Los caprichos del destino

Capítulo 41: "A las redes las teje el diablo"

Clarke se mordió la uña del dedo meñique y volvió a chequear instagram, su solicitud aún no había sido aceptada. Suspiró, rodó en la cama para aplastar la cabeza contra la almohada y gimió frustrada.

-Borra eso antes de que quedes expuesta- se dijo a sí misma con tono urgente, arrepentida de su impulsividad.

Rodó sobre sí misma en la cama y volvió a tomar su celular, estaba a punto de cancelar cuando vio como la notificación de que Lexa la había aceptado su solicitud llegaba. Se sentó en la cama de manera inmediata, mirando la notificación incrédula mientras se preguntaba qué demonios debía hacer a partir de ahí.

Había estado dando vueltas en instagram, mirando el perfil privado de Lexa una y otra vez, preguntándose si seguiría a la tal Lena, que por suerte lo tenia en público, de la que había revisado hasta la última fotografía buscando alguna señal de la castaña y su supuesta "No relación".

No había encontrado absolutamente nada.

Le había llamado la atención sin embargo, ver fotos de la mujer con una muchacha rubia de anteojos y sonrisa amable, por un momento al ver la cantidad de fotos e interacciones había pensado que se trataba de una pareja pero al parecer eran solo amigas muy cercanas.

Clarke volvió su atención al tema que la apremiaba, Lexa había aceptado su solicitud, y como si eso no fuera suficiente para sacarla de eje, la castaña le envió una de regreso.

La rubia chequeo rápidamente su feed, tenía algunas fotos con sus ex's que no había querido borrar en el momento de las rupturas por qué había considerado que eran parte de su historia, incluso si eran historias que habían acabado.

Oculto todas en un parpadeó.

Que demonios, incluso oculto en las que estaba etiquetada por algunos ignorando de lleno el pinchazo de culpa. No se paró ni un segundo para cuestionarse por qué hacía eso y cuando sintió que su instagram estaba "en condiciones" aceptó la solicitud de la castaña.

Pasaron unos cuantos minutos antes de que le llegara un chat de instagram y lo abrió de inmediato pensando que podía ser Lexa pero se trataba de Raven.

"Lexa y tú se están siguiendo" decía el primer mensaje de Raven.

"Casualmente tus exs ya no existen en tu feed" agregó la latina y acto seguido le envío un gif de la escena de Drake y Josh en la que Megan, con una lata de refresco en mano miraba la computadora y decía "Interesting".

Clarke se encogió avergonzada odiando lo terriblemente metiche que podía ser Raven y lo absurdamente obvia que podía ser ella misma cuando se trataba de algo relacionado con Lexa. La latina tenía como un maldito don para notar lo que los demás (sobre todo la misma Clarke) no querían que nadie notase.

"Raven metete en tus asuntos, tienes una boda que organizar" le respondió la rubia sintiéndose expuesta,vanos que era una mujer adulta, no necesitaba darle explicaciones a su mejor amiga de lo que estaba haciendo.

Entró una notificación de un me gusta y antes de que Clarke pudiera ver de quien era Raven se lo estaba informando por chat.

"Lexa acaba de darle mg a tu última foto con Abby ¿Es acaso la danza del apareamiento virtual lo que estoy viendo aquí?" decía el mensaje de la latina sin ninguna clase de escrúpulo.

Clarke sintió como le ardía la cara y antes de que pudiera responder algo o preguntar cómo demonios Raven había notado eso tan rápido, un segundo mg de Lexa llegó, era a un dibujo suyo de los muelles del pueblo. La rubia olvidó su charla con Raven y fue directo al feed de la castaña a curiosear lo que había en él.

La última foto publicada era una de los cuatro Woods más jóvenes, sacada en el ensayo del ensayo de bodas. Anya estaba sentada en una silla cruzada de piernas con expresión seria y la pose regia de una reina mientras Aden, Lexa y Lincoln la rodeaban de pie, luciendo como guardianes con la misma seriedad. Clarke pasó a la siguiente foto y soltó una carcajada cuando vio a los cuatro Woods en la misma posición pero poniendo los ojos bizcos a la vez. En la siguiente foto estaban riendo totalmente descontracturados. Clarke le dio un mg sin necesidad de meditarlo.