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꧁ᴥ︎︎︎Park Hyunjoonᴥ︎︎︎꧂





—Está listo, señor Park —dijo mientras le sonreía y acomodaba sus gafas.

—Muchas gracias, Nana.—se levantó del sillón abrochando el botón de su saco.

Estaba nervioso; su esposa estaba en en su habitación, durmiendo después de tomar su medicamento diario antes y después de comer.

Habían ido de compras junto con Nana y dos hombres más que les ayudaron a cargar las cosas que compraron.

—¿Crees que le guste? —preguntó, tomando un muñeco de felpa grande y amarillo con forma de perrito con la lengua afuera.

Era muy lindo y tierno de ver, se parecía a su hijo pequeño. Sonrió al recordar a Jimin cuando era pequeño, tan tierno con sus mejillas regordetas y sus cabellos rubios como los rayos del sol. Y esos ojos, esos hermosos ojos que tanto extrañaba y que pensó que nunca volvería a ver.

Pero no fue así, porque nunca perdió la esperanza de que su hijo siguiera vivo, de que su pequeño Jimin estaría con él de nuevo y volverían a formar una familia completa.

—Le aseguro, señor Park, que le encantará —dijo Nana, sacándolo de sus pensamientos. Miró el muñeco en sus manos y suspiró—. ¿Sucede algo?

—Nana, tú que has estado con la familia desde antes de que yo naciera, ¿crees que Jimin quiera volver a estar con nosotros? —quiso saber cuando le entregó el peluche al segundo guardia detrás de ellos.

—Le aseguro que su hijo querrá estar con ustedes, señor, pero por ahora siga pendiente de él y de sus necesidades —respondió Nana, tomando el brazo que el señor Park le ofrecía para poder seguir caminando—. La decisión que tome, al igual que usted la tomó, deberá respetarla. Recuerde que él ya no es un niño, pero siga visitándolo, hable con él para que pueda conocer al resto de la familia, y con el tiempo él verá que siempre tendrá un lugar en ella al cual volver.

—Gracias, Nana, eres realmente la mejor —dijo, tomando su mano y dándole un beso en el dorso, sonriendo—. Me hubiera gustado que fueras tú mi madre.

—Tú eres el hijo que nunca pude tener, cariño. Lamento mucho lo que pasó con tus padres, pero sabes que me tienes aquí para todo lo que necesites —respondió Nana, besando su frente.

—Claro que sí. Por ahora, quiero que me ayudes a buscar ropa para poder llevarle —dijo, asintiendo, y caminaron hacia la tienda de ropa que quedaba al otro lado de la de peluches.

Sus hombres estaban detrás con algunas bolsas y cajas.

...

—¿Seguro quieres hacerlo? —preguntó Jin con una sonrisa mientras se ajustaba sus guantes.

—Sí, Hyun, yo... quiero volver a mi color natural —dijo Jimin tímidamente.

Jin asintió, era su decisión y su cabello, después de todo. Aunque el rosa le quedaba bien, tenía que admitir que Jimin rubio era mucho más tierno y lindo.

—Luego, quisiera visitar a mi padre —añadió Jimin.

Jin asintió con una sonrisa y se puso los guantes. Tenía un traje puesto y una mascarilla, ya que no le gustaba el olor de la tintura y su bebé se movía cuando lo olía, dejando en claro que no lo aprobaba.

—De acuerdo —dijo Jin, acercándose a Jimin mientras se ponía los guantes.

Su traje estaba hecho a medida y llevaba una mascarilla para evitar inhalar los vapores de los productos. Comenzó a preparar todo para la tintura de cabello de Jimin.

—Empecemos con esto.

Jimin sonrió y asintió.

Después de un tiempo, un rubio caminaba por las calles hasta llegar a la parada de autobús. Se sentó en la banca a esperar su transporte mientras escuchaba música con sus auriculares puestos.

Observaba a las personas pasar a su lado, preguntándose a dónde se dirigían. Tal vez estaban yendo a trabajar o tal vez volvían de su trabajo, no lo sabía.

Una vez el autobús llegó a su destino, Jimin bajó y siguió caminando hasta llegar a la dirección que le habían dado. Se acercó al portón plateado y tocó el timbre, notando una cámara que apuntaba en su dirección.

Pasó saliva y saludó a la cámara antes de que la voz del otro lado hablara.

—¿Park Jimin? —preguntó la voz.

—Soy yo.

—Por favor, entra.

El sonido de un clic y las puertas del portón se abrieron, permitiendo que Jimin entrara. Antes de cruzar, hizo una reverencia hacia la cámara, causando que el viejo guardia que estaba monitoreando sonriera enternecido.

Sin duda alguna, Jimin no había cambiado.

Se acercó a la puerta y observó todo el lugar. Era una mansión enorme, incluso más grande que la casa de Jungkook, y lucía más refinada y hermosa.

El jardín era impresionante, con flores hermosas por todas partes. Se quedó sin palabras.

Tocó la puerta y esperó un momento. Cuando esta se abrió, se encontró con una mujer alta de cabello castaño, ojos color miel, vistiendo un traje azul y blanco con un delantal. Llevaba el cabello recogido en una coleta y tenía una sonrisa radiante.

Jimin hizo una reverencia, que fue correspondida de inmediato.

—Buenas tardes, joven Park. Por favor, adelante—dijo la mujer apartándose para darle paso.

Jimin entró y admiró su entorno, quedando encantado con todo lo que veía. Era absolutamente hermoso, como un palacio.

—Por favor, toma asiento un momento. El señor Park, bajará en un minuto.

—Gracias —respondió Jimin con cortesía.

~No hay de qué, joven. Permíteme salir, tengo que seguir con mis tareas.

La mujer hizo otra reverencia y Jimin inclinó la cabeza en señal de agradecimiento antes de que ella se fuera a la cocina.

—Bienvenido, joven Park —dijo otra voz, era de una mujer.

Sonaba un poco rasposa y cansada, pero se notaba la alegría en su tono al mencionarlo. Jimin se giró, abriendo la boca por la impresión.

—Usted... —murmuró mirándola impresionado, lo que provocó una leve risa en la mujer.

—Me alegra volver a verte, joven —sonrió—. Ha pasado mucho tiempo.

—¿Nana? —preguntó Jimin, sorprendido.







































Que dolor de cabeza que tengo💢

Bueno, aquí otro. Espero les guste.

Nos leemos luego 🐾

⚠︎𝐂ℎ𝑖𝑐𝑜 𝐏𝑒𝑟𝑑𝑖𝑑𝑜⚠︎  ꧁𝙺𝙾𝙾𝙺𝙼𝙸𝙽꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora