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꧁ᴥ︎︎︎¿Ahora que?ᴥ︎︎︎꧂



~¡Jin Hyun, por favor, no digas esas cosas! - gritó desde el baño.

~Ay, no debes avergonzarte, Minni. Es normal que Jungkook quiera besarte.

Siguió molestándolo, conteniendo la risa. Sabía que Jimin en este momento estaría rojo hasta el cuello de la pena.

Jimin le había contado a Jin lo que había pasado con Jungkook la otra noche. No tenía a nadie más a quien contarle sus cosas, y ¿quién mejor que su Hyun? Él ya los había visto una vez casi besarse en la sala.

Además, Jin sospechaba algo. Jimin actuaba de manera diferente. Estaba más sonriente, más energético. A veces se perdía en sus pensamientos mientras hablaban, o simplemente el mundo dejaba de existir a su alrededor cuando Jungkook estaba cerca.

Así que, sin poder contener la intriga y la curiosidad, Jin le preguntó directamente. Jimin no sabía qué decirle, hasta que se rindió y le contó todo a Jin. Este lo abrazó, hasta donde su barriga hinchada se lo permitió, feliz de que finalmente su cuñado diera el primer paso.

Cuando Jimin le dijo que no sabía qué hacer, Jin lo ayudó con algunas cosas importantes en una relación: la confianza, la sinceridad y, sobre todo, la verdad.

Además, le dijo algunas cosas que Jimin se avergonzó de escuchar, cosas que Jin dijo con total libertad como si no fueran nada para él.

Lo más penoso para Jimin fue cuando Jin le dijo que, en algunas ocasiones, sí podía pasar, y que debería ser él quien diera el primer paso para ir un poco más lejos.

Por supuesto, no quiso decir que tuvieran relaciones de inmediato, pero eso fue lo que Jimin entendió. Por eso, con la cara roja y Jin riendo, corrió al baño y lo aseguró.

Respiraba agitado por su corazón que latía a todo galope. No podía evitarlo; en un momento, llegó a pensar en eso.

"Fue sin querer", se decía a sí mismo, recordando cuando vio a Jungkook sin camisa.

Se sonrojó de nuevo al recordarlo, sacudiendo la cabeza salió del baño y se encontró a Jin sentado en su cama, con una sonrisa burlona. Jimin lo ignoró, porque no quería seguir pensando en nada más para no avergonzarse más.

~Sé que es normal besar a la persona que te gusta, pero no puedo evitar sentirme apenado --dijo, acomodando su cabello--. Jungkook provoca tantas cosas en mí que no puedo pensar con claridad.

—Jimin, te preguntaré algo y quiero que seas sumamente honesto conmigo.

~Claro.

~¿Jungkook, de verdad te gusta? —preguntó con seriedad esta vez. Jimin lo miró a través del espejo y luego se miró a sí mismo, pasando saliva. Respiró profundamente y cerró los ojos, imaginando a Jungkook.

Cuando ambos estuvieron en la isla, cuando este salía a pescar con su lanza, su sonrisa cuando lograba cazar para comer, sus historias mientras se sentaban en el gran árbol y miraban las estrellas, cuando lo abrazaba para dormir.

Cuando lloraba y Jungkook lo consolaba, cuando reía y Jungkook reía con él, cuando no quiso irse de la isla y vio la preocupación en los ojos del pelinegro y su insistencia en que él merecía una vida mejor.

Recordó sus manos unidas cuando subieron a esa barca y los labios de Jungkook besando su frente mientras le prometía que todo estaría bien.

Jungkook con su sonrisa y sus ojos brillantes, era algo magnífico y placentero de recordar.

Podía escuchar claramente su corazón latiendo rápidamente solo al recordarlo. Una sonrisa tonta se formó en su rostro mientras abría nuevamente los ojos y miraba a Jin, quien tenía una mano en su vientre, esperando una respuesta.

~Sí —respondió, mirándose a sí mismo en el espejo con una sonrisa y sus mejillas sonrojadas, mientras miraba a Jin, quien sonreía de oreja a oreja—. Jungkook hizo muchas cosas lindas por mí, que... sin darme cuenta, había entrado en mi corazón y lo ha convertido en una confusión. Estoy... enamorado de él, Hyun. Estoy enamorado de Jeon Jungkook.

Lo admitió, con el corazón queriendo salirse de su pecho, pero con una sonrisa radiante. Admitió que estaba enamorado de Jeon Jungkook, el chico que lo salvó de morir en aquella desolada y triste isla.

Jin chilló y abrió sus brazos para que Jimin se acercara y le diera un gran abrazo. Aunque le dolían los pies y la espalda, no quería moverse mucho ya que sentía que no podía respirar bien. Su vientre le dolía un poco, pero no era nada grave. El doctor le había dicho que su bebé nacería en menos de un mes.

Jimin, riendo, se acercó para que su Hyun lo abrazara y le dijera que estaba feliz por él, que Jungkook era un gran chico y que sería feliz con él.

Después de eso, se levantó con ayuda del rubio debido a su gran vientre. Pero toda la alegría se vio interrumpida por un portazo en la entrada principal. Jimin miró a Jin, quien también lo miraba con desconcierto. Bajaron juntos hasta la sala y vieron a Jungkook caminando de un lado a otro, enojado, mientras decía cosas que ninguno de los presentes entendía.

~¿Dónde está Namjoon? —le preguntó a Jin con un gruñido cuando vio a Jin junto a Jimin, sosteniendo su brazo para ayudarlo a caminar. Jin arqueó una ceja y Jungkook habló, o mejor dicho, gritó de nuevo, estaba muy molesto de que ninguno de ellos le dijera nada, lo irritó aún más—. ¡Maldición! ¿¡Díganme dónde mierda está Namjoon!?

~¡Primero que nada, no me grites! —respondió Jin con los ojos brillantes. Sintió el agarre tembloroso de Jimin en su brazo, lo miró y Jimin a él. Podía ver claramente lo que decían con solo mirarse. Entendió que Jimin estaba preguntándose qué pasaba y él negó con la cabeza, indicando que no sabía. Miró de nuevo a Jungkook—. Namjoon está en el trabajo, termina su turno en una hora y...

—¡Maldición! —volvió a gruñir, pasándose las manos por el pelo. Luego miró a Jimin y sin pensarlo, se acercó rápidamente, logrando intimidarlo. Extendió la mano y exigió seriamente—. Dame tu teléfono.

Jimin, mirando la mano extendida, lo miró a los ojos.

~¿Qué? Pero...

~¡Maldición, solo dame tu teléfono! —exigió, su respiración agitada y pesada. Jimin retrocedió hasta quedar detrás de Jin, sintiéndose intimidado.

En ese momento, se escuchó la puerta abrirse y la voz de Namjoon se oyó mientras se acercaba para ver a los tres presentes, uno detrás del otro, Jimin escondido con su cuerpo temblando, su prometido con los ojos brillantes por las lágrimas y su hermano con la mirada perdida y los puños apretados.

~Amor, ¿qué sucedió? —se acercó hasta Jungkook para revisarlo y luego vio a Jimin detrás, sollozando en silencio. Luego miró a su hermano, quien tenía la mirada perdida y los puños apretados—. ¿¡Me podrían decir qué rayos pasa aquí!? ¿Qué fue lo que les hiciste, Jungkook?

~Necesito hablar contigo —dijo Jungkook apenado al darse cuenta de cómo estaban Jin y Jimin.

Jimin, al verlo así, solo logró que su ira creciera, pero no hacia él, sino hacia...

¡Ay! No quería ni siquiera nombrarlo.

Había llegado tan enfadado que, sin darse cuenta, empezó a gritarles, a tratarlos mal y a hacer llorar a Jimin.

"¡Soy un idiota, un grandísimo idiota!"

~Lleva a Jimin arriba, quédate con él mientras yo arreglo esto, ¿sí? —susurró a Jin al oído. Este suspiró y asintió.

~De acuerdo... —suspiró y tomó a Jimin en sus brazos. Jimin se aferró a él y comenzaron a subir las escaleras.

~Jin... —llamó Jungkook antes de que subieran por completo, pero frenó y no se dio la vuelta. Jungkook se sintió muy mal—. Perdón...

Con eso, Jin subió a la habitación como le dijo Namjoon y cerró la puerta tras entrar. Sentó a Jimin en su cama y se sentó a su lado.

~¿Estás bien? —preguntó a Jimin, ya que este no había dicho nada. Tomó su mentón para levantarle el rostro empapado y empezó a secar sus lágrimas—. No te preocupes, pequeño. Nam hablará con él y verás que se solucionará lo que sea que lo haya puesto así.

~¿Qué... qué habrá pasado para que llegue así y que nos grite? —preguntó Jimin con sollozos. Se limpió la cara para mirar a su Hyun, quien tenía una expresión de pura preocupación—. Debe haber sucedido algo muy malo para que venga así. Y ¿por qué querría mi celular? No entiendo...

~Yo tampoco, pero Jimin... —tomó sus manos—. Quiero que, sin importar lo que haya pasado, sigas confiando en él. Como dijiste, seguramente pasó algo malo. Por su reacción, creo que fue muy, muy malo, pero Jungkook... no es un mal chico. Hablaré con Nam y, si Jungkook quiere hablar contigo, te pido que lo escuches, ¿sí?

~Yo... —suspiró y asintió—. Está bien. Ojalá no sea nada grave.

~No te preocupes.

En ese momento, alguien tocó la puerta. Jin miró a Jimin y este asintió. Se levantó para abrir la puerta y, tal como dijo Jin, Jungkook se encontraba detrás de ella con su semblante caído. Jimin se hizo a un lado para permitirle entrar.

Jin se levantó con la ayuda de Jimin, le dio un beso en la frente y sin que Jungkook los oiga, le aseguró que todo estaría bien.

Jimin suspiró una vez que desapareció de su vista, entró en la habitación y cerró la puerta, pero no quería darse la vuelta para verlo, no de esa manera.

Sentía un nudo en su garganta y su pecho dolía. ¿Por qué presentía que algo malo iba a suceder?

~Jimin —cerró sus ojos cuando lo llamaron para que lo viera a los ojos. Mordió su labio inferior y se dio la vuelta. Jungkook le hizo una señal para que se acercara y se sentara a su lado, y así lo hizo—. Necesito hablar contigo.

~¿Qué sucede? —preguntó una vez a su lado.

~Yo... lo siento, no puedo seguir con esto —dijo Jungkook, confundiendo al rubio, cuya expresión demostró perplejidad. Jungkook tomó aire, esto sería lo más difícil y duro que haya hecho en su vida, y le dolía como nunca antes—. Me refiero a tú y yo, Jimin, nosotros... no podemos estar juntos.

Abrió sus ojos por la repentina declaración. Su garganta estaba seca y sus manos temblaban.

~¿Qué? P... Pero dijiste que yo, que yo te gusto —logró decir, mientras Jungkook sentía un enorme y feo nudo en su garganta. Su pecho se oprimió al ver la reacción de Jimin—. ¿Por qué? ¿Qué cambió? ¡Dime!

~Te mentí, tú no me gustas. Eso... eso fue mentira.

Nunca le había dolido tanto decir una mentira, especialmente a la persona que quería y que estaba a su lado, soportando las ganas de llorar. Y él... él tenía que aguantar para no abrazarlo y decirle que no era cierto, que lo quería y mucho, que no quería que se alejara de su lado.

Pero lo que hacía tenía un por qué, y esperaba que fuera lo correcto.

~J-Jungkook...

Esa voz quebrada hizo que bajara su mirada para no ver esos ojitos verdes empañados de lágrimas. Joder, cómo odiaba verlo así. Deseaba tener una vida tranquila, sin ese maldito amenazándolo con lastimar a su familia y a Jimin.

Eso es lo que más le enfurece, el maldito sabía quién era Jimin y qué papel importante tenía en su vida.

Por eso quería evitar que Jimin saliera lastimado, a él y a su familia. Habló con el señor Park y le explicó todo antes de llegar a la habitación del rubio. No quería que Jimin se fuera, joder, no quería, era la persona que le gustaba desde hace tiempo.

Pero si eso lo mantenía a salvo, que así fuera.

~Lo lamento, Jimin. Lamento haberte dicho cosas que no eran verdad, yo... —pasó grueso el nudo en su garganta—. Hablé con tu padre y...

~¿Qué? ¿Qué tiene que ver mi padre en esto? —se levantó y retrocedió, mientras sus lágrimas caían

Jungkook también se levantó, intentó tomar su mano pero Jimin se alejó y negó.

—¿Qué? ¿Por qué llamaste a mi padre, Jungkook? ¿Qué pasó con estar juntos siempre? ¿Que paso con la confesión dos?.—se acercó a él y apretó su camiseta.—¡Dímelo! ¿¡Acaso no quieres estar conmigo!?.

—¡Joder, Jimin! ¡No quiero estar contigo entiendes!.—grito alejándose.—¡Tú no me gustas! ¿Oíste? ¡No me gustas! ¡Por eso llamé a tu padre, te irás con él, te largarás de mi vida y...y...

No pudo terminar, no quería decir más, no podía mirarlo a los ojos.

Jimin se congeló en su lugar, permitiendo que sus lágrimas recorrieran sus mejillas hasta su mentón y cayeran al suelo.

Sintió su cuerpo volverse pesado y luego todo comenzó a verse borroso.
Intentó decir algo, pero sus palabras no salían. Sus piernas temblaban y se debilitaban hasta que finalmente cayó al suelo.

Veía el techo de manera borrosa y no podía oír nada más que un zumbido en sus oídos. Sintió que alguien lo tomaba en brazos, pero no podía oír lo que decía. Todo estaba demasiado borroso.

La persona que lo sostenía le hablaba, pero no podía entender lo que decía.
Sus párpados se volvieron pesados y su respiración se volvió más lenta, aunque su corazón latía rápidamente.

—K-kook...

Con la poca fuerza que le quedaba, extendió su mano para tocar a quien lo mantenía en brazos, pero no alcanzó a hacerlo, ya que se dejó llevar por la oscuridad y el dolor en su corazón.

Finalmente, se desmayó.




































Che, acá Jimin no me da pena. Él que me da lastima es Jungkook😐

¿

Y a ustedes?


Nos leemos luego 🐾

⚠︎𝐂ℎ𝑖𝑐𝑜 𝐏𝑒𝑟𝑑𝑖𝑑𝑜⚠︎  ꧁𝙺𝙾𝙾𝙺𝙼𝙸𝙽꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora