El tiempo era demasiado complicado para entender. Fácilmente sabrías qué hora es o cuántos días han pasado. Pero con la misma facilidad no sabrías si solo han pasado horas o años. Algo demasiado peculiar de ese lugar.
Cada día mostraba una distinta rutina, dejando de verse aburrida y cotidiana. Cada actividad solía ser diferente o habrían muchos más motivos para dejar de verse algo común.
Y así fue hasta que llegó ese día en que la mayoría de muchachos dejaban notar pequeños nervios en sus acciones.
Unos parecían superarlo mientras que otros no estaban muy seguros de qué ocurriría. Mientras la luz del sol podía apreciarse, las cosas iban bien, incluso se le podría llamar como algo tranquilo.
Pero al caer la noche fue cuando todos parecían saber que hacer, sin necesidad de haber recibido una orden; o bueno, eso pensaba _____.
¿Qué ocurría? No lo entendía.
¿Por qué todos parecen tan rígidos y serios? Tampoco había una respuesta.
¿Por qué Pan había cambiado su aspecto?—¿Por qué luces así? —la duda salió de los labios de la castaña al ver con curiosidad a su pareja como si fuese un niño común. Usando ropas descuidadas, cabello alborotado y una que otra mancha en su rostro.
El muchacho solo sonrió como si ocultara algo, sus manos ataban aquellas agujetas de sus botas—. Nada especial... —hizo una pausa pensando—, solo una pequeña dinámica.
La joven solo lo observó con curiosidad—. ¿Al menos piensas contarme?
Aquellos ojos verdes que tanto le gustaban ver observaron su rostro. Esos labios que gustaba de besar se formaron en una sonrisa. Y esas manos que siempre jugaron con su cabello se posicionaron en sus mejillas.
El muchacho solo permaneció callado con una sonrisa y dejó un beso en la frente de la fémina—. Tómalo como una sorpresa —se atrevió a decir antes de dirigirse a la puerta para salir. No sin antes detenerse y verla—. He dejado una taza de té para ti, recordé haberte escuchado decir que te dolía la cabeza, bébelo —dijo antes de salir y desaparecer de la vista de _____.
Los ojos de _____ fueron a la delicada taza que humeaba. Se acercó y la sostuvo, no solía ser muy fan del té, sopló y dio unos cuantos tragos y dejó la taza sin acabar con todo el líquido.
Bostezó y se acomodó en la cama, pensando que sería buena idea descansar al menos un momento.
Lo hizo sin saber que aquella taza de té estaba especialmente hecha para que durmiera por toda la noche.
O bueno, al menos durante el tiempo que tomaría Pan para darle la bienvenida al pequeño niño que _____ lo veía como su hermano.
O al menos como lo recordaba.
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Demasiado corto, lo sé, pero al menos sigo pendiente de la historia.
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Dejarlo todo por amor (Peter Pan y Tú)
Fiksi PenggemarTodos critican esa unión entre ellos, no quieren que ella este con un cruel villano. Un simple hechizo de amor le hace creer que él la ama, sus ojos están vendados con tal de que no vea sus malas intenciones. Pero un despampanante sentimiento surge...