Capítulo 7. "Alucinación"

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IN MY VEINS

Billy caminaba de vuelta a casa. Tarareaba la canción que sonaba por sus audífonos.

El instituto le resultaba cada vez más aburrido y no entendía por qué debía asistir a ese especialmente cuando nada pintaba él ahí.

Su padre definitivamente quería volverlo loco.

Antes de girar en la equina, a toda velocidad una pequeña apareció tropezando con brusquedad con él

Aunque este se tambaleó sobre si, fue sin duda la chiquilla rubia quien cayó al suelo por el impacto dejando caer la caja de chocolates que se esparcieron por el suelo

- Oye... - quitó uno de sus auriculares - ¿Estas bien?- se arrodilló frente a ella para examinarla.

Ella alzó el rostro observándolo con los ojos llenos de lágrimas.

Billy alzó las cejas. - ¿Qué tienes? ¿Te has lastimado?

La pequeña negó limpiando sus ojos con el dorso de su mano. Se apresuró a levantar cada uno de los chocolates que había arrojado a causa del tropiezo con el chico frente a ella.

- ¿Por qué estás llorando?- Billy no se consideraba muy bueno con respecto a los niños, esa era una de las cosas que más le agradaba de solo vivir con su madre.

- Yo... - murmuró sosteniendo la caja con fuerza.

Billy espero paciente, aunque unas risas tras ellos hicieron que la rubia se sobresaltase y quisiera salir corriendo.

Billy la detuvo sosteniendo su brazo mientras un grupo de niños aparecieron frente a ellos.

La pequeña se colocó tras él en un intento por ocultarse, cosa que no pasó desapercibido para el muchacho

- ¿Qué es lo que quieren?- cuestionó Billy con seriedad a los niños que mantenían la mirada sobre la rubia y lo observaban extrañado a él.

Sintió como la rubia tomaba su brazo y lo apretaba temblorosa.

Lo entendió. - ¿Qué es lo que quieren con mi hermana?

Ellos lo observaron sorprendidos.

- ¿Son ellos, hermanita?- giró el rostro a ella. - ¿Ellos son los niños que te molestan?

La chiquilla no respondió, solo lo observaba desconcertada.

- Oigan, - volvió a dirigirse a los niños. - Sí tienen algún problema con ella, yo lo arreglaré. - indicó con seriedad. - Adelante ¿tienen algo que decir?

El grupo se observó entre sí.

Billy contuvo una sonrisa. - Sí no es el caso, no quiero volver a verlos cerca de ella, porque entonces me encargaré de ustedes. - señaló con el dedo índice - Estoy hablando enserio.

El grupo se giró comenzando a correr de vuelta de donde venían.

- ¿Está mejor ahora?- Billy volvió a girarse a la niña. - Espero haberte ayudado un poco, pero si no es el caso te prometo que en verdad me encargaré de esos mocosos. - sonrió.

- Muchas gracias - ella esbozó una sonrisa agradecida.

- No hay de que, ahora vuelve a casa - indicó revolviendo su cabello rubio.

- Espera... - Ella lo detuvo. - ¿Cómo puedo agradecerte?

Billy la observó sorprendido

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