Nathaniel Litman ◇Herederos Litman 2◇

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─Así que te invito a salir ─ comentó, después de un rato acostados en su cama la convencí de salir y ahora estamos en un pequeño restaurante fuera de la ciudad, lo elegí así para que la prensa no tenga tanto acceso a nosotros, aunque sí debí de elegir otro auto.

─Así es pero me quede dormida, le diré para vernos mañana ─ me dice ella y aprieto él tenedor en mi mano, iracundo de celos, porque aunque sé que él estará intentando sacar agua de un poco vacío, no me gusta que esté cortejando la, lo odio.

─Detesto la idea, pero sé que es lo que nos toca hacer ─ digo derrotado.

─Tranquilo, no es cómo si le fuera a permitir tocarme ─ me dice ella con tranquilidad.

─Cambiemos de tema mejor, lo último que quiero es pensar en él tocando te ─ digo.

─Bueno, deja pensar en otro tema de conversación....─ piensa en algo más mientras toma de su limonada ─ ¡ahhh!, ¿tienes un editor llamado....ammm Caref?, ¿si?, no se si recuerdo él nombre correctamente ─ dice ella dudosa.

─Si, Caref Fiery, es uno de mis editores, ¿ya te envio la propuesta? ─ le preguntó.

─Si una muy buena propuesta la verdad, pero ahora que sé que es de tu parte me hace dudar ─ dice ella.

─¿Por qué?, conejita eres muy buena escribiendo lo sabes, cualquier editorial se pelearía por ti ─ le aseguro.

─Siempre tan alargador ─

─Más bien sincero ─ corrijo ─ entonces, por lo que supongo si estas pensando en cambiar de editorial ─ digo ─ la verdad pensé que no lo estabas diciendo enserio ─

─Si era en serio, con mi editor no estoy trabajando tan bien como antes, me gustaría probar con otro género, pero el se niega completamente a que lo haga además siempre me esta Cambiando tanto las historias porque según él dice que estas son las historias que están vendiendo ahora, pero no quiero ser como una escritora que hace lo mismo que otras, que simplemente cuenta la misma historia que otras, pero solo le cambia el lugar o la época, no quiero eso ─ dice.

─Si no es lo que quieres donde debes aceptarlo, no luchaste tanto por está carrera para que ahora no puedas escribir lo que realmente te apasiona ─ le digo con seguridad y ella me sonríe.

─Gracias por entender ─

─Tu editor es idiota por no entender ─ le digo y ríe ─ ¿cuando hablaras con Caref entonces? ─ le preguntó con interés.

─Primero debo cerrar mi ciclo con mi actual editor, para eso creo que voy a necesitar un abogado, porque si me retiro de la editorial no quiero que después digan que las historias no me pertenecen o algo por el estilo, así que él lunes me pondré en contacto con los abogados de mi familia para ver que me aconsejan ─ me cuenta.

─Sabes que cualquier cosa que necesites te ayudaré ─ le digo.

─Se que si, solo espera a que te pida ayuda ─

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Cuando terminamos de almorzar nos vamos a mi casa, debo de acorrala a estar allá, porque espero que en no mucho tiempo también será su casa.

─No es apropiado que pase mucho tiempo aquí, ¿qué pasa si Rebecca viene de visita? ─ me cuestiona, mientras entramos.

─Tu también estás de visita, ella no puede reclamarte nada al respecto que tú también lo hagas ─ contestó con seguridad y tranquilidad.

─Pero si puedo reclamar él que me mientas ─ escuchamos su voz y segundos después la vemos aparecer, vestida con una chaqueta él color uva muy oscuro que se llega a confundir un poco con él negro, una blusa del mismo color de la chaqueta, un pantalón gro ajustado y zapatos de tacón negros también.