You're Enough

Extra 5: The Feelings

Lover of Mine - 5SOS

Miraba al cielo oscuro como si lo que viera fuera una obra de arte, aunque lo único que viera solo fuera un cielo totalmente oscuro con apenas unos rayos de sol que querían salir, recargada en el barandal a las afueras del salón sonreía. Un chico subía las escaleras con cara de "ya no quiero existir" se detuvo de sus quejas y de su caminar en cuanto vio a aquel perfil femenino admirar el cielo. Sonrió ligeramente como si fuera arte de magia que había quitado sus penas y quejas. Sacó su teléfono y a escondidas tomó una fotografía de ella. Camino lentamente tratando de no hacer que ella le viera, pero fue más lista ella y lo sintió, así que en lugar de que él la asustara, él fue el asustado.

- Te vi - dijo volteando con una sonrisa y él solo logro pegarse a la pared asustado.

Ella comenzó a reír y tan solo eso, alegro al 100 su corazón de él. Se acomodo como si no hubiera pasado nada. Se coloco a un lado de donde estaba ella.

- ¿Qué es tan hermoso? - le preguntó.

- No lo sé, para mí incluso lo más raro es bello, no hay colores en el cielo, pero tiene su propio encanto - sonrio ligeramente - todas las personas le temen a la oscuridad pero para mí es mi compañía, somos iguales, nadie encuentra el valor en nosotros, nadie nos ve más que como un peligro - su voz sonaba triste - pero aún así, siempre hay una persona que nos aprecia y admira, aunque el resto diga hacerlo... No les creemos por lo que nos ha tocado ver.

El no sabía bien a qué se refería ella.

- ¿Sabes? - llamo la atención del chico - casi nadie encuentra el sentido de aquellas cosas raras, lo básico es normal y simple, en cambio... Lo raro es interesante, no hay muchas personas raras - rio ligeramente - mi astro favorito son las estrellas ¿y el tuyo? - giro la cabeza encontrándose con el rostro del chico muy cerca que intentaba alcanzar una hoja de un árbol enfrente de ella.

Al principio solo pudo quedarse estática admirando de cerca aquel rostro bello frente a ella. Una vez el alcanzó la hoja giro su rostro haciendo que quedarán a nada de tocarse uno con otro, pero ella fue rápida y se alejó, él volvió a su posición y carraspeo.

- Lo siento, quería alcanzar esa hoja - dijo rojo de las mejillas, pero al menos la oscuridad cubría eso.

- No pasa nada - dijo un poco tímida - ¿No dejaras tu mochila?

El recordó que aún tenía a sus espaldas su mochila y asintiendo apenado entró al salón, ella suspiro, se golpeó en la mejilla a sí misma ligeramente.

- Tonta, no te puedes enamorar - dijo para sí misma.

Miró a aquel árbol del cual el chico anteriormente había arrancado una hoja. Era un árbol distinto al resto, flores naranjas y colores vivos, poco común, la mayoría de los árboles eran verdes, pero este era distinto, sonrió recordando su charla sobre las cosas diferentes.

- Que lindo - dijo tomando una con un poco de esfuerzo.

El chico camino a donde ella, la vio jugando con la flor del árbol y sonriendo como una niña, sonrió de la misma forma, ella comenzó a contarle acerca de lo que le había pasado en el pasado, ambos sentados en el suelo y recargando la espalda en el barandal, conversaban acerca de los dolores y penas, también se quejaban de cómo los trataba la vida de vez en cuando, obviamente él estaba feliz por poder conocer una parte de ella que jamás había conocido hasta la fecha, ella al escuchar sus quejas sobre el levantarse temprano y una que otra cosa sin sentido reía, al mismo tiempo decía que se sentía igual, si alguien viera a aquel dúo desde lejos, diría que era un amor floreciente, algo así como un amor tierno y al mismo tiempo lleno de aventuras maravillosas. En sus sonrisas había mucho más que sólo un par de jóvenes que se sentían atraídos el uno por el otro aunque lo negaran, había más que solo las sonrisas en el momento, había un pasado doloroso, un presente difícil y un camino largo que parecía nunca tener fin, había dolor callado, decepción propia, sentimientos escondidos y sentimientos al flote y sin mucho sentido.