No había ido a la batalla, había llegado al terreno, había querido entrar en la carpa con Vi, pero no lo hizo. En cambio, Ekko pasó la tarde trepado en la parte más alta de Piltover, escondido de todos, observando la ciudad. Sabía las intenciones de Jinx, había logrado sonsacarle partes de su plan a lo largo de los años, en los momentos de vulnerabilidad posteriores al sexo.
Si era honesto, sabía que Jinx apenas lo viera lo mataría; él había jugado perfectamente su papel durante años, adentrándose en su mente con peticiones pequeñas como una celda más cómoda, un poco más de comida, que ella se quedara a su lado un rato más, que entrenaran allí adentro juntos, que retirará el sensor de movimiento porque le hacía sentir incómodo que alguien estuviera percibiendo lo que ellos hacían juntos allí.
Ella le había dado todos los medios para escapar, había tomado tiempo, pero esa debilidad que había mostrado ante él era suficiente para tenerla en su peor estado homicida al verlo. Ekko también sabía que Jinx no iría a la batalla, perder tiempo allí cuando el objetivo era Cassidy no era el estilo de Jinx, pero si le decía eso a Caitlyn o a Vi, era poco probable que fueran a luchar, lo cual solo alargaría más aquello, pues Jinx buscaría otra forma de acercarse a Cassidy sola.
No, Ekko no dijo nada. En cambio, esperó a que todos se hubieran escondido para recorrer los alrededores de Piltover en busca del lugar dónde Jinx llevaría a cabo la extracción de la Arcana. No esperó que le tomara tanto tiempo, creyó que sería un lugar obvio si Jinx pensaba que la batalla estaba ganada, pero no contó con la desconfianza que caracterizaba a la mujer.
La noche hacía mucho que había caído cuando Ekko finalmente encontró los camiones custodiados por los noxianos y una máquina extraña establecida en el centro de la plataforma. Era un espacio abierto, a las afueras de Piltover, cerca del terreno compartido con Zaun, donde había una plazoleta gigante que antaño era donde se hacían las congregaciones entre el Concejo y el pueblo, Vander le había contado eso.
La máquina contaba con cuatro postes metálicos, un aro en el centro que estaba conectado a los postes por tubos y cadenas en el centro del aro. El brillo familiar de las gemas de Hextech destellaba entre el metal, fuera lo que fuera que esa máquina hacía, no era bueno. Ekko percibió los cables que conectaban los postes hacia una especie de cámara hiperbárica transparente.
Pudo haber enfrentado a los noxianos, pero eso sería estúpido, él era uno solo, ellos eran diez, él llevaba años sin luchar verdaderamente y ellos eran guerreros entrenados, así que prefirió usar un dispositivo explosivo pequeño para distraerlos, pudiendo descender de su escondite y acercarse a los camiones por la parte de atrás.
La sutileza era parte de su forma de lucha, aun si ya no era un adolescente pequeño, seguía siendo capaz de moverse en silencio alrededor del enemigo. Para su fortuna, los camiones no iban a puertas cerradas, sino que tenían levantada la plancha y unas pesadas cortinas negras bloqueaban la luz hacia el interior.
Ekko logró saltar dentro silenciosamente, haciendo uso de la fuerza de sus brazos para sostener su peso y que sus pies pudieran caer en el suelo del camión con ligereza controlada. Avanzó en la oscuridad, sin lograr distinguir forma ninguna, con una de sus manos extendida hacia delante, esperado tocar algo.
El frío tacto del cristal llegó desde la punta de sus dedos al mismo tiempo en que el contendor se iluminó ante su toque, mostrando una imagen que dejó a Ekko mareado, perturbado de forma absoluta. Silco, desnudo, pero tan conservado como la última vez en que Ekko lo vio, flotaba en aquel líquido verdoso, tubos conectados a su cuerpo, muerto.
La realización llegó a él demasiado tarde, se reprochó no haberlo notado antes, no habérselo planteado siquiera. Jinx no tenía pensado eso cuando creó a la niña, pero luego de haber matado a Silco, esa fue su única obsesión. Jinx quería a Cassidy para revivir a Silco. Los ojos de Ekko observaron el contenedor al lado del de Silco, donde una mujer joven de tez oscura flotaba, sin vida, con el rastro de la explosión cubriendo su cuerpo. Ella era el motivo de que los noxianos ayudaran.
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Arcane: El renacimiento.
FanfictionPiltover y Zaun colapsan en desgracia después de la explosión causada por Jinx, haciendo que Caitlyn y Vi se vean atascadas en medio del dolor y las responsabilidades. Con un reloj contando el tiempo que les queda juntas antes de que ambas naciones...