You're Enough

We are already family

END UP HERE - 5 SECONDS OF SUMMER

Al día siguiente Merlí se levantó con un rostro de susto y del golpe. Su madre, recibió el segundo susto al verla despeinada y con el labial corrido por su mejilla, apenas la encontró en los pasillos de la casa.

- Merlí White - le grito asustándola - tu madre es vieja y tu intentas matarla del susto - tomo una escoba recargada en la pared y la persiguió - ve a tu cuarto y cuando parezcas una persona decente, sal.

- Auch - se quejó la chica, su madre había alcanzado a golpearla en el hombro.

- No salgas hasta después de bañarte - advirtió desde afuera de la habitación.

- ¿Cuándo me quede dormida? - se preguntó a sí misma.

Abrió sus maletas, estaba segura de que Ethan había bajado sus maletas y por eso estaban ahí. Busco un vestido simple que solía usar en su casa, se metió al baño y después de arreglarse se miró en el espejo.

- Si, mi mamá tenía razón - se río mientras se miraba en el espejo.

Salió de su habitación y miro hacia abajo, escucho de vuelta el caminar de su madre en la cocina, bajo corriendo y aunque su madre ya había escuchado sus pasos no se giró a verla.

- Mami - se abrazó a la espalda de su madre quien cortaba unos vegetales - te extrañe mucho, ¿por qué seguiste a mi padre? ¿no quieres quedarte a vivir conmigo?

- ¿Por qué viviría contigo? Eres responsable y debes aprender a vivir sin mi - se burló su madre.

- Buenos día señora - el chico apareció en la puerta.

Estaba limpio, su cabello aún estaba mojado, se había colocado una playera blanca y un pants gris.

- Buenos días... - miró a su hija en busca del nombre de aquel chico, aunque ella aún tenía la boca abierta mirándolo.

- Ethan - respondió el chico al ver que Merlí miraba como si hubiera visto un fantasma.

- Soy Katherine - sonrió - y parece que la feíta de acá, es mi hija.

- Mamá - se quejó arrugando la cara.

El chico nada más se comenzó a reír de lo que decía, al parecer el tiempo había arreglado la relación entre ambas y aunque al principio la madre de la chica no le había agradado, ahora era muy distinto.

- Siéntate en el sillón de la sala en lo que termino de hacer la comida y llévate a mi garrapata porque al parecer no me quiere soltar y tengo que cocinar - el chico asintió y agradeció.

- ¿No quiere que le ayude? - preguntó él con rapidez.

- Claro que no - sonrió ligeramente a lo que el chico devolvió la sonrisa.

Extendió su mano hacia Merlí para que ella se fuera con él, ella se separó por fin de su madre y se acostó en uno de los sillones, pero no a un lado de él, se quitó los zapatos y prendió la televisión para mirar las noticias.

- ¡Ma! - una voz se escuchó aún adormilada desde las escalera - Mamá, me duele la espalda, la cama es como una piedra después de estudiar toda la noche.

La hermana menor de Merlí, Emeli, estaba hecha un desastre, ni siquiera había recordado que hubiera visita.

- Oye, Eme, ¿quieres saludar a nuestro invitado? - su hermana la miro desde el sillón con risa.

- ¡Oh por Dios! - la chica abrió sus ojos demasiado al ver a su hermana - Tu, cara de rana, ¿cómo has llegado? - se acercó corriendo a abrazar a su hermana quien también hizo lo mismo - ¡Dios! - grito de nuevo al ver a un chico en el sillón.