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꧁ᴥ︎︎︎De regreso a casaᴥ︎︎︎꧂

—¿Capitan?.


¿Estaba alucinando, se había vuelto loco y por eso estaba viendo al mismísimo capitán Baekhyun, quien estaba bajando de aquel bote?.

¿ESTÁ VIVO?

Pero, ¿Cómo? ¿Por qué?

Tantas preguntas en su cabeza. Tenía un nudo en su garganta desde que lo vio y no salía del estado de shock, hasta que se dio cuenta de que estaba siendo sujetado con fuerza por una pequeña mano temblorosa.

Eso le hizo bajar la vista hasta ese chico rubio, que no paraba de temblar de nervios y miedo al ver a esos sujetos desconocidos para él.

Jungkook se sintió mal enseguida al verlo así de indefenso y temeroso. Por un momento, se había olvidado de que no estaba solo. Pero ver al que era el capitán del barco en el que viajaba con sus padres le había dejado sin saber cómo reaccionar. Eso provocó una inmensa ganas de llorar y salir a su encuentro, ya que podía ver que estaban buscando algo o más bien a alguien.


Así que, inclinándose hacia donde estaba el rubio, sujetó su mano mientras este le agarraba con fuerza la camisa. Jimin lo miró de inmediato, con la respiración algo agitada y los ojos aún rojos por haber llorado antes. Jungkook le sonrió sin mostrar sus lindos dientes de conejito y le habló.

—Tranquilo, ellos no nos harán daño. ¿Sabes por qué?—le preguntó, a lo que Jimin negó con la cabeza.—¿Ves al hombre ese que está parado en medio de esos tres hombres grandes?.

Le volvió a preguntar mientras le señalaba a Baekhyun, quien aparentemente les estaba dando órdenes a esos hombres. Levantaba las manos y luego las abría, como explicando algo y los señalaba a cada hombre. Estos asintieron y comenzaron a mirar a su alrededor mientras comenzaban a caminar.

—Era el capitán del barco en el que viajaba con mis padres—eso sorprendió a Jimin y  continuó hablando.—Así que no tengas miedo. Él nos ayudará a salir de aquí y volveremos a casa... Juntos.

—¿A casa?.—no sabía por qué, pero esa palabra se sintió tan cálida y reconfortante que agarró con fuerza la mano de Jungkook y este asintió con una sonrisa.

—Si.

—Yo...—respiro hondo.—Yo quiero ir a casa, Jungkook, contigo.

Sintió una enorme alegría en su pecho y se levantó, ayudando al rubio también a levantarse. Se miraron a los ojos y el azabache lo abrazó. Cuando se separaron, volvieron a sujetarse de las manos y Jungkook le regaló una de sus más bellas sonrisas, haciendo que el chico rubio se sonrojara. Este también le sonrió, haciendo que sus ojitos se convirtieran en medias lunas.

"HERMOSO", ese pensamiento se le escapó, pero no se arrepentía de decirlo.

—Entonces vamos—dijo Jungkook.

El rubio asintió y ambos, tomados de las manos, salieron juntos hacia donde estaba cierto chico castaño de espaldas. El corazón de Jungkook latía tan rápido por la emoción y la melancolía que le tomó mucho seguir caminando.

Ambos caminaban lento, uno detrás del otro para no asustar al castaño. Cuando llegaron a cierta distancia, para no asustar al que era su capitán, Jungkook inhaló profundamente y luego exhaló para tomar valor y finalmente hablar.

—¿Capitán?—habló con el corazón a mil. Baekhyun se dio la vuelta y abrió sus ojos lo más que pudo. Dejó caer el celular que tenía en las manos, su respiración era agitada y sus ojos se aguaron de inmediato, contagiando también al azabache. Este se soltó de la mano del rubio y se fue acercando hasta el castaño, cuando estuvo frente a él, habló. —Cuánto tiempo sin vernos, capitán.

—J-jungkook—susurró porque no salía del asombro y la alegría. Se acercó lentamente, puso sus manos sobre los hombros del azabache hasta sostener su rostro, lo miró de abajo hacia arriba y cuando llegó hasta sus ojos, sonrió y lo abrazó tan fuerte como pudo permitirse.

—Soy yo.

Solo a basto.

—¡No lo puedo creer! ¡Al fin te encontramos!—gritó en el oído del azabache, haciéndolo reír.—¡Estás vivo! ¡Estás vivo! ¡Qué alegría, amigo mío! ¿Estás bien?... ¡Puta madre, no sabes lo preocupados que estábamos con todo lo que pasó! creíamos que tú... que tú... tampoco lo habías logrado...

—Lo sé, tranquilo, mira, estamos bien—dijo, poniendo ahora sus manos en los hombros del contrario. Este levantó la mirada, sus ojos brillaban por las lágrimas.—Y no te preocupes, no fue tu culpa, lo que pasó... fue un accidente.

—N-no creo que haya sido un accidente—Jungkook frunció el ceño y lo miró esperando que siguiera.—Están investigando ese caso. Es que... creen... que alguien puso una bomba en nuestro barco.

Jungkook, al oír eso, sintió que el aire le faltaba y una ira crecer en su interior.

¿Una bomba?.

¿Quién sería tan cruel y monstruoso como para hacer semejante cosa? Baek lo miró con tristeza, levantó la mirada sobre el hombro del azabache y allí vio, sorprendido, al pequeño Jimin. Este tenía su cabecita gacha y sus manitas juntas, estaba muy nervioso y triste por lo que acaba de escuchar. Baek volvió su vista a Jungkook y le habló.

—Kook... ¿quién es él?—le preguntó, sorprendido aún, obteniendo de inmediato la atención de ambos. Jungkook se limpió las lágrimas y se dio la vuelta con una pequeña sonrisa en su boca y un brillo inexplicable en sus ojos.

Cuando vio a Jimin todo rojito por los nervios y un poco de miedo, mientras jugaba con sus manitas, no pudo evitar soltar esas palabras que aún tenía en su corazón.


—Capitán, él es Jimin. Él es la persona que me ayudó cuando llegué aquí y quien estuvo conmigo desde entonces. Y Jimin, él es el capitán Baekhyun, como te comenté, él era el capitán del barco en el que mis padres y yo nos transportábamos.—les presentó, y el capitán le extendió la mano.

—Un gusto, Jimin. Como te mencionó Jungkook, soy Byun Baekhyun, pero puedes decirme Baek si gustas— le sonrió y Jimin lentamente elevó su mano para estrecharla.

—El gusto es mío, Baek. Mi nombre es Jimin.—también sonrió leve y se soltaron. Ya no se sentía tan nervioso.

—De acuerdo, chicos, será mejor que nos vayamos y así podremos volver a tiempo para la cena. ¿Qué dicen?.— preguntó Baek pasando cada mano por sus hombros y sonriendo ampliamente.

Jungkook miró a Jimin y este solo asintió y sonrió. También le sonrió y miró a su capitán, quien esperaba ansioso por sus respuestas.

—Vamos a casa.—dijo a Baekhyun, extendiendo su mano hacia Jimin y este la tomó. Así, los tres se subieron al bote y comenzaron su camino hacia el barco que los llevaría a casa.


En el transcurso, Jimin no pudo evitar mirar hacia atrás y soltar algunas lágrimas mientras veía cómo se alejaba de aquel lugar donde su hermano estuvo y donde lo dejara para siempre. Y no pudo evitar soltar esas palabras que aún tenía en su corazón.

—Adiós, Hermano. Gracias por todo lo que has hecho por mí... Te voy a extrañar con toda mi alma. Siempre estarás presente en de mi corazón.



















































¡Por fin van a casa!
😭♥️🤧



Nos leemos luego🐾

⚠︎𝐂ℎ𝑖𝑐𝑜 𝐏𝑒𝑟𝑑𝑖𝑑𝑜⚠︎  ꧁𝙺𝙾𝙾𝙺𝙼𝙸𝙽꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora