Capítulo 39: "Las buenas costumbres"

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Clarke parpadeó estupefacta, tratando de asimilar lo que estaba pasando, la visión frente a ella acababa de desdibujar todo a su alrededor. 

-Hola extraña- dijo Lexa arqueando una ceja y sonriendo de costado de esa forma en que solía hacerlo tratando de obtener alguna respuesta.

El aire entonces terminó de escaparse de los pulmones de la rubia, la voz de la castaña se sentía como salida de un sueño, tan familiar y tan lejana a la vez. Había presentido que la vería, claro que sí, pero nada la hubiera preparado para ello, ni siquiera una advertencia de Raven.

-¿Lexa eres tú?- se atrevió a preguntar Octavia sacando a las otras dos del ensimismamiento en que estaban.

-¡Anya no me dijo que vendrías!- dijo Raven luciendo un poco alucinada con la aparición.

-Por qué no lo sabe, es una sorpresa- dijo la castaña mientras seguía sosteniendo el celular en el aire para que Clarke lo tomase.

La rubia miró el aparato que la castaña le tendía tardando unos segundos en procesar lo que estaba pasando, sentía que se me habían apunado los sentidos o algo asi.

-Gracias- dijo finalmente tomando el celular y con una voz más estable de la que ella misma esperaba agregó- aunque debo admitir que es decepcionante que no estés en bragas.

O y Raven se dieron vuelta a mirarla con cara de "¿Qué rayos dices?" por el comentario pero la carcajada que soltó Lexa las relajo casi de inmediato al entender que posiblemente se trataba de algún chiste entre ellas y no de que su amiga estaba tirándose de bruces a los brazos de su ex antes de decirle siquiera un "Hola".

Bueno, al menos eso querían creer.

-No me las des, creo que acabo de hacerlo añicos- dijo la castaña y su semblante perdió un poco de gracia.

Clarke hubiera deseado hacer un control de daños del aparato pero las manos le temblaban y para no ponerse en evidencia prefirió guardarlo en el bolsillo de sus jeans mientras evitaba la mirada de la castaña. El corazón le latía en los oídos y podía sentir el calor en sus mejillas anunciando que debía estarse sonrojando como una cría.

-Te pagaré el arreglo- dijo Lexa como no, no permitiéndole hacer caso omiso de ella.

-No es necesario- dijo Clarke haciendo un movimiento de la mano quitándole importancia al asunto.

Lexa por su parte había temido un poco cruzarse a Clarke de nuevo, si bien estaba segura de haber superado hacía mucho tiempo su relación con ella la posibilidad de que el verla despertara más cosas de las que esperaba siempre estaba y Lexa no era tan ingenua como para ignorarla. Por suerte, o desgracia, sólo podía sentir que era en verdad extraño verla, un poco surrealista incluso, no sabía muy bien qué sentir o hacer al respecto. 

-No follen en mi boda- dijo de repente Raven haciendo sobresaltar al resto.

-¡Rav!- dijo Clarke avergonzada mientras Lexa abría los ojos como platos, al parecer Raven no había cambiado mucho con el tiempo.

-No, lo digo en serio, ya tengo demasiado estrés organizando todo esto, no se si podría lidiar con ustedes dos liándose de nuevo- dijo la latina sin filtro como era tan propio de ella.

-No lo sé Raven, siendote sincera acabas de instalar esa idea en mi cabeza y el que lo prohibas la ha puesto diez veces más tentadora- dijo Lexa con una seriedad que descolocó a Clarke y a Octavia hasta que entendieron que la castaña estaba bromeando y rompieran a reír las cuatro.

Raven fue la primera en adelantarse un par de pasos y descolocar un poco a Lexa al abrazarla pero la castaña respondió al abrazo de vuelta dándose cuenta que muy pronto esa chica sería su familia. 

Los caprichos del destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora