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ᴥ︎︎︎Un mes despuésᴥ︎︎︎

Actualmente:

Jimin abrió sus ojos después de recordar ese sueño o, más bien, recuerdo. Desde que pasó lo que pasó, no ha podido olvidarlo. Esa promesa suena en su cabeza y no puede dejar de pensar en eso. Una lágrima se desliza por sus ojos, pero la limpia rápidamente. Lo recuerda, él hizo esa promesa y no la olvidaría. Pero... ¿Por qué cuesta tanto dejar ir?

—Hermano...—susurra mirando al cielo.—Te extraño tanto...

Sus lágrimas salían porque ese recuerdo era tan doloroso y difícil para él, además de la promesa que se hicieron cuando recién llegaron. Todo está en su mente y no sale de ahí, al menos él no quiere sacarlo. Quiere mantenerlos vivos en su interior y en su mente porque no quiere olvidar todo lo que pasaron mientras estaban allí.

No lo olvidaría.

Jamás lo haría. Pero debe cumplirla, debe ser fuerte y no dejarse vencer. Creció con eso y su orgullo le impide darse por vencido.

"Nunca lo olvides" eco hace eso en su mente a diario. Hay heridas terriblemente dolorosas que no huelen a sangre, sino a recuerdos.

Pero está dispuesto a cumplir, lo hará más ahora que no está solo, porque finalmente la esperanza florece en su interior y es una sensación que no ha sentido en mucho tiempo. Cuando se levantó, miró a su alrededor y se dio cuenta de que el azabache no estaba en ninguna parte. Frunció el ceño pensando dónde podría estar. No sabía si al azabache le gustaba caminar o si simplemente estaría en la playa, así que se decidió por la segunda opción.

Así que sin más, se dirigió a la playa. Al llegar, justo frente a él se encontraba Jungkook sin camisa mientras intentaba pescar algo para que pudieran comer.

Soltó un suspiro de alivio. La verdad es que se había dado cuenta de que Jungkook era bueno en eso. ¡Hasta hizo una sombrilla con unas palmeras gigantes atándolas con lianas! Era increíble, ahora podían estar bajo ella sin sentir molestias por el sol cuando pegaba fuerte en sus días, y eso era bueno. Había hecho más lanzas, pero estas eran más cortas y tenían más punta para poder cazar algún animal. Había hecho trampas en algunos lugares con lianas. Las había atado a unos árboles para que cuando pasara algún animal, se enredaran con ellas. Tuvo éxito en algunas ocasiones, pero como a veces no conseguía nada mediante sus trampas, se disponía a pescar, justo como ahora.

Vio un pez que se acercaba, lo observó, se movió un poco para acomodar su lanza y esperó...

¡SAS!. Lo había logrado, lo tenía, ya tenían algo para comer y estaba feliz. Salió del agua y se dirigió hacia el rubio, quien lo observaba con una sonrisa bajo un pequeño árbol, resguardándose del sol.
Hoy hacía mucho calor, por eso tuvo que traer un tarro con agua que había logrado llenar gracias a la última tormenta que hubo hace unos días. Gracias a eso, tenían agua fresca y limpia de la lluvia.

Cabe recalcar que también se divirtieron bajo la lluvia como dos niños pequeños, pero tuvieron que regresar cuando la tormenta se hizo más intensa. Eso provocó que ambos se resfriaran, pero no fue nada grave. El rubio estaba acostumbrado a eso, pero Jungkook no, así que se encargó de cuidarlo. Con un pedazo de su camisa que había cortado, se lo puso en la frente para bajarle la fiebre.

Ha sido una semana divertida para ambos, pero algo pasó en ese momento que Jungkook no podrá olvidar, y era ese lindo rostro junto al suyo. Lo atrapó cuando casi se caen en un momento en el que corrían para resguardarse. Jamás sintió su corazón latir tanto como en ese momento, mientras los ojos de Jimin lo observaban con sorpresa y un brillo en ellos que hizo que Jungkook se perdiera de nuevo.

"Olvídalo, Jeon" sacudió su cabeza.

Cuando llegó hasta él, extendió el pescado con la lanza. El rubio lo miró unos segundos, lo tomó y levantó una ceja.

—¿Qué?.—preguntó al ver al chico mirándolo con esa expresión en su rostro y sonrió burlón.—¿No te gusta el olor a pez? Lo siento, pero tendrás que acostumbrarte. Además, es lo que hay. Hoy no pude cazar nada grande, así que tendrás que comer esto hasta que pueda conseguir otra cosa. Además, no quisiste comer el ave que atrapé ayer y tampoco quisiste comer la anguila que pesqué porque, según tú, parece una serpiente y no te gusta eso.


—No es eso.—le alzaba el pez para que lo tomara. Estaba pesado y se estaba cansando. El azabache, al verlo, lo tomó bien entre sus grandes manos para que no se le cayera.—Solo no me gusta ver cuando lo matas. Me da asco y lástima el pobre animal.

Una carcajada se le escapó al azabache. Miró al pequeño, que estaba con el ceño fruncido, las mejillas infladas y un puchero en sus carnosos labios.

—Jimin, si no matamos no comemos y si no comemos no sobreviviremos, ¿entiendes?—Soltó un suspiro.—Escucha, no puedes dejar de comer solo porque te da lástima el animal. Debemos alimentarnos bien para sobrevivir, ¿comprendes?.

—Sí, está bien, ya entendí.—puchereó.—¿Qué quieres que haga? Solo me da pena el pobre, nada más... Además, ¿qué pasaría si luego nos cae mal por matarlo y comerlo?.

Empezando a caminar con el pelinegro a su lado, que solo reía por su ocurrencia.

—No nos caerá mal, tranquilo. Soy un gran chef.—Además, ¿cuándo te cayó mal lo que preparo? ¿Eh?.—Le preguntó una vez que estuvo bajo la sombrilla. Jimin le dio el tarro con agua, que sin duda lo tomó y empezó a beber.—Debes admitir que lo hago bien, ¿no es así?.

El rubio solo rodó los ojos, siempre presumiendo de sus habilidades para preparar pescado asado y otras cosas. Pero estaba feliz, al menos se alimentaban bien, todo gracias a las habilidades que Jungkook posee y le enseñaron. Ese día comieron bien otra vez, el pez estaba delicioso y no les cayó mal como el pequeño rubio pensó.

Pero algo estaba molestando a Jungkook y era cuando Jimin se perdía en sus pensamientos, quedaba serio o a veces estaba cabizbajo. En algunas ocasiones, lo había escuchado llorar y no sabía por qué, pero no le gustaba que el pequeño se ocultara de él e intentara hacer como si nada. Él no quería presionarlo para que le contara, pero ya se estaba angustiando cada vez que lo escuchaba pronunciar su nombre en sueños mientras lloraba dormido, y eso le preocupaba mucho.

Quería tanto poder ayudarlo, sacarlo de donde está, ayudarlo con ese enorme peso que lleva en su frágil corazón... Pero debía esperar y ser paciente, cosas que ya no podía hacer más. Ya no podía. Se cansó cuando lo escuchó gritar su nombre otra vez en sus sueños.















—¡Taemin!































































Así es, mi lindo Taemin 🥺
Ya que siempre lo ponen de malo y él es un Amor🙄😍♥️

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Nos leemos luego 🐾

⚠︎𝐂ℎ𝑖𝑐𝑜 𝐏𝑒𝑟𝑑𝑖𝑑𝑜⚠︎  ꧁𝙺𝙾𝙾𝙺𝙼𝙸𝙽꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora