Vi esperaba paciente sentada en la cama, mirando sus manos marcadas en heridas de antaño, algunas costras por sostener constantemente los guanteletes, sus nudillos cicatrizados por años de golpes a la pared de una celda fría, o a otras personas. Su mente estaba en blanco, todo lo que podía pensar para salir de aquel problema ya lo había pensado. La solución era una sola y sabía que era muy probable que Caitlyn ya hubiese llegado a esa conclusión ella misma.
La puerta se abrió lentamente. Vi alzó la mirada y observó a Caitlyn parada detrás de la puerta cerrada, mirando con cierto grado de desconcierto e impresión. Vi se vio teniendo un deja vú, recordando aquella tarde en que algo similar había pasado; solo que Vi había estado acostada, con su brazo colgando del borde de la cama, y en el suelo habían decenas de pistas sobre el robo de la gema de Hextech.
En esta ocasión Caitlyn no habló. Caminó parsimoniosamente dentro de la habitación hasta que se detuvo en frente de la cama, sentándose al lado de Vi y luego dejándose caer hacia atrás hasta acostarse en posición fetal. Vi la imitó, mirándola frente a frente esta vez.
—Me despedí de mi padre —confesó Caitlyn, recordando como este le decía que prefería no verlas en la mañana, porque no quería que ella se sintiera mal o que Vi se culpara por todo.
Vi entendió lo que esa frase significaba. Su mano se estiró hasta que sus dedos tocaron la mejilla de Caitlyn, haciendo que la peliazul cerrase su mano sobre la de Vi, uniéndolas y trazando figuras con su pulgar sobre el dorso de la mano de Vi.
—Nos vamos a Zaun —comentó Vi, una afirmación a medias hecha como un susurro, todavía tanteando la realidad de aquello.
—Nos vamos a Zaun —repitió Caitlyn, haciendo más real la situación.
—¿Quieres hablar de ello? —preguntó Vi, aludiendo al elefante en la habitación. Caitlyn sonrió con tristeza y pesar.
—No será fácil. Jinx estará al acecho y no sabemos a qué se refiere con que vendrá a buscarle cuando esté listo, pero sabemos que significa que regresará —dijo Caitlyn, mirando profundamente a los ojos azul grisáceos de Vi—. Lo que significa que tendrás que luchar contra ella y no puedes vacilar.
—Lo sé —afirmó Vi. Lo había pensado durante todo ese tiempo; el día que Jinx regresara vendría a por su bebé, querría llevárselo y Vi sabía que tendría que luchar contra ella como si no fueran nada—. Probablemente esa sea la única forma en que pueda enfrentarla sin ver a Powder cada vez que la golpeo —confesó, admitiendo una debilidad que no podía ignorar más. Caitlyn solo asintió suavemente con la cabeza.
—Heimerdinger intentará convencerme de no tenerlo —continuó Caitlyn, sabiendo que eso hacía que habitar con las luciérnagas no fuera una opción muy viable.
—Creo que en ese caso tendré que asumir la posición que me quieren dar como líder de Zaun, algo así como lo fue Vander —respondió Vi, sintiendo el apretón de Caitlyn cuando mencionó el nombre del hombre que la había criado una parte de su vida como una hija, porque esa historia se había contado una noche de tantas en las que después de devorarse una a la otra el cansancio no llegaba.
—No será fácil —afirmó Caitlyn, acercándose más a Vi.
—Nada lo ha sido nunca —repuso Vi, sosteniéndole la mirada y acariciando su mano—. Excepto por esto —añadió, aludiendo a lo que tenían entre ellas, a esa relación que superaba lo que ambas consideraban un noviazgo, elevándose por encima de una palabra que abarcaba tan poco y que se había vuelto nada significativa para el mundo.
No dijeron más nada. Las palabras sobraban en medio de aquella cama. Iluminadas escasamente por la luz lunar que entraba por la ventana, sosteniendo sus manos en ese mínimo contacto; que parecía tan poco en comparación con todas las noches anteriores en que sus cuerpos se habían abrazado sin nada de por medio, pero que en esos momentos era más que suficiente, incluso más íntimo. El sueño se hizo presente, llevándolas a las dos a un descanso pacífico que antecedía a lo que se venía encima de ellas.
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Arcane: El renacimiento.
FanfictionPiltover y Zaun colapsan en desgracia después de la explosión causada por Jinx, haciendo que Caitlyn y Vi se vean atascadas en medio del dolor y las responsabilidades. Con un reloj contando el tiempo que les queda juntas antes de que ambas naciones...