2. Comenzando las tutorías.

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En el transcurso de esta semana, las 2 Nakano varias veces intentaron devolverle sus cosas a Yuki, pero no tenían éxito alguno.

El principal problema era que Yuki, en si era un tipo algo serio y muy callado, pero cuando se asustaba se ponía bastante nervioso, lo que las ponía bastante nerviosas a ellas también.

Todavía tenían 2 días antes de ser Viernes, que sería cuando conozcan a su tutor.

Estaban seguras de que sería una persona que estaría obsesionada con estudiar, así que no tendrían tiempo para darle sus cosas al chico.

Iban caminando junto a sus hermanas a la escuela y decidieron seguirlo en el descanso para ya darle de una vez los audífonos y lentes.

Ambas platicaban sobre esto mientras que sus otras 3 hermanas las veían un poco raro.

De hecho sin el contexto adecuado (el cual ninguna de las otras 3 tiene) suena como si fueran acosadoras.

....

Hora del almuerzo.

Yuki, como de costumbre salió del salón, solo que esta vez tenía en mente otro objetivo: Darle sus bentos a Lilith y Alice.

¿Por qué? Porque hoy salieron algo apurados y a ellas se les olvidó.

Bueno, llegó al salón de su hermana, la llamó y le dio el bento, así de sencillo.

Claro, las Nakano escuchaban de lejos y no entendían algunas palabras.

Yuki agarró el segundo bento y se dirigió a la sala de maestros, donde las chicas pensaron que tenía una duda y buscaba a la maestra, luego vieron que le dio el bento y pensaron que salían, para luego escuchar como el chico le llamaba la atención a su hermana.

El peliblanco fue, ahora sí, a pedir su desayuno de siempre.

Una vez listo, con la bandeja en mano se fue a la azotea.

Allí, se puso sus audífonos y comenzó a tararear mientras comía.

Las hermanas veían algo fascinadas esto, como si fuera alguna especie de animal en zoológico.

Una vez el chico acabó, se puso a cantar, parecía que tocaba una batería imaginaria o incluso una guitarra, era algo con lo que Miku se identificaba.

Se acostó en el suelo y observó el cielo, mientras reflexionaba.

De repente comenzó a hablar consigo mismo.

Yuki: ¿Estás nervioso?

Yuki: Si. No es la primera vez que enseño como tutor, pero sabes lo nervioso que me pongo con las chicas.

Yuki: Descuida, todo saldrá bien.

Yuki: Wey tu sabes lo que he pasado....

Yuki: Pues si pendejo, soy tu.

Yuki: Si....

Yuki: ....

Yuki: ....

El peliblanco cerró los ojos.

Yuki: A veces extraño México.

Yuki: Si, el país estaba de la chingada pero al menos era muy bonito.

Yuki: Si....

Yuki: Oye se me antojaron unos chilaquiles.

Nakanos: (¿Chilaquiles? ¿Qué es eso?)

Yuki: Que mal que aquí no haya restaurantes mexicanos o algo así.

Yuki: ¡No importa! Busco los ingredientes y yo lo hago.

Mi corazón te pertenece a ti. (Miku Nakano x OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora