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Mientras Jungkook intentaba pescar algo, Jimin lo observaba atentamente debajo de un árbol para resguardarse del fuerte sol.

Estaba sumido en sus pensamientos y parecía estar preocupado por algo. Decidió que quizás debería conseguir algunas cosas para la fogata, así que se puso de pie y se acomodó la chaqueta que Jungkook le prestó para protegerse. Mientras ajustaba su ropa, echó un vistazo a Jungkook y luego comenzó a caminar hacia la maleza. Mientras caminaba, buscaba troncos secos y cortaba lianas para usar como cuerda. Estaba tranquilo y concentrado en su tarea, lo cual lo alegraba y le ayudaba a mantener su mente despejada.

Sin embargo, su tranquilidad no duró mucho tiempo. De repente, escuchó un grito, y sabía a quién pertenecía. Era Jungkook, quien lo llamaba desesperadamente. Sin pensarlo dos veces, Jimin soltó todo lo que había recogido y corrió hacia el lugar del grito, con lo peor en su mente. Llegó exhausto, con la respiración agitada por la carrera y el susto, pensando que algo le había ocurrido a Jungkook. Pero al verlo, sintió que su corazón latía como nunca antes.

Jungkook venía hacia él con una gran sonrisa orgullosa en su rostro, levantando el brazo derecho. En su mano sostenía un pez de buen tamaño y en la otra tenía una de las lanzas que había hecho. Finalmente había logrado pescar algo, y estaba ansioso por mostrarlo a Jimin, quien seguramente estaría feliz de tener algo para comer. Corrió a Jungkook cuando vio que este salía corriendo en su dirección y Jimin lo abrazó de manera desesperada, casi haciendo que ambos cayeran en la arena si no fuera por la fuerza del azabache.

Jimin también lo abrazó mientras sollozaba bajo, lo cual alertó a Jungkook.

—¿Que pasa? ¿Sucedió algo malo?.—preguntó preocupado, sin entender del todo la reacción repentina del rubio. Jimin levantó la cabeza y le respondió tembloroso y algo molesto.

—¡M-me asustaste, tonto. Pensé que te había pasado algo malo!.

Jungkook estaba confundido y preocupado, pero también se sentía feliz de saber que Jimin estaba preocupado por él. A pesar de que el rubio había estado solo durante mucho tiempo, aún tenía ese miedo a quedar solo otra vez. Jungkook no pensaba dejarlo solo. Sentía la responsabilidad de cuidarlo y protegerlo.

—Jimin... mírame.—dijo Jungkook mientras levantaba el mentón del rubio para que lo mirara.—Lamento mucho haberte asustado, no era mi intención. Quiero dejarte claro que no pienso dejarte solo, porque quiero que estés bien y a salvo, y no quiero que te preocupes por mí y pienses que me pasará algo malo todo el tiempo. No pasará, te lo prometo.

Abrazó más fuerte al rubio y siguió hablando:

—¿Dejarías que cuide de ti? ¿Dejarías que te ayude a superar los miedos que están en tu interior y reparar tu corazón herido?.

Jimin escuchó en silencio, sin saber qué decir. Finalmente, Jungkook soltó una risa nerviosa contagiosa que también hizo reír al más bajo.

—Quisiera al menos intentarlo, con tu aprobación, claro.—dijo todavía abrazando al rubio, mostrando su sincero deseo de cuidarlo y ayudarlo a sanar. Jimin lo mira sin poder decir ninguna palabra debido al nudo que aún siente en su garganta por las palabras de Jungkook. Este último le sonríe, tratando de transmitir confianza.

Aunque sigue conmocionado, Jimin asiente, dejando que las lágrimas salgan a flote y haciendo evidente su aceptación de la propuesta de Jungkook. Este lo abraza un poco más fuerte mientras le asegura que cuidará de él y estarán juntos mientras estén en ese lugar.

—Gracias.—dice Jimin mientras abraza al azabache

—Prometo que cuidaré bien de ti mientras estemos aquí y mientras yo viva—luego se separa un poco.—Muy bien ¿es hora de que empecemos a preparar el pescado, ¿te gustaría?.

Jimin asiente, ya más calmado, y se aleja para que puedan caminar hacia un árbol grande en el lugar. Bajo este árbol hay un pequeño hueco perfecto para hacer un fuego sin que se apague con el viento. Sin embargo, al estar cerca del árbol, Jimin se detiene repentinamente al recordar que no ha traído nada de lo necesario para encender la fogata. Se siente avergonzado al darse cuenta de que ha olvidado traer el equipo necesario debido al susto que sintió por Jungkook.

Jungkook, al notar la reacción del rubio, se acerca y levanta su cabeza para que lo mire.

—¿Sucede algo?.

—Y-yo pensé que te había pasado algo malo o que habías tenido un percance con la lanza.—confiesa Jimin entre sollozos.—Estaba asustado así que tire todo y corrí. Yo...de verdad no quiero que nada malo te pase, no puedo evitar preocuparme por eso, Jungkook... No quiero estar solo, no otra vez, no soportaría otra perdida.

Jimin baja la mirada avergonzado mientras se le escapan más lágrimas. Jungkook lo abraza y le susurra al oído:

—No pienso dejarte solo, no quiero que te sigas preocupando por esto, como dicen... 'Hierba mala nunca muere'— Intenta hacer una broma para aliviar la situación.—Ese soy yo, Jimin. Lo he sido siempre y siempre lo seré. Escucha, tú y yo saldremos de esto juntos, ¿Confías en mí?.

Jimin asiente nuevamente, esta vez más convencido, y le devuelve una sonrisa a Jungkook, aunque sus ojos aún están húmedos por las lágrimas que ha derramado.

—Tendré fe.

—¡Así se habla!. Ahora vamos a buscar esos palos voladores y a hacer ese pez que casi me saca un dedo de mi piecito.—bromea haciendo reír a Jimin.

—Yo iré por ellos y tú te encargarás del pescado.

Jungkook alza una ceja ante la propuesta del rubio.

—¿Qué? Ni creas que tocaré ese pez maloliente.—arruga la nariz y luego sonríe.—Además, creo que aún está vivo y me da cosa ver cómo lo matas, así que tú te encargas de él y yo voy por la leña. ¡Ah! Además, creo que debes vengarte por lo de tu dedo.

Dicho eso, Jimin parte con una sonrisa, dejando a Jungkook atrás.

—Sí, claro. ¡Cuando esté listo, te estaré viendo cómo te lo devoras!.—gritó para que el rubio lo escuchara antes de perderse entre las malezas. Sonrió negando con la cabeza y el miro al pez.—Bien, creo que quedamos tú y yo, amigo.—murmura Jungkook mientras mira al pescado a su lado mientras lo preparaba y limpiaba.—Ahora creo que el pequeño enano bello tiene razón. Debo vengarme porque casi me sacas mi dedo y eso no me gustó nada.

Habló por un rato como si el pescado le entendiera, lo cual hizo reír a Jungkook. Cuando levantó la mirada, vio a Jimin con los brazos llenos de leña y lianas encima de ellos, y este tenía una sonrisa burlona en su cara. Sin embargo, Jungkook borró su sonrisa ante la vergüenza de haber sido atrapado por el rubio hablando solo con un pez muerto. La tarde sería muy larga, pero a Jungkook le gustaba la idea de pasar más tiempo con aquel rubio de linda sonrisa y ojos de selva, cuya sola presencia te hacía perder en su brillante mirada.

















































































¿Que dicen?
¿No sé ven lindos juntos?
⭐👀💕

Nos leemos luego 🐾

⚠︎𝐂ℎ𝑖𝑐𝑜 𝐏𝑒𝑟𝑑𝑖𝑑𝑜⚠︎  ꧁𝙺𝙾𝙾𝙺𝙼𝙸𝙽꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora