Nathaniel Litman ◇Herederos Litman 2◇

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Sin ganas de dar muchas explicaciones salimos de mi oficina y le digo a Rebecca que nuestro almuerzo cambia a una cena, mientras mis hermanos y Charlot se encaminan al ascensor para irnos, mientras que Erick le avisa a nuestros padre para que nos reunamos todo en casa, ellos también deben estar presentes para que estén al tanto de todo.

Simplemente le digo a Rebecca que hubo una emergencia y debemos ir a casa de mi abuelo.

─¿Y ella también va a con ustedes también? ─ me pregunta refiriéndose a Charlot.

─Por supuesto, ella es familia, le concierne todo, debo irme ─ digo sin más y subo con ellos en él ascensor con ellos.

No quiero estar cerca de ella, la quiero lo más lejos posible de todos nosotros. Me siento cómo un completo idiota en esté momento, porque ahora todo se ve tan claro y fui un idiota por no darme cuenta antes.

Su insistencia en que no tener seguridad, en que siempre respetara su privacidad, que nunca apareciera en su departamento ni en su trabajo sin avisar, claro, porque lo más seguro es que estaba con su amante. Sabía que algo tenía ese maldito sujeto que nunca me callo bien, pero eso ya se acabó, su juego se acabo los acabare a los dos pero antes de que eso pase, tengo que saber exactamente quienes son ellos y la razón por la que planearon todo esto.

Porque lo poco que sabemos que ellos están planeando, no puede ser por simple envidia o algo por él estilo, han sido muy pacientes, la falsa relación que he tenido con Rebecca tiene más de dos años, han sido muy paciente, lo que quiere decir que tienen una gran motivación para hacer esto.

Además, algo que no entiendo, es porque él escolta de mi conejita no me dijo que vio a Rebecca besandose con ese idiota, porque no lo dijo, si mi conejita los vio él tambien debio de hacerlo, ¿por que no lo hizo?.

─¿En qué piensas tanto? ─ pregunta mi conejita mientras estamos en él auto.

─Que fui un idota al no darme cuenta de cómo se estaban burlando de mi en mi cara ─ dice él.

─No te atormentes así, no por ellos, estabas enamorado, además siempre ves lo bueno en la gente y eso no es algo malo, algo cómo esto le pudo pasar a cualquiera o incluso a uno de tus hermanos ─ me dice ella intentando subir mi animo, más no funciona mucho del todo.

─Pero no mi abuelo, él siempre lo supo ─ le recuerdo.

─Pero no entiendo porque no dijo nada, si él sabía esto, ¿por que no te dijo?, ¿por qué se quedó callado? ─ pregunta confundida.

─No lo se y espero que tenga muy buenas razones, aunque conociéndolo siempre las tiene ─ digo y él resto del camino lo pasamos en silencio.

Otra cosa en todo esté asunto es que todo estos últimos días me he sentido cómo él peor de los hombres, le había sido infiel a mi novia, con otra mujer, además de que no me arrepentia y mucho menos me arrepiento ahora de haber estado con mi conejita, la verdad es que me estado resistiendo todo estos días, él no tomarla de nuevo, no hacerla mía, porque es en lo único que puedo pensar cuando estamos los solos.

Llegamos a la propiedad familiar junto con nuestros padres también, por suerte ellos no estaban muy lejos.

─¿Qué ha pasado? ─ nuestra madre es la primera en preguntar extrañada por la repentina reunión familiar que hemos convocado.

─Es mejor hablar adentro y con él abuelo presente ─ les digo y nos disponemos a entrar en la casa.

Maya, la ama de llaves de la casa nos recibe, confundida porque todos estemos en la casa a está hora, le preguntamos por mi abuelo y nos dice que está en él jardín, con mis hermanas también, al parecer hubo algo en su instituto que hizo que salieran más temprano.