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꧁ᴥ︎︎︎Instinto de Lisaᴥ︎︎︎꧂


-Sí, luego me pidió que lo ayudara con la regadera porque él no sabía cómo abrirla. Lo hubieran visto, todo sonrojado, es muy tierno verlo así.-comentó Jin, mientras les contaba sobre la primera vez que Jimin llegó a la casa.

Cómo no sabía cómo usar la regadera, cómo comer adecuadamente porque no sabía utilizar los utensilios correctamente, e incluso cómo se trababa y se sonrojaba cuando intentaba expresarse.

Había mucho por aprender y tuvieron paciencia con él para guiarlo por el buen camino, y estaban más que felices con los resultados.

Jimin ahora estaba tiernamente más llenito, ya no se notaban sus costillas y sus brazos tenían más grasa. Sus cachetes estaban más rellenos y sus labios eran más luminosos y más grandes que antes.

Su cuerpo cambió al 100%, pero no de forma exagerada, sino con buena salud física que encantó a todos desde que pasó por ese proceso. Además, Jin lo estaba ayudando a estudiar.

Jimin aprendió a leer con la ayuda de los libros que Jin le proporcionaba y con la paciencia del pelimorado, que ya tenía su pancita de un mes. Todo esto fue posible gracias a ellos, que ayudaron a Jimin a volver a ser ese niño tierno que alguna vez fue.

Sin embargo, el destino aún le presentaba pruebas en el camino, y él tenía que saber cómo enfrentarlas. Como este proceso que estaba viviendo debido a una mujer "celosa" que pensaba que le quería arrebatar al "amor de su vida".

Por eso sufrió los malos tratos, los golpes que le daba de vez en cuando, cuando lo encontraba solo o simplemente lo amenazaba diciéndole que se alejara de Jungkook.

Pero ahora que Lisa llegó, se sentía bien. Se sentía como si fueran familia, con el cuidado y protección que ella le brindaba, como si fuera su madre. Sonreír con sinceridad, eso era algo que no había podido hacer en días.

Lo hacía forzadamente cuando estaban en la mesa o cuando le hablaban o le preguntaban si estaba bien. Claro que les mentía diciendo que sí, que estaba bien y que no se preocuparan, incluso cuando veían los leves rasguños en su cara.

Se sentía muy mal cuando lo hacía, pero ahora ya no lo sentía así. Se sentía tan bien teniendo a Lisa y a Hoseok ahí con ellos, especialmente por lo cariñosos que eran con él.

Ellos le hablaban animadamente, Lisa sonreía mucho y Hoseok reía mucho por sus ocurrencias, y eso a Jimin le agradaba mucho.

-De eso ya nos dimos cuenta.-dijo Hoseok con una sonrisa al mirar al rubio, quien se sonrojó por milésima vez en el día.

No dejaban de decir lo tierno que era, lo cual los hizo reír y a los demás hacer gestos tiernos hacia él, avergonzándolo aún más, pero en el buen sentido.

-Entonces, Jimin, ¿la estás pasando bien aquí?.-le preguntó Lisa una vez que terminó de beber su malteada, dejándola sobre la mesita de cristal que estaba en el centro para prestarle atención.

Jimin nuevamente se sonrojó al tener la mirada de todos los presentes en él, ya que aún no estaba acostumbrado a ello.

-S-sí, supongo.-respondió nervioso, jugando con sus manos, lo cual no pasó desapercibido para ella.

-¿Supones? ¿Quieres decir que no es así del todo?-cuestionó Lisa, sabiendo exactamente lo que estaba haciendo.

Las miradas confundidas de todos se posaron sobre ella, pero ella se mantuvo impasible. Todos, excepto Jimin, quien se tensó por esa pregunta.

-¿Sucede algo, Jimin? Estás un poco tenso.

- No es n-nada.-respondió, tragando saliva mientras sus palabras eran atravesadas por los nervios.

Disimuladamente, miró de reojo a la pelirrubia, quien lo miraba como si le dijera "Abre la boca y te mato". Por eso, suspiró e intentó sonreír.

Agradeció al cielo cuando el pelirrojo se levantó, llamando la atención de todos, ya que no sabía qué responder a esa "simple pregunta" por parte de Lisa.

-Muy bien, creo que llegó el momento de que me retiré. Debo regresar antes que Yoongi.-dijo poniéndose de pie y mirando su reloj, eran las 19:00.-En media hora llega y debo estar para atenderlo, o si no, tirará la casa por la ventana.

-¿No te quedarás a cenar?.-preguntó Jungkook, también poniéndose de pie.

-No, lo siento, amigo.-lo miró con pena, y él le dio un abrazo.-Prometo que la próxima vez, en serio, quisiera probar su bufé, señor Jin.

- Está bien, Hoseok, eres bienvenido cuando quieras visitarnos.-respondió Jin con una sonrisa.-Y por favor, solo Jin. No estoy viejo para lo de señor.

- Está bien, Jin, y muchas gracias por recibirnos... ¿Jimin?.-esta vez habló dirigiéndose al rubio, quien se levantó y en un movimiento rápido lo abrazó, siendo correspondido con sorpresa y cariño.-Fue un gusto volver a verte, pequeño. Espero volver a hacerlo, pero por más tiempo para charlar.

-Gracias por venir, Hobi Hyun.-le sonrió cuando se separaron del abrazo.-Espero que no tardemos en volver a vernos.

-Claro que sí.-le revolvió el cabello, haciendo reír a Jimin y a los presentes, excepto a una persona que rodó los ojos con fastidio.-Bueno, nos vemos pronto chicos.

-Hasta mañana.

- Adiós.

Así se despidieron y se fueron. Luego, la pelirrubia se despidió solo de Jungkook, quien muy amablemente la acompañó hasta la puerta. Suspiró sonoramente cuando cerró la puerta detrás de él.

Jungkook se dirigió a la cocina, donde solo estaba Jimin con un vaso de jugo en la mano sin tocar y la mirada perdida. Al acercarse a su lado, se preguntó por qué estaba ahí, ya que Lisa se había ido a su habitación a ducharse y Jin a cambiarse para preparar la cena.

Pasó una mano frente a la cara de Jimin para ver si podía sacarlo de su ensimismamiento, y enseguida volvió en sí.

Por un momento, miró al azabache a su lado, pero al darse cuenta de ello, se levantó como si hubiera visto un fantasma, lo que hizo que Jungkook frunciera el ceño confundido por su comportamiento.

Jimin llevaba haciendo eso durante días, casi tres semanas para ser exactos, y sinceramente, no sabía por qué. Pero iba a averiguarlo en ese mismo instante.

-Jimin.

El rubio bajó la cabeza, sabiendo que Jungkook no entendía por qué hacía lo que hacía. Pero lo hacía por su bien y por el suyo propio, al menos eso es lo que le decía esa mujer.

-Yo... lo siento mucho, Kook.- dijo apenas audible.

Esto solo confundió más a Jungkook, quien se acercó a él sin que esté se diera cuenta. Agradeció eso, porque si lo veía, saldría corriendo y eso le disgustaba porque no sabía por qué lo estaba evitando.

¿Habrá hecho algo mal?

¿Algo no le habrá gustado?

Esos pensamientos y muchos más le atormentaban la cabeza mientras Jungkook se acercaba al rubio, quien sin darse cuenta dejó escapar algunas lágrimas.

Jungkook se alertó por eso y finalmente se acercó con mucha delicadeza. Le tomó del mentón y lo obligó a mirarlo.

Sus ojitos rojos por las lágrimas acumuladas, su naricita roja también por estar sorbiendo sus mocos y su puchero fueron los culpables de que el corazón de Jungkook se acelerara como si hubiera corrido una maratón.

-¿Qué fue lo que te pasó?.-susurró cerca de su rostro, acunando su rostro para limpiar sus lágrimas con los pulgares.-Dímelo, Jimin. ¿Qué es lo que te agobia? ¿Qué pasó para que estés así? ¿Acaso hice algo mal?.

- L-lo s-siento...-susurró nuevamente lo mismo.

No podía decirle, no podía. No podía decirle que estaba siendo amenazado, no podía decirle que una mujer venía todos los días sin falta solo para decirle que no quiere verlo cerca ni siquiera hablar con el azabache, porque de lo contrario recibiría un golpe o una bofetada.

Jungkook no sabía por qué se estaba disculpando, no sabía qué le pasaba. Así que simplemente lo abrazó fuertemente, diciéndole que está para él.

Pero eso es lo que Jimin quería que entendiera, que no podía estar a su lado, que no podía hablar con él.

Así que intentó separarse, realmente lo intentó, pero fue imposible. Su fuerza no era mucha, no comparada con la del azabache, porque Jungkook no pensaba dejarlo ir, no hasta saber qué es lo que lo tiene mal.

Era su deber protegerlo, cuidarlo, ayudarlo en todo momento.

-Déjame ayudarte, Jimin... por favor...-suplicó Jungkook con angustia.

El mencionado se detuvo con sus forcejeos cuando escuchó la voz angustiada de Jungkook. Sintió cómo su corazón se estrujaba, porque por su culpa el azabache estaba mal.

Así que él también se permitió llorar esta vez aferrándose fuertemente a la espalda del azabache.

Jimin se sentía un tonto por no saber cómo lidiar con la situación en la que estaba. Él solo era un niño inocente, no sabía que podría hacer que otra persona lo odie sin motivo aparente.

"¿Por qué yo? ¿Qué hice de malo?"

Se preguntaba a sí mismo mientras se aferraba a Jungkook, quien tenía una mano en su cabello y la otra en su cintura, intentando calmarlos a ambos.

Sin que ellos fueran conscientes, alguien los escuchaba del otro lado de la puerta. Tenía los puños apretados con fuerza y la cara roja de la furia.

Lisa había llegado hace rato, pero al ver la escena, no quiso molestar. Sin embargo, al ver a Jimin llorar silenciosamente y a Jungkook acercarse a él, forcejear pero finalmente permitirse llorar y verlos abrazados llorando, llenó de coraje.

Ella comprendía la causa por la cual Jimin no quería estar cerca de su primo. Sabía que algo sucedía entre ellos, que había una conexión especial. Por esa razón, decidió tomar la decisión de ayudar a Jimin y a su primo.

Especialmente a Jimin, quien ganó su corazón rápidamente y a quien estaría dispuesta a dar todo para ver esa hermosa sonrisa en su adorable rostro. Además, Jimin le recordaba a su hermano.

Lo haría por ellos dos, porque ambos merecen estar juntos, aunque todavía no se den cuenta de lo que sienten el uno por el otro.

-No se preocupen.- murmuró para sí misma al presenciar la escena en la cocina, donde ambos chicos aún permanecían abrazados.-Yo me encargaré de todo, les juro que haré que pague por cada mal que haya hecho en su vida. Me las pagará a mí y también a ustedes. No se meterá más en nuestras vidas, me aseguraré de ello.

























A Lisa, ya que en como en muchas historias también la tienen como la mala, quise retratarla como la adorable que ayuda a Minnie, y la verdad me gusta mucho🥺❣️

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Nos leemos luego 🐾

⚠︎𝐂ℎ𝑖𝑐𝑜 𝐏𝑒𝑟𝑑𝑖𝑑𝑜⚠︎  ꧁𝙺𝙾𝙾𝙺𝙼𝙸𝙽꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora