⚠︎𝐂ℎ𝑖𝑐𝑜 𝐏𝑒𝑟𝑑𝑖𝑑𝑜⚠︎ ꧁𝙺𝙾𝙾𝙺𝙼𝙸𝙽꧂

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꧁ᴥ︎︎︎Avisoᴥ︎︎︎꧂

Esta parte es lo que pasó antes en el capitulo anterior.

—

¿Nana? — dijo sorprendido. Sabía quién era y no pudo evitar sonreír un poco —. Usted es la misma de la tienda...

Estaba sonriendo enternecida por la actitud tierna del más bajo y asombrado rostro.

—Hola pequeño, me alegro mucho de volverte a ver.—le sonrió, se acercó a su lado y Jimin le miró curioso por cómo esta le miraba, con ojos brillantes, como si se estuviera conteniendo para no llorar ahí mismo.

Ella levantó su mano para acariciarle la mejilla lenta y cariñosamente, lo cual en ese mismo momento lo hizo sentir vulnerable.

Jimin no supo por qué, pero se sentía tan bien con esa simple caricia. Sonrió cuando ella sorbió su nariz y parpadeaba para apartar las lágrimas.

—Por favor, toma asiento cariño. ¡Sara!.—llamó a una sirvienta.

Esta se acercó rápidamente donde ellos e hizo una reverencia, mientras Jimin se sentaba en el amplio sillón de cuero blanco.

—¿Si?.

—Sara, pídele a la cocinera que prepare la cena por favor y que se asegure de que quede deliciosa. Hoy tenemos un invitado muy especial.

—Claro Nana, enseguida.—dijo sonriendo hacia Jimin amablemente, hizo otra reverencia y se fue a hacer lo que le pidieron.

—Cuéntame pequeño, ¿cómo has estado?.—preguntó mientras se sentaba a un lado de él, pero apartada para poder verlo mejor.

En ese momento sintió tanta nostalgia al ver esos hermosos ojos, verlos tan brillantes y él sin dudas ha cambiado muchísimo. Sigue conservando su belleza natural, pero está mucho más hermoso.

—Bien, ¿y usted?.— estaba nervioso, jugaba con sus dedos pues no sabía qué decir.

Nana rió por lo tierno que se veía.

—Yo estoy de maravilla cariño, y por favor, dime Nana pequeño, recuerda.—le guiñó el ojo justo antes de escuchar unos pasos bajar las escaleras.

Tanto Jimin como Nana miraron al hombre entrar hacia donde estaban ellos. Nana miró de reojo a Jimin y sonrió al ver la sonrisa formándose en el rostro del pequeño.

"Mi pequeño, sin duda no has cambiado nada" pensó con sus ojos brillantes otra vez por las lágrimas.

—Jimin, qué sorpresa me llevé cuando me dijeron que estabas aquí.—comentó con una gran sonrisa en su rostro.

—Sí bueno, yo quería visitarle... papá.—sonrió tímido, jugando con sus deditos, haciendo que el corazón de los presentes quisiera morir de ternura.—Espero no haberle molestado...

—¡Para nada!.—se acercó y puso una mano en su mejilla y sonrió mientras le acariciaba. Jimin cerró sus ojos y se inclinó más hacia su mano.—Jamás serás una molestia. Siempre tendrás mi atención y estoy muy feliz de que estés aquí, cariño.

—Yo... quería agradecerle por todos los regalos... no tenía que hacerlo.— comentó apenado.

—Patrañas, eres mi hijo y si yo quiero, te compro la tienda entera. ¿Sabes por qué?.—preguntó a lo que Jimin negó tímido.

—No...

El señor Park se sentó y sonrió al lado de su pequeño mientras le acariciaba la cabeza.

—Porque ustedes son lo más preciado que tengo, pequeño yo... yo jamás me perdonaré por todo lo que te ocurrió, cariño, pero quiero que sepas que siempre me tendrás a tu lado y que, sin importar nada, buscaré a los causantes de todo lo que sucedió y los haré pagar por meterse con mi familia. Lo prometo.

Terminó besando su mano y frente.

"¿Causantes?" pensó Jimin.

La misma sirvienta llegó para avisar que la cena está lista. El señor Park sonrió agradeciéndole y caminó con Jimin de la mano. Nana iba detrás de ellos con una sonrisa mientras se sentaban y comenzaban a charlar, contándole a Jimin muchas cosas que sucedieron en su ausencia.

Pero lo que no sabía era que el Señor Park le tenía una sorpresa a Jimin, una sorpresa que al parecer él no conocía. Resulta que Jimin no conocía a sus hermanos ni a su madre.

Sin embargo, su madre estaba en su cuarto, dormida. Había tomado su medicamento para poder descansar tranquila, sin ser consciente de que en la casa estaban festejando el regreso de su preciado hijo, de Jimin.

Pero el Señor Park ya tenía todo planeado. Haría una reunión con sus hijos y les daría la mejor noticia de todas: el regreso de su hermano, de Jimin. Luego llevaría a Jimin para que conociera a su madre.

"Ojalá todo salga bien", pensó el Señor Park mirando a su pequeño reír junto a Nana.

Jimin pasó la mejor cena de su vida, junto a su progenitor y su Nana.

"Esto es lo mejor", sonrió feliz, sintiendo su pecho llenarse de alegría y paz.

Mientras tanto, Jungkook caminaba por las calles mirando su celular para ver la hora y queriendo regresar a casa. Pero una mano en su hombro lo tomó desprevenido, haciéndolo saltar y casi dejar caer el celular al suelo.

—Lo lamento, no era mi intención asustarte.— dijo el chico rápidamente, avergonzado por haberlo asustado.

Jungkook lo escaneó de arriba abajo, alzando una ceja.

—¿Te ayudo en algo?.—preguntó mientras tomaba bien la bolsa en su mano.