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Jin se encontraba durmiendo en la habitación que compartía con Nam. Desde que se enteraron de que estaba embarazado, Nam le decía que debía tomar su siesta de la tarde para estar tranquilo y relajado.

Todos lo cuidaban y no le permitían hacer esfuerzos o realizar cualquier actividad. Eso ya lo tenía cansado, ¡estaba embarazado, no lisiado! Además, su bebé apenas era del tamaño de un frijolito diminuto, nada le haría daño.

Él se cuidaba muy bien y tomaba los medicamentos que el doctor le recetó, ya que sabían que el embarazo en hombres era más complicado que el de las mujeres.

Por otro lado, Jimin se encontraba sentado en su pequeño escritorio en su habitación, intentando leer un libro que Jin le había dado. Cuando Jimin le comentó muy avergonzado a Jin que no sabía leer, Jin salió corriendo (metafóricamente) a comprar cosas de la escuela primaria para ayudar a Jimin.

Jin se aseguró de enseñarle a Jimin, a quien había tomado mucho cariño después de que le contara su historia y cómo quedó solo en aquella isla después de la muerte de su hermano. Aunque no fuera realmente su hermano, se habían convertido en uno muy especial.

Nam felicitó a Jimin por ser valiente, a Jin por ser fuerte, y a Jungkook por nunca rendirse y cumplir la promesa que le hizo a su hermano de no rendirse ante nada.

Jimin se hizo muy querido por los adultos en poco tiempo. Gracias a ellos, él no estaba en la calle ni en aquel lugar oscuro. Siempre estaría agradecido por eso.

Finalmente, Jimin terminó de leer la última página con éxito y estaba feliz. Poco a poco, estaba empezando a desarrollar mejor su aprendizaje y su lectura, aunque todavía le costaba un poco.

De repente, unos toques en la puerta lo hicieron dar un pequeño salto del susto, ya que estaba concentrado en su logro. Se levantó para abrir la puerta y detrás estaba Jungkook.

—Hey, pequeño, lo siento, ¿te molesté? —preguntó.

—Oh, no, de hecho, acabo de terminar de leer el último libro que Jin Hyun me dio —explicó de manera breve, pero con una sonrisa un poco tímida—. Tú... ¿necesitabas algo?

—Hmm... Bueno, yo... Me preguntaba si... —Jungkook suspiró, tragando saliva, levantando la mirada a Jimin, quien no sabía por qué de su repentino nerviosismo—. Bueno, yo quería saber si tú querrías acompañarme a... ¡Dios! ¿Si te gustaría conocer a mi mejor amigo?

Jimin quedó sorprendido por la pregunta.

—Ah, ¿te refieres al chico del que hablaste cuando estábamos en el acuario?.

—¿Lo recuerdas? —preguntó, obteniendo un asentimiento por parte del rubio.

—Si.

—Me gustaría que lo conocieras, pero luego sucedió todo esto con Jin Hyun y su embarazo, así que no pudimos ir. Entonces... ¿te parece si vamos ahora? Quería darle una sorpresa. ¿Qué dices?

Jimin estaba inquieto, nervioso, bajó un poco la mirada como pensando si debería o no. No conocía a nadie más aparte de Jin y Namjoon, así que conocer a otras personas le ponía muy nervioso. Miró dentro de su habitación, como si eso ayudara a su nerviosismo, lo cual fue evidente para Jungkook.

—Si no quieres ir, está bien, pequeño. Yo puedo ir solo, no te preocupes —dijo Jungkook, sacudiendo sus manos como queriendo apartar la tensión del momento.

Jimin se giró.

—¡No! —dijo, asustando al azabache en el proceso. Se sonrojó violentamente al darse cuenta de que casi gritó. —D-digo... claro que quiero ir, me gustaría conocer a tus amigos.

—Genial, Jimin —dijo emocionado—. Pero abrígate, ¿sí? Aún hace frío afuera.

Este asintió, tomó su campera roja y ambos salieron de la casa, asegurándose de que Jin estuviera bien.

Jungkook guió a Jimin hacia el lado izquierdo de la casa, donde estaba el garaje. Allí, se encontraba el último regalo que su madre le dio cuando cumplió años: su Moto KTM 690 Duke negra con detalles rojos.

—¿I-iremos en eso? —preguntó un asustado Jimin, quien tragó grueso cuando vio a Jungkook asentir sin mirarlo.

—Así es, no está muy lejos la casa de Hoseok, pero tiene su distancia —dijo, volviendo su atención a Jimin, quien no apartaba la mirada del vehículo como si este lo fuera a matar, lo cual hizo reír un poco a Jungkook—. Tranquilo, prometo ir despacio, pero tenemos que irnos ahora.

Le entregó un casco plateado a Jimin, este estaba un poco dudoso y temeroso, pero no sabía cómo ponérselo. Jungkook, al verlo, lo ayudó.

—Muy bien, listo —dijo cuando lo abrochó y mientras lo acomodaba un poco, conectaron su mirada. Se quedaron mirándose un momento que a ambos les pareció eterno.

⚠︎𝐂ℎ𝑖𝑐𝑜 𝐏𝑒𝑟𝑑𝑖𝑑𝑜⚠︎  ꧁𝙺𝙾𝙾𝙺𝙼𝙸𝙽꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora