Capítulo 4. "Mitman Sube"

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IN MY VEINS

Se dejó caer sobre la cama sacando el móvil de su bolso.

- Hola Tab...

- Dios, Betty ¿Dónde diablos estas? - su amiga sonaba preocupada al otro lado - He llegado al restaurante y me dijeron que renunciaste. He ido a tu cuchitril y tampoco nadie te ha visto. Comencé a imaginar lo peor...

Betty mordió su labio. Con todo lo que le había pasado desde temprano, había olvidado por completo que su amiga pensaría ante su evidente desvanecimiento que probablemente estaría intentando suicidarse. Y no era una idea tan descabellada considerando todo lo que era su vida últimamente, el problema era que Betty era demasiado cobarde para hacerse daño a sí misma incluso.

- Tranquila, Tabitha. Estoy bien... - asintió recostandose para poder observar su ahora lujoso techo

- No es suficiente - negó - ¿Dónde estás? Porque aún no vienes a dormir. Compre comida china para ambas...

- Sabes perfectamente que no me gusta la comida china. - rodó los ojos - Y, tengo que contarte muchas cosas...

- Dime...

Betty suspiró antes de comenzar a contar. Estaba segura que Tabitha enloquecería por ella.

- Betty... ¿Estas segura que no es una clase de narcotraficante?- cuestionó.

- Por supuesto que no - recordó aquella serie se cirugías y drogas - No, es dueño de una agencia de publicidad...

- En ese caso, Betty estoy tan feliz ¡Te dije que Dios existía! - gritó con exageración, tanto que la rubia tuvo que alejar el auricular de su oído. - Te mereces todo lo bueno. Dime ¿Es grande el departamento?

- Enorme. Es lindisimo...

- Lo imagino. Debemos vernos mañana para que hablemos mejor - pidió - Tengo turno por la mañana así que la tarde estaré libre ¿quedamos?

- Por supuesto. ¿En dónde siempre?

- Claro que no. Llegaré cerca de tu trabajo. Así puedo echar un ojo...

- ¿Qué hay sobre Alex?- alzó una de sus cejas.

Escucho a su amiga resoplar - Alex es un idiota. Pero mañana hablaremos más. Tengo que irme.

- Bien, buenas noches, Tabitha.

- Descansa Coop.

Betty colgó. Antes de soltar completamente el móvil colocó su alarma para poder estar lista y no dar una mala impresión. Una de las cosas donde no era particularmente buena era madrugando y siendo puntual. Tenía que despertar dos horas antes de salir porque su cerebro funcionaba mucho más lento por las mañanas.

Apenas se quitó los zapatos y se cubrió con la sabana. Estaba bastante cansada y apenas se estaba dando cuenta

El olor que desprendían las sábanas le recordó a Jughead. No quiso darle mucha importancia a lo que eso representaría a partir de esa noche.

•IMV•

Mientras dejaba que el agua caliente cayese sobre su piel, la imagen de la rubia vino a su mente recordando su responsabilidad sobre ella.

Sabía que ella era demasiado inocente para intentar sacar provecho sobre él o su familia, pero no podía evitar sentir un poco de temor en caso de que las cosas se saliesen de control.

Lo cual era muy probable si lo pensaba demasiado.

El timbre sonó y se apresuró a salir de la ducha.

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