I Never

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I WANT U BABY - STAYC

- ¿Que te paso en la frente? - pregunto ella desinteresándose en lo que había llegado a hacer - está sangrando.

El espacio entre ambos se acorto tanto en cuestión de unos minutos, una de las manos de Merlí intentaba separar el cabello de él para ver la herida y la otra estaba colocada en el brazo de Ethan para no perder el equilibrio.

- ¿Cómo llegaste? ¿Cómo sabias que vivía aquí? - pregunto con un rostro completamente confundido.

La mirada de ella se alejó de la herida, los ojos de ambos se encontraron, pero al igual que muchas otras ocasiones Ethan envolvió en su mirada a la chica y ella la aparto de inmediato, estaba nerviosa, había olvidado todo lo que tenía que decir, la situación no ayudaba y lo que era aún peor se sentía lo suficientemente culpable como para soltarse a llorar.

- No sé qué hacer, si te soy sincera - el chico la apartó de su cuerpo y colocó una de sus manos sobre el hombro de ella - acabo de olvidar.

- Podrías explicarme primero a que viniste y luego como me encontraste - sugirió él al ver como los ojos de ella se comenzaban a llenar de lágrimas.

- Lo siento, lo siento... - de su boca seguían saliendo un montón de veces más la misma palabra.

- Hey, ¿qué sucede? - ella estaba resistiendo lo más posible por no llorar, pero oír su voz de esa manera dulce en la que intentaba tranquilizarla le hizo llorar.

Miro a los ojos de él, el océano de tranquilidad que le provocó hacerlo favoreció más a que su llanto siguiera fluyendo, el chico le miró con preocupación.

- No llores linda, no entiendo porque lloras, no tienes que llorar ¿okay? No era mi intención hacerte llorar, así que no llores linda - tomo sus manos y le miró a los ojos con preocupación qué incluso la misma Merlí podía sentir - respira y cuando puedas hablar, me lo puedes explicar, no te presiones.

- Me dan más ganas de llorar si me tratas así - en medio de su llanto, Merlí intentó hablar.

El chico se mostró confundido ante lo dicho por ella, ella se acercó con la respiración agitada por el llanto.

- A mí me gustas - dijo mientras recordaba las palabras de su mejor amigo - me gustas y siento mucho lo que dije y como te trate, tenía miedo y sé que me equivoque, Ethan, lo siento.

Los ojos llorosos de la chica, que aún dejaban caer lagrimas sobre las mejillas rosadas de ella, fueron suficientes para hacer qué Ethan entendiera lo que trataba de decir.

- Tenía demasiado miedo, pensé que era un error y no deje que nunca me explicaras las cosas, mi orgullo me ganó, lo siento, me equivo... - él chico unió sus labios de la misma manera en la que años atrás lo había hecho.

Esta vez era diferente, la emoción, el ambiente, la ocasión y la manera en que todo había sucedido. La chica había correspondido de inmediato, su mano derecha, qué al igual que su mano izquierda se encontraba anteriormente en las manos de él, se movió con cuidado al cuello de él, él solo sonrió en medio de todo como si estuviese esperando eso desde antes.

- Ethan, hace frío aquí afuera - ella habló al momento en el que lo vio sonreír.

Su mano izquierda empujó la chica hacia adentro con cuidado y la mano derecha se elevó por encima de Merlí para empujar la puerta detrás de ella, mientras tanto él se mantenía ocupado en un intento de no perder el tiempo, había estado esperando por mucho tiempo y claro que era notorio. La chica se separó de él por instinto, él la estaba dejando sin aire.

- Ethan, tengo que respirar - la chica se burló de él.

Las mejillas de él se iluminaron de un rojo intenso, excesivamente notorio por su color de piel. Ella sonrió y sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas.

- Linda - él limpió las mejillas de ella al verla derramar unas cuantas lágrimas.

- Se siente irreal y sigo sintiéndolo mucho - ella se abrazó a él.

La chica pensaba que, si esto era de vuelta un sueño, no quería despertar, aunque era demasiado real para simplemente no serlo.

- Ahora si me puedes decir ¿Cómo me encontraste? - pregunto.

- No eres muy cuidadoso - dijo sin mirarlo - un día podrían secuestrarte y sería muy obvio porque lo hicieron - ella sonrió aún con sus brazos enredados en él.

- Supongo que tengo que aprender de ti - él caminó a paso doble junto a ella aún abrazados - aunque mi hermana hace un rato me llamo intentando decirme que vivías cerca de mi casa.

Con cuidado se separó de ella y se sentó en el sillón de la sala junto a ella.

- Eso es raro - ella sonrió aun confundida.

- Claro que es raro, pero quieres quedarte en mi casa un rato - le preguntó con su típica voz dulce.

- Eso es un poco más raro porque falta algo - ella dijo al ver los ojos de él fijos sobre los de ella.

- Okey - se acercó hacia ella haciéndola retroceder al respaldo del sillón - quisiera estar a tu lado ahora que las cosas están bien entre nosotros, espere tanto tiempo para decir esto que la emoción se me está subiendo a la cabeza.

Él tomo la mano de ella con cuidado y beso el dorso de su mano.

- ¿Me dejarías ser tu novio? - ella se rio de la manera en la que lo dijo - soy malo en esto y es muy cursi, lo admito.

- ¿Por qué diría que no? - pregunto con una sonrisa tímida.

Él volvió a acercarse a los labios de ella y dejo un beso dulce sobre su boca, le miró con felicidad tonta, ella estaba feliz, él también y esa era la razón por la que habían esperado, misma frase, mismo tiempo, el destino sabía lo que hacía y sabía que era el momento correcto para ir más allá del sufrimiento, las personas pueden sufrir todo lo que sea necesario, pero el destino, mientras tomes tus mejores decisiones, siempre será el mismo: la felicidad.

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You're EnoughDonde viven las historias. Descúbrelo ahora