Happy Ending - SEVENTEEN
Merlí llevaba todo aquel segundo año demostrando que su personalidad silenciosa e inteligente era mil veces mejor a todo lo contrario, una situación que ella misma negaba, aunque a esas alturas sus compañeros sabían que sería complicado superarla aun cuando estuvieran en tercer semestre. Sabía que podía, pero se despreciaba a sí misma por cometer errores. Para ella, los errores eran sinónimo de desesperación y estrés, cada fallo se sentía como una herida que se agrandaba con el tiempo. A veces, ya no sabía si seguir adelante era lo correcto; era tan sensible que cualquier pequeño problema se volvía un tornado en su vida. Sus padres, quienes decían conocerla a fondo, simplemente no entendían ese aspecto de su personalidad.
Caminaba por la escuela, tratando de desahogarse un poco consigo misma. De pronto, el terror se apoderó de ella. Un grupo de chicos y chicas se acercaba y no parecía que fueran a moverse a un lado, lo que la hacía sentirse cohibida en ese espacio tan pequeño.
—¡Merlí! —volteó con duda y vio a Ethan correr hacia ella—. ¡Cuidado!
Ethan la cubrió del golpe inesperado que venía y, al mismo tiempo, hizo que el grupo de personas se orillara, sin saber que con ese gesto le había ayudado enormemente, un suspiro de alivio se apodero de los labios de Merlí, miro hacia arriba intentando conseguir mirar al rostro de Ethan que se encontraba muy cerca de ella y con la altura que poseía parecía una situación complicada.
—¿Están locos? ¿Acaso no se fijan a dónde lanzan el balón y con qué fuerza lo hacen? ¡Pueden lastimar a alguien y entonces tendrán que pagar los gastos y meterse en problemas! —Ethan reprendía a los chicos con fuerza.
Los chicos, avergonzados, se disculparon. Dijeron que no sabían que ahí no se podía jugar porque aún estaban en primer año. Ethan, más calmado, les indicó la dirección de las canchas y les ofreció su amistad, mostrando su carácter extrovertido. Merlí, aún un poco asustada, observaba cómo los chicos pasaban de largo, sin discutir con Ethan por su altura y carácter. Era común que Ethan asumiera ese rol protector, que, aunque le sentaba bien, siempre era de alguna manera perjudicador.
—Gracias por eso —dijo Merlí, aliviada— En serio, no me habría dado cuenta y habría quedado toda lastimada.
—No hay problema, yo te cubro —Ethan le dio unas palmaditas en la cabeza y siguió su camino a trote rumbo a los edificios de atrás.
A veces, Merlí no sabía si sentía algo por Ethan o si solo era una locura. Sus sentimientos crecían y eso le daba miedo. Sabía que no era el momento adecuado y que se metería en problemas si seguía lo que decía su corazón. Simplemente, todo se iría por el caño.
—Ya, no imagines locuras, no es el momento —se dijo a sí misma mientras seguía caminando.
Casi siempre que ella tenía un problema, Ethan estaba ahí para defenderla. Parecía que él se esforzaba por protegerla e, incluso cuando no la seguía de casualidad ella aparecía en peligro y era para él tomar de vuelta ese papel. Era viernes, el último día de clases, y cada quien volvía a su casa y el día favorito de Merlí por muchas razones.
—¡Happy ending! —cantaba Merlí a todo pulmón como un gallo desafinado intentando afinarse a plena madrugada.
—¡Cállate! —su hermana menor la regañaba al pasar.
Sus padres habían salido, así que Merlí aprovechó para tomar un respiro y sacar todo su estrés, definitivamente la prepa no era la situación más tranquilizante, tarea, tareas, proyectos, exámenes, libros y mucho más, tan solo recordarlo le provocaba jaqueca. Amaba las canciones, aunque aún no sabía bien qué decían y no era su especialidad investigarlo antes de que le gustaran.
—Voy a ver una traducción —sonrió con un poco de malicia. Sabía que ver la traducción de una canción la dejaría llorando.
—Ay no —su hermana menor se palmeó la frente.
—No critiques —se quejó Merlí.
—Solo no llores tanto. Cuando vuelvan papá y mamá y te encuentren con la cara hinchada, me van a dar cuello —Merlí hizo una seña de soldado.
—Sip, señora —se tiró en el sillón relajada y tomó una almohada para derramar su llanto ahí.
Por muy seria que pareciera en la escuela y a pesar de su timidez, Merlí era otra persona cuando estaba con quienes conocía bien. Podía ser alegre y atrevida. Y, tal como había pensado, apenas habían pasado 30 segundos y ya estaba llorando. Las traducciones de amor eran demasiado melosas para ella y le hacían llorar al pensar que jamás le pasarían.
—Ten, ya no me sirve —su hermana le entregó su tablet a Merlí.
—Gracias —Merlí se limpió las lágrimas de inmediato y entró a su Instagram.
Lo primero que vio fueron notificaciones. Una en particular llamó su atención.
"ethan..romix ha solicitado seguirte"
Merlí estaba fuera de lugar después de verlo. Presionó en el perfil y vio la foto de Ethan. La imagen era tan buena que Merlí comenzaba a creer que él tenía mucho dinero, aunque él odiaba ser visto como un niño rico y trataba de tomar fotos simples, pero con estilo, aunque a leguas, era solo un niño rico intentando aparentar que no lo era. La curiosidad de Merlí era tan grande que, por error, presionó en "seguir también". La cuenta se pausó en "siguiendo". Asustada, quiso borrar de inmediato, pero fue tarde. Ethan ya había mandado un mensaje. Ella estaba dentro y no podía salir. Finalmente, decidió aceptar la solicitud y no subir nada por el momento. Duró solo dos minutos antes de que encontrara una buena publicación sobre su mundo coreano y la subió a las historias. La tentación le había ganado.
"ethan..romix quiere enviarte un mensaje"
Abrió el mensaje intentando pensar qué podía ser.
ETHAN HOLIIIIIIII ^^
Hola.
ETHAN HOLAAAAAA :)
Hola.
ETHAN ¿Por qué escribes con punto al final??? :|
Así.
ETHAN ¿Lo haces a propósito -_-?
No, ya me acostumbré a escribir así. Aunque si quieres, dejo de hacerlo.
ETHAN No es necesario que cambies, solo ten un poco de confianza conmigo. Puedes escribir sin ese punto y sin formalidades
ok
Poco a poco, tomaron confianza y comenzaron a hablar como amigos de toda la vida. Simplemente, eran ellos mismos. Hablaban de forma casual; en ocasiones, él era un poco molestoso y atrevido con ella, pero se llevaban bien, era solo el inicio, el inicio de algo que ambos no sabían cómo terminaría.
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You're Enough
Roman pour AdolescentsDespués de aquel sueño, Merlí despierta confundida, pero todo da vueltas cuando aquel chico aparece frente a ella, en su mente cruza un pensamiento ¿podría ser feliz? - Eres más que suficiente para este mundo... - Saga: Look Here - Historia hetero...