The Management

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JUST ONE DAY - BTS

El chico entró a la dirección con la misma cara de siempre.

—Buenos días —saludó a la secretaria rápidamente mientras intentaba atrasarse para no alcanzar a su padre.

—Buenos días —respondió ella, pero el chico la ignoró y entró a la dirección.

—Ya estoy aquí —dijo Ethan. Su padre lo miraba fijamente —¿Solo me vas a ver? —preguntó Ethan con tono desafiante.

—Esperemos al chico al que atacaste —dijo su padre con un deje de sarcasmo.

Ethan rió con sorna.

—Ridículo —dijo, dándose la vuelta.

—¿Crees que yo soy el ridículo? Acabas de dar un buen espectáculo para que hablen de la escuela —su padre se cruzó de brazos, mirándolo con desdén.

—¿Te importo? ¿O solo te importa tu escuela? —Ethan no podía contener su resentimiento. Su padre siempre se preocupaba más por la imagen de aquella escuela por la que habia trabajado mas de 8 años, que por su familia.

—No hables más —dijo su padre, visiblemente enojado.

—¿Acaso es porque digo la verdad? ¡Admítelo! Jamás has mostrado amor por mí, por mamá o mínimo por Gray —Ethan dejaba salir su enojo contenido—. Jamás lo has hecho, ¿qué nos das?

—¡Dinero! —gritó su padre—. ¡Eso es lo que les doy! ¡Ustedes no sobrevivirán sin mi dinero! —El chico estaba impresionado por la frialdad de su padre.

—Me debes estar jodiendo —rió Ethan—. ¿Dinero? ¿Eso es amor para ti?

El padre estaba más que molesto. Le dolían las palabras de su hijo, pero no lo admitiría.

—Debes haber nacido en cuna de oro, por eso el dinero es importante para ti. ¿Sabes qué me das a mí? —dijo Ethan con una palabra que quedaría marcada en la mente de su padre—. Pena, vergüenza. A veces te desconozco, no sé quién eres, ni siquiera si eres mi padre. Puedes perderte con todo y tu dinero. Lo único que nos has dado son problemas y golpes. Por mí, puedes desaparecer, créeme que si por mi fuese preferiría reiniciar la vida de mi madre y que no se conocieran.

Ethan salió de la oficina dando un golpe a la puerta. Dentro, su padre suspiró.

—Lo solucionaré en dos años —murmuró para sí mismo en un intento de calmar su ego.

Al salir, Ethan corrió a su salón, esperando que aún no hubiese llegado el maestro. Aunque parezca una mentira, le estresaba perder clases. Al entrar al salón, recibió la mala mirada de Merlí y un regaño del maestro de química por su retardo.

—Pase, y no quiero que vuelva a pasar —dijo el maestro. Ethan asintió con algo de pena.

La clase comenzó. Merlí era la única que parecía saber todo el contenido, levantando la mano cada vez que el profesor preguntaba. Quizá solo ella y, de vez en cuando, otros dos junto a Ethan.

—Bueno chicos, eso es todo por hoy —dijo el profesor, comenzando a dejarlos ir.

—Hasta mañana, profe —dijeron todos en distintos momentos.

Todos salieron del lugar. Merlí, apenas salió, comenzó a temblar de frío. Se puso el suéter y trató de llegar rápido a la otra clase, pero una chica se acercó a hablarle.

You're EnoughDonde viven las historias. Descúbrelo ahora