You're Enough

Selfish

Kim Yohan - Selfish

"Llamar a alguien egoísta es imputarle un fallo moral, a saber, la decisión de perseguir su propio bien o interés incluso más allá de lo moralmente permisible"

Bair Kurt

Todo el mundo usa una palabra común para describir a todos los que les rodean, desde hace años confundir el significado de cada palabra es algo normal. Ella estaba completamente nerviosa y quería demostrar que podía, no sabía si destacar o hacer lo que realmente les gustaría a sus padres. Estaba tan metida en su mente que en cuanto el chico se le acercó ni siquiera se pudo dar cuenta.

—Merlí —la chica volteó asustada.

—¿Eh? —se encontró con los ojos de él y sacudió su cabeza—. Perdón, ¿qué decías? —él sonrió como siempre.

—¿Sucede algo? —ella no quería decírselo y tampoco le gustaba hacer todo lo que el resto le pedía, solo solía hacer lo que sus padres le decían y su duda era ¿eso estaba bien? ¿acaso estaba siendo el peón del ajedrez de sus padres?

—¿Tú qué harías si hay algo que no quieres hacer, pero simplemente quieres hacer feliz a otros o darle un beneficio a alguien más? —él entendió inmediatamente de qué hablaba— Si ese alguien es importante para ti y quieres hacerlo feliz, ¿qué harías?

—Dependiendo de la persona, mira, no todo el tiempo puedes soportar el peso de tratar de hacer feliz a todos. Hay personas que simplemente se irán y otras que se quedarán. No siempre podrás dar todo de ti a quien quiera incluso si las personas se irán o se quedaran, a veces tenemos que ser egoístas —ella lo miró.

—Ser egoísta es malo —él negó.

—Ser egoísta sin límites realmente lo es, se trata de ser egoísta en el nivel correcto y con las personas correctas. Todos clasifican la palabra 'egoísta' como alguien que jamás piensa en los demás y se ama demasiado a sí mismo. Está mal, cada quien tiene unas cadenas atadas a sí mismo, cada problema es una cadena. Es como pensar en que las cadenas se romperán y no quieres hacerles daño, pero quieres salir de ahí —Merlí poco a poco iba pensándolo— Incluso los egoístas tienen inseguridades, problemas, nada es perfecto, te aseguro que nada lo es.

Aunque oía lo que él decía solo podía pensar en lo guapo que podía verse mientras hablaba con seriedad.

—¿Todo bien? —ella asintió.

—Quizá... No lo sé —el chico sonrió ligeramente - no creo que nunca nada ande bien conmigo - la burla en su voz hizo reír a Ethan.

—Solo da lo mejor de ti, no trates de aparentar algo que no eres, haz bien todo en lo que eres buena y trata de no lastimarte. De vez en cuando debes ser un poco egoísta, no está mal, no está mal serlo de vez en cuando, a veces tu deseo tiene que ser más grande que tus pensamientos, no siempre, eso es obvio—el chico acarició rápido la cabeza de ella y corrió afuera sabiendo cuál sería la reacción de ella.

Aunque, a decir verdad, ella ni se molestó en seguirlo, podría darle la paliza después. El examen comenzó, tomó en cuenta por primera vez un consejo de otra persona, daría lo que tenía no se presionaría más de lo que debía. Se mantuvo tranquila en el examen y dio todo su esfuerzo, al final entregó su examen con duda, pero decidió confiar en sí misma.

—¡Merlí! —el chico la alcanzó cuando la chica estaba en el receso caminando por ahí—. ¿Cómo te fue?

—Mejor de lo que pensé —sonrió un poco.

—¡Eso me alegra! —el chico parecía mucho más feliz por ella que lo que ella por sí misma—. Yo confié en ti, sabía que podías.

La chica se detuvo y él también.

—A mano —la chica le golpeó en la cabeza.

—¡Auch! —se quejó, el golpe no había sido muy fuerte, ya que la chica ni lo alcanzaba bien por la diferencia de altura y tampoco golpeaba con mucha fuerza—. ¿Y eso por qué? —ella le lanzó una mala mirada—. Ah, ya, perdón.

—No me quejo, incluso a veces siento que de quienes menos espero recibo más. Gracias por tu consejo y por tratar de cuidar de mí, gracias por no ser como el resto —la chica le sonrió - estoy feliz de que hayas sido tú.

—¿Puedo abrazarte? —la chica negó—. ¡Anda!

—NO, NO Y NO, ME NIEGO A HACERLO —habló ella con total decisión.

—Está bien —el chico hizo un puchero.

—No creas que poniendo caras tiernas voy a ceder —él asintió - eres un dramático.

—En otra ocasión será —mencionó él, haciéndose el desinteresado.

—Ni ahora ni nunca, ahora muévete, iré a buscar al profe —habló ocultando su sonrisa.

Ambos eran dos adolescentes que trataban de ser egoístas, no porque quisieran sino porque ya no había elección. Querían volar, no querían ser siempre orugas, querían ser como las mariposas, ir lento pero pronto volar alto y ser hermosas. Trataban de vivir su vida porque no había de otra, si intentaban vivir tal y como otros querían entonces no tenían elección. Ya no les importaba si los llamaban egoístas, era por una buena razón, al final de cuentas.

"¿Somos egoístas? Lo somos, somos unos egoístas sin remedio, eso es lo que nos hace humanos, hay cosas que queremos que sean únicamente nuestras y no es importante, cuando el egoísmo es mas allá de nuestro rango seguro, la desgracia puede envolvernos. El egoísmo seguro es aquel que no opone a nadie la libertad propia o ajena. Aquella que hace que el alrededor funcione porque es una decisión propia. Más que un egoísmo, es aquella libertad que la sociedad clasifica como egoísmo, debido a que tiene un concepto de cómo deben de ser las cosas. Si no encajan, tendrán un nombre para cada tipo de comportamiento. Sin embargo, la mala convivencia de la sociedad hace ver que cada decisión debe tener la opinión de alguien más. En ocasiones es así, pero hay veces en las que debemos luchar por lo nuestro. La vida da vueltas y siempre habrá una oportunidad de hacer lo que queremos, siempre podremos ser lo que deseemos, mientras no seamos unos cobardes con miedo a intentarlo."

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