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Ambos se encontraban ordenando su lugar de descanso, y luego decidieron salir un momento a tomar un poco de aire. Ese lugar era hermoso y Jungkook quería seguir explorando y descubrir más acerca de la isla, ver todos sus encantos y adentrarse más. Sentía que el lugar lo llamaba y quería conocerlo a fondo, de punta a punta.

"Pero no puedo dejar al pequeño rubio solo", pensaba. Sabía que si lo dejaba solo, se asustaría y no quería eso. Lo haría, irá, pero esperaría a que el rubio estuviera dormido para que fuera más fácil escabullir sé. Después de todo, ¿no estaba mal dar una vuelta por la zona sin que hubiera monos en la costa?.


Estaba ansioso.

—¡Jungkook!.

Saltó del susto al escuchar el grito en su oído y se tapó rápidamente, haciendo una mueca de dolor.

—¿Que pasa?.—Miró con ceño fruncido al pequeño rubio que yacía a su lado.

—No me estabas escuchando, te estaba hablando, pero tenías cara de tonto mirando a la nada.—dijo el rubio con un pequeño berrinche que para Jungkook fue más tierno que el mismísimo Mickey Mouse.

—Lo siento, estaba pensando en algo... Espera, ¿acabas de llamarme cómo?.—lo miró y frunció ligeramente el ceño para no asustarlo, ya que sabía cómo era.—¿Sabes que soy mayor que tú, no? Deberías respetarme.

—Pues lo siento, pero es tu culpa por no prestarme atención y estar pensando en lo que sea que estés pensando.—respondió el rubio, dándole la espalda enojado.—Parecía un tonto hablando solo.

Pero lo que no esperó Jimin, es que Jungkook lo abrazara por detrás, pasando sus brazos su cintura y pusiera su mentón en su hombro. Esto sorprendió al rubio de tal manera que dio un brinco y cayó en la arena con el cuerpo del azabache encima suyo, con sus caras muy cerca. Se miraron a los ojos sorprendidos por un momento, sus respiraciones aceleradas. Jungkook miró los labios de Jimin y por un momento... deseó probarlos.

Pero antes de cometer una tontería, se puso de pie rápidamente. Ahora la tensión en el lugar era incómoda para ambos y no sabían cómo actuar. Jungkook carraspeó su garganta, se acomodó su ropa y se dio la vuelta para ir a sentarse frente al mar. Jimin no sabía qué hacer, pero al tocarse la cara sentía que estaba caliente. Llevó su otra mano a su pecho y pudo sentir el latido acelerado de su corazón. Esto hizo que se pusiera más rojo que hace un momento.

—¿puedes venir un momento?—llamó. El rubio se acercó a su lado y lo miró.

—¿Que sucede?.

—¿Puedo... puedo hacerte una pregunta? Y quisiera que me contestaras con sinceridad, ¿sí?.

—Trataré.—lo pensó un momento antes de asentir levemente con la cabeza.

Jungkook suspiró profundamente antes de hablar.

—¿Qué fue lo que pasó con tu hermano? Mí curiosidad es grande.—lo miró de reojo mientras hablaba suavemente.—Puedes confiar en mí.

Jimin ya tenía los ojos cubiertos de lágrimas. De todas las preguntas, ¿por qué esa? ¿Por qué quería que le contara?

No supo qué hacer o qué decir por lo abrumado y perdido que quedó, así que se levantó rápidamente y empezó a correr hacia la espesa selva. Jungkook, muy preocupado, se levantó y lo siguió mientras gritaba su nombre y le pedía que esperara, pero este simplemente lo ignoraba y seguía corriendo. Esto provocó que Jungkook se sintiera culpable por haberle preguntado algo tan delicado. Se equivocó, lo supo cuando vio la reacción del rubio, y eso lo entristeció mucho.

No pensó que reaccionaría así y mucho menos que saldría corriendo como si su vida dependiera de ello. Mientras corría, no pudo evitar recordar cuando se conocieron y cómo, en este momento, se detuvieron para regular sus respiraciones. Cuando alzó la vista, vio a Jimin, con una mano apoyada en un árbol y la otra en su pecho, intentando controlar su respiración y las lágrimas que querían salir

Sin embargo, no pudo evitar soltar un sollozo, lo cual alarmó a Jungkook, quien se acercó rápidamente para ayudarlo a levantarse.

—Jimin, lo siento mucho, yo... yo solo quería...—intentó explicar Jungkook, pero el rubio lo miró y eso lo hizo callar de inmediato.—¿Estás bien?.

Suspiró profundamente cuando Jimin negó con la cabeza.

—Yo...-hablo en voz baja, y este hizo un sonido con la boca para indicar que estaba escuchando.—Y-yo... quería mostrarte algo. Sígueme.

Sin más, se levantó y comenzó a caminar, sintiendo un enorme nudo en la garganta, y Jungkook lo siguió sin entender a dónde iban. Si el rubio quería mostrarle algo o desahogarse, él lo escucharía. Eso es lo que quería ahora más que nunca. Continuaron caminando, pero el rubio se detuvo bruscamente al lado de un arbusto de espinas.

—Cuidado.—advirtió, rodeando el espinoso arbusto y saliendo al otro lado.—Este es el causante de algunas marcas en mi cuerpo.

Dijo eso con naturalidad, como si no fuera algo importante. Esto sorprendió mucho a Jungkook, quien intentaba no rozarse con ninguna de las puntas afiladas de las espinas. Pero al imaginarse al pequeño rubio con esas marcas, solo pudo preocuparse y preguntarse qué habría estado haciendo para hacérselas.

Sin embargo, sus pensamientos fueron interrumpidos cuando chocó con el cuerpo del rubio. Jimin se había detenido de repente cuando llegaron a su destino, lo supo al verlo limpiando algunas lágrimas. Se acercó lentamente a un lugar cubierto por grandes rocas, como una montaña de rocas de diferentes tamaños, con flores alrededor.

Jungkook no entendía lo que estaba pasando, pero pudo ver que encima había varias cosas, como un collar, zapatos negros y una manta azul y roja. Pero lo que escuchó a continuación lo desconcertó y sintió como si le arrojaran un balde de agua fría en la cara y en todo el cuerpo.







Es la tumba de mi hermano.















































































Ay🥺


Nos leemos luego 🐾

⚠︎𝐂ℎ𝑖𝑐𝑜 𝐏𝑒𝑟𝑑𝑖𝑑𝑜⚠︎  ꧁𝙺𝙾𝙾𝙺𝙼𝙸𝙽꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora