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Pov Nathaniel

Cómo dije mi conejita es malvada cuando quiere

La cara de Rebecca es todo un poema después de las palabras que ha dicho me conejita.

─¡Es una completa mentira! ─ exclama Rebecca con él rostro completamente rojo.

─Yo solo repito lo que él me había dicho, nada más Rebecca, no es mi culpa que él piense así de ti ─ se encoge de hombros.

─Es mejor que dejemos a Nathaniel y a Rebecca a solas para que hablen ─ dice mi madre, así que todos se levantan y salen para dejarlo solos. Mis hermanos ayudan al abuelo a levantarse para que no se esfuerce demasiado, sus heridas aún están recientes, debemos cuidarlo bien.

─Ella me trata así y la dejas ─ se queja Rebecca cuando estamos solos.

─¿Eso es lo primero que me dices?, ¿En serio? ─ le preguntó con ironía.

─¿Y por qué no es lo primero?, desde que llego solo me ha provocado una y otra vez y tú la dejas ─ se queja.

─Ella no te ataca, desde hace mucho que te he contado de ella y siempre te he dicho que ella no es alguien que se guarde lo que piensa ─ le recuerdo ─ además ese no es él tema importante aquí, si no él bebe que esperas ─ le recuerdo.

─Si, empezemos por lo que dijo tu abuelo ─ dice ella cruzándose de brazos ─¿cómo es eso de que no vamos a casarnos? ─

─¿y por qué lo haríamos? ─ le preguntó con confusión .

─¿Cómo que por qué?, ¡Voy a darte un hijo! ─ me grita ella completamente roja de ira.

─No si sigues gritando y alternándose de esa manera, deja de gritar, Rebecca ─ le digo haciéndola sentar en uno de los muebles ─ a ver, llevamos dos años juntos y parece que no me has llegado a conocer bien, o a mi abuelo, él no dice nada por decir ─ le recuerdo.

─Así que si él dice que no seré tu esposa, no lo seré, así de simple, ¡Solo porque él decrépito anciano abuelo de tu abuelo lo dice! ─ se queja ella prácticamente en un grito, pero después de que lo dice se cubre la boca porque sabe, él gran error que cometió ─ yo...lo siento...

─De verdad que no me conoces, porque de lo contrario no te expresas así de él ¿hemos perdido estos dos últimos años juntos?, desperdiciando él tiempo ─ comentó con pesar

─Nosotros estábamos muy bien antes de que ella apareciera ─ dice molesta.

─No quieras culparla por algo que iba a pasar de todos modos ─ digo.

─¿De qué hablas?, nosotros estábamos bien ─

─Es lo que también pensaba, pero sinceramente, me estaba cansando de está relación que no estaba llevando a ningún lado ─ digo.

─¿Ningún lado?, estábamos hablando de mudarnos juntos ─ me recuerda ella.

─Si, después de dos años, en los que siempre me pusiste restricciones de cuánto me podría acercar a ti, que acepte porque te quería mucho, pero ya había pasado mi límite desde hace mucho ─ le digo.

Y es la verdad, aunque le decía a mis hermanos y a todos que estaba bien con eso, no lo estaba, porque también lo sentía cómo si ella quisiera alejarme de ella, pero ahora ya se cual es la verdadera razón, que es aún peor.

─¿Entonces qué?, ¿me estás diciendo todo esto porque te he dicho que te dije embarazada y lo tomarás cómo excusa para dejarme y no hacerte responsable de tu hijo? ─ se queja ella con los ojos completamente rojos, llenos de ira.

Nathaniel Litman ◇Herederos Litman 2◇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora