You're Enough

Extra 3: Tell Me Your Biggest Wish

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Era el día de su cumpleaños, el primer cumpleaños por el que se emocionaba sin razón, siempre había odiado sus cumpleaños, pero esta vez no era así.

- Feliz cumpleaños a ti. Feliz cumpleaños a ti. - cantaron sus padres y hermanas levantándola.

- Feliz cumpleaños Mer, no te compre nada, me vas a tener que dar tiempo - rio su hermana mayor.

Mer asintió sonriente. Todos le abrazaron, Mer incluso se vistió con ganas, era el segundo viernes de aquel abril, un día bastante tranquilo y el último día de clases antes de las vacaciones. Tomo su mochila y se despidió de su familia, había aprendido a irse sola y regresar sola, en especial cuando su hermana mayor estaba ocupada y su madre tenía que ir a dejar y traer a la menor de la casa, porque su padre tenía al menos por hoy, tenía que ir a mover unos papeles en otra ciudad sobre su cuenta bancaria.

- Adiós Ma - sonriente se despidió.

Su madre la dejó en la puerta y ella comenzó a caminar más adelante se encontró con una de sus compañeras del salón a lo que decidieron irse juntas. Merlí noto que nadie en el salón sabía que era su cumpleaños, porque nadie la felicitaba, todos actuaban como de costumbre, y eso, aunque la calmaba por no ser el centro de atención también le ponía triste.

- ¿Qué te pasa Ethan? - la chica ignoro a su amigo, aunque todo el salón lo mencionara - ¿Por qué el regalo? - estaba en su propio mundo de tristeza que ni siquiera noto eso.

- ¿No me digan que se olvidaron otra vez? - suspiro él.

- ¿Qué? - preguntó otra.

- Es el cumpleaños de Merlí - susurro el.

- Diablos - grito quien decía ser la amiga de la chica.

- Que buena amiga ¿eh? - dijo un poco molesto sabiendo que ella debía de sentirse mal ya.

Sin mencionar nada más solo se acercó a ella lentamente y acercó aquel pastel pequeño a la chica mientras cantaba.

- Feliz cumpleaños a ti, feliz cumpleaños a ti - el resto del salón siguió cantando.

Él incluso le había logrado poner la vela a aquel pastel pequeño.

- Feliz cumpleaños Mer - le dijo sonriendo.

- ¿Lo recordaste? - preguntó conmovida, aunque no se notará mucho.

Él asintió con una sonrisa y ella tenía ganas de abrazarlo, pero sentía que el salón lo iba a mal interpretar así que solo le agradeció y él corrió a su asiento que casi cae.

- Te traje algo - le entregó aquella caja.

- Ouh, no te hubieras molestado, igual y me preguntaran quien me lo dio y ya sabes que mi madre se molesta - hablo ella apenada.

- Lo sabía por eso la caja - sonrió.

- ¿Qué planeas? - preguntó ella.

- En la salida lo verás - guiño y corrió rápido a su lugar al ver que el profesor venía.

- Mer - le llamó Darian - lo lamento, me olvide de tu cumpleaños.

- No te preocupes - negó con una sonrisa, aunque realmente lo sintiera por dentro.

Durante lo que resto del día Ethan no paraba de molestarla con cosas sin sentido. Y a la salida él le pidió que fuera rápido al parque cerca de la escuela.

- Este - señaló el suelo y sacó una palita de su mochila.

- ¿Qué piensas hacer? - se burló riendo.

- Cuando lo veas me darás las gracias - gruñó él.

- Solo apúrate que me regañan si llego tarde - se quejó ella.

Una vez hizo un hoyo bastante profundo le pidió la caja a la chica.

- No entiendo ¿cuál es el chiste de recibir un regalo cerrado si no vi lo que hay dentro y lo dejaremos... ¿Aquí? - el bufo.

- No tienes imaginación - le dijo.

- Tu...- le golpeó en el cuello.

- Bien - dijo tapando la caja de vuelta - dentro de unos 10 o 15 años debemos de volver juntos a ver que hay ahí.

- No tiene sentido - se rio, pero aceptó la idea - gracias por recordar que existo.

- Ve a casa o tus padres te castigaran - le dijo y ella asintió.

Después de verla correr rumbo a su casa el quedó viendo el suelo.

- Una lista de deseos, eso hay ahí, algún día los cumpliré si logro ganarme tu corazón - dijo sonriendo.

Y aunque había sido algo pequeño para ella al ver como estaba en casa fue el mejor momento de su cumpleaños. Pues lo que resto del día solo fue regañada, y todos en su familia excepto su hermana menor se comportó como si hubiese sido un día normal.

- No sé porque me emociono si siempre va a ser así - suspiro tirándose en la cama - estoy loca como para emocionarme.

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