Extra 4: A hole without a way out

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James Arthur - Can I Be Him

Era la semana de entrega de calificaciones, tras el mensaje de uno de sus amigos, Merlí había tratado, por toda una semana, de sonreír en las peores situaciones. Horas antes se había encontrado a su tío en la puerta y este había un comentario de mal gusto, diciendo que estaba gorda y que "saber que tragadera tienes en tu casa" a esto Merlí no había comentado nada.

- Idiota - dijo mientras subía las escaleras.

Lo que más le molestaba a ella era que no estaba "gorda" pues hace poco había enfermado y bajado de peso del golpe y su peso se había mantenido ahí por varias semanas, se sentía mal aunque supiera que no era verdad, ella pesaba menos que lo que una persona con su edad y estatura debería medir en promedio, además solía usar ropa grande porque era fanática de no enseñar aquello que le hacía ser bonita para el resto y con esa excusa los demás aprovechaban para criticarla diciéndole que se había pasado de peso.

- ¿De verdad soy gorda? - se preguntó mirándose en el espejo.

Dejó eso en paz a pesar de que en el fondo estaba enojada por el simple hecho de que odiaba sentirse así. Siguió tratando de sonreír en el peor momento. Hizo durante el resto del día, todo aquello que le hacía feliz. Al caer la noche, el mensaje que le llegó la preocupo.

"Envíen enterado si vieron lo que mandare al personal"

Tan solo miro al teléfono nerviosa.

- Viste que... - su hermana menor trató de hablarle, pero solo la ignoro, así que Emeli solo dejó de hablar.

- Perdón, es que me van a dar calificaciones de Geometría, perdón - se disculpó y su hermana negó.

Emeli sabía cómo era Merlí cuando se trataba de calificaciones. El sonido de un mensaje llegó

"MERLÍ WHITE 9"

Tan sólo era un 9, pero para ella la calificación que su madre deseaba era la máxima calificación, el 10. Apretó su mano enoja con su misma.

- Merlí - Emeli le miró preocupada.

- Perdón - dijo con lágrimas en los ojos.

Dejó el teléfono a un lado y bajó corriendo las escaleras, era de noche, se sentó en la última grada y comenzó a derramar lágrimas como no solía hacerlo desde ya hace una semana, todas las cosas la abrumaban.

- Debiste hacerlo mejor - comenzó a golpearse la cabeza con su puño.

Le dolía la cabeza, pero justo ahora no le importaba ella, quería morir si era sincera.

- Debería dejar de hacer sufrir a los de mi alrededor - menciono.

Apretó su mano en un puño haciendo que sus uñas largas se apretaron contra la piel, su hermana le llamó y ella solo dejó de querer hacerse daño y fingió que no pasaba nada aun cuando ardía su piel pues había estado a nada de hacerse que sus uñas se clavaran en su piel.

- Merlí - le entregó una carta.

- ¿Qué pasa? - fingió estar bien.

- Deja de llorar - le tomó de la mano y la obligó a subir.

Merlí se limpió las lágrimas, su hermana le sonrió y ella leyó la carta.

"Un dino para ti, cada vez que estés triste, solo míralo y estarás feliz"

Su hermana le entrego de vuelta el teléfono y Merlí al abrirlo y mirarlo, comenzó a llorar frente a Emeli.

"Dice el profe que lo disculpes, que tienes 10"

No podía creer que cuando todo tenía una solución lo único en lo que pensaba, era en hacerse daño, no podía creerlo así que se levantó y consiguió algo con que quitarse las uñas, por mucho que le gustara tenerlas largas, sabía que era un peligro para ella y su forma de reaccionar. Al día siguiente tenía que ir a clases y el hecho de que tuviera que ver a sus compañeros no le agradaba tanto, en especial por una cosa en general, había muchas chicas que no le agradaban para nada. Su día siguió igual que siempre, aquel chico que solía seguirla por donde sea, estaba afuera, recargado en el barandal viendo por un pequeño especio de aquella puerta no bien cerrada a la chica, Merli había puesto música y como no había nadie en el salón, movía su cabeza al ritmo de la música mientras dibujaba. 

- ¿Entraras? - una voz a su lado le asusto haciendo que el brincara ligeramente.

- ¿Q-que? - desvió la mirada - n-no, no es lo que tu crees.

Ella puso cara de "y yo Batman".

- Ay, aja - se cruzó de brazos - llevamos si acaso medio año en la escuela - suspiro - ella te gusta, además mi amiga es solitaria, creo que un poco de compañía... no le haría daño - suspiro cortando la conversación - en fin, entrare.

Sin avisar empujo la puerta lo que él solo pudo huir. Vio a aquel chico que era su amigo y al mismo tiempo su enemigo. 

- ¿No iras a jugar? - le sonrió.

- ¿Qué? - dijo despistado y recordó - si - comenzó a bajar las escaleras corriendo.

La mirada del otro chico le seguía confundido por la actitud de su amigo.

- Cada vez es más raro - comenzó a reír y entro al salón.

Una chica de cabellos largos en una coleta y riendo estaba sentada frente a Merlí que dibujaba riendo ligeramente.

- ¿Quién es ella? - pregunto confundido.

- Ouh, André, ella es mi amiga May, May, él es André mi compañero - el solo suspiro y saludo a aquella chica.

- Soy de construcción así que no te preocupes, me iré en un rato - dijo riendo.

- Ah - sonrió.

A André le gustaba Merlí, pero sabía que a ella no le gustaba nadie y el único chico con el que se llevaba bien era Ethan, y para acabar, se había dado cuenta de que a Ethan le gustaba Merlí, así que para rematar, las ultimas veces que había demostrado algo por Merlí, esta le había alejado, una vez le había invitado a la cafetería y esta le había rechazado, una vez que trato de despedirse de un beso en la mejilla esta se había alejado y se había mostrado incomoda, y como estas, muchas ocasiones y todas habían terminado igual. 

You're EnoughDonde viven las historias. Descúbrelo ahora