cruzándome de brazos.
-Vos si que estas hermosa, mi amor. -Pasó una mano por su barbilla.- Y muy sexy.
Me reí.
-Vos no tomas en las fiestas, ¿Verdad?.
-El alcohol no es algo que sea muy sano, ya lo sabes. -Negó.- Pero no voy a ser el que lleve el auto a pleno centro. Vamos en taxi.
-Me parece bien. -Sonreí.
George se acerco a mí, y me besó muchas veces en la boca, antes de tomarme la mano e ir hacia el salón de nuevo. Alla estaba Julia dando vueltas sobre si misma, delante de Lando, que sonreía sin si quiera mirar sus curvas.
-¿Es linda, eh? -Le pregunté, traviesa.
-Más linda que vos, seguro, fea. -Bromeó. George pasó un brazo al rededor de mi hombro, se rio y me apretó contra él.- Mira, Julia es un ángel, así tan de blanco, y vos sos una diabla, con ese vestido rojo. -Continuó hablando.- Solo te faltan los cuernos.
Tragué saliva sintiendo mis mejillas arder. Tema delicado, y él lo sabia. ¿Qué buscaba? ¿Sacarme de mis casillas?
-Mierda, y yo que pensaba que la diabla era yo. -Se quejó haciéndose la enojada.
-Bueno, puede que seas un ángel, pero recuerda que Lucifer, es un ángel caído y es el rey de infierno. -Le dijo, agarrándole la mano.- Sigues siendo mala y sexy también. Ya sabes, como el lobo vestido de cordero.
Julia lo miró cómplice, se acerco a él y rodeó su cuello pegándose a él. Este apenas reaccionó.
-Voy a vomitar. -Susurré, para que solo me escuchase George.- Es como tener una versión femenina y masculina de la misma persona que solo piensa en coger.
Mi novio estalló a carcajadas llamando la atención de los otros dos, que no entendían nada lo que pasaba, pero aún así, pusieron buena cara siguiendo el juego.
En el taxi, George se sentó adelante, y el resto atrás. Julia iba en el medio, recostada sobre Lando, y enseñándome cosas absurdas desde el teléfono.
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Bajo la piel // Lando Norris
Romance"Y así te empecé a querer, como quien no quiere aprender a querer y termina queriendo sin querer."