Extra 6: Storm

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DROWN - DABIN ( FEAT. MOKITA)

A penas había subido las escaleras casi a rastras por el sueño, se topó con el rostro de su tío. Tuvo que quitar su cara de muerto y fingir sonreír. Saludo y se metió de inmediato al cuarto. Huyó de la visita todo lo que pudo porque para ella era incómodo y una vez llegó la tarde tanto su tío, como sus padres debían de irse, sus padres por su hermana menor y su tío porque debía de volver al pueblo en el que vivía. Su madre después de recoger a la menor iría a una consulta, Merlí emocionada por poder tener tiempo para ella, se quedó en casa con una sonrisa. Aunque todo esto terminaría cercano a una tragedia. Al principio veía series como maníaca pero luego recordó su tarea así que dejó lo que hacía y solo coloco música para disfrutar un rato, después de casi 3 horas, recibió una llamada de su padre.

- Hola - respondió.

- Hija ¿Ya llegaron? - negó.

- No, no han vuelto - su padre al otro lado de la línea suspiro.

- Esta bien, ¿está lloviendo por allá? - negó sonriente.

Estaba feliz porque lloverá, amaba los días nublado y con lluvia. Aunque ella no sabía que su felicidad se acabaría en poco.

- No, sólo se ven las nubes pesadas - dijo mirando a la ventana.

- Cierra las ventanas - ordenó su padre - la lluvia está fuerte.

Asintió y colgó. No pasó mucho tiempo, las gotas de lluvia comenzaron a hacer presencia. Aunque luego empeoró, comenzó el viento a mover aquellas palmeras en la casa del vecino, agitándolas de un lado a otro, su corazón comenzó a latir demasiado rápido, sus manos su daban exageradamente y en cuanto vio aquella luz iluminar el cielo, su cerebro se detuvo. Ante aquel sonido estruendoso, ella sólo pudo caer al suelo y taparse los oídos con todo su cuerpo temblando, a duras penas, movió su mano a través de la mesa buscando el teléfono, entró a los contactos con sus manos temblando, presionó aquel contacto marcado con una flor blanca.

- Contesta por favor - entre lágrimas susurraba.

Dos, tres, cuatro timbres, sus lágrimas se derramaban sin detenerse.

- Hola - aquella voz sonó.

- May - por el cómo se escuchaba, la chica al otro lado de la línea sintió ser golpeada - tengo miedo.

- Mer, ¿qué pasa? ¿Por qué lloras? - hablo preocupada.

Se acercó a la ventana y la luz la cegó unos segundos, de inmediato con eso comprendió lo que pasaba.

- Mer, escúchame - se acostó en su cama tomando un cojín que comenzaba a presionar por el miedo de que a su amiga le ocurriera algo.

- May, tengo miedo, hay demasiado... - un grito se escuchó, respiraciones rápidas y más llanto - May.

- Mer, necesito que respires - hablo.

- No debería existir, soy un problema para todos - el ruido en seco del rayo y de nuevo el grito de su amiga.

- Merlí, escúchame, vas a estar bien, mi niña, eres valiente, no va a pasar nada, tienes que respirar, toma aire - espero a que la otra lo hiciera y le ayudo.

Después de bastante tiempo así, la tormenta se había detenido un poco. De inmediato Merlí apenada por molestar a su amiga se disculpó, comentándole que estaba sola y que por culpa de la fobia había tenido un ataque de pánico. May le mando una foto de su mascota junto a ella.
Justo acababa de desconectarse May, en cuanto la tormenta volvió, aquella puerta cerrada con un palo se abrió, el sonido fuerte de la lluvia le hizo tener otro ataque a Merlí, aquellas gotas de agua arrasando con todo y el sonido de los truenos, se tapó los oídos mientras lloraba sin poder controlarse. Una vez logró cerrarla, corrió a la mesa alcanzando a toda prisa el teléfono, no quería volver a llamar a May porque creía que la molestaría, solo había un contacto más al que sabía que podía llamarle. Con duda presionó el contacto, justo en ese momento el sonido de la puerta abrirse le hizo caer en un bajo en el que no sentía que quisiera seguir viviendo. Sus piernas temblaron, logró detenerse de la mesa, comenzó a respirar entre cortado y muy rápido.

- Hola Mer - aquella voz dulce hizo que su corazón se detuviera un poco.

- Lo siento, pero... - su voz era débil - lo siento... Es solo que... Estaba teniendo un ataque de pánico y estaba sola pero no sabía a quien llamar - su voz quebrada le hizo un hoyo al corazón de él.

- Merlí... - No pudo terminar de hablar porque escucho un ligero quejido.

- Voy a colgar - aviso.

- No, no cuelgues - de inmediato hablo.

- Pero.... - le interrumpió.

- Solo no lo hagas, yo sé que es difícil para ti, pero te puedo ayudar, así que escúchame... Vas a estar bien, solo respira, piensa en algo que te haga feliz - lo pensó - piensa en cómo se ven las estrellas.

Ella cerró sus ojos para poder imaginarse aquellos astros en el cielo oscuro. Su mente se despejó a pesar de los ruidos de la lluvia y los truenos.

- Vas a estar bien - para ella era como escuchar esas palabras a su oído.

Al otro lado del teléfono, Ethan también había cerrado los ojos, en su lugar, su mente había reproducido una imagen de ellos dos viendo a las estrellas en el dulce y oscuro cielo.

You're EnoughDonde viven las historias. Descúbrelo ahora