La estación Grand Central en Nueva York era un océano de gente que iba y venía en direcciones distintas demasiado agitada para notar algo más allá de su propio camino, Clarke había tenido que esquivar a varias personas y Lexa había optado por tomar su maleta para que la rubia pudiese caminar más atenta y no ser atropellada por alguien, detrás de ellas Abby iba a un paso más tranquilo pero mirando todo con desconfianza a su alrededor.
-El auto nos está esperando afuera, Alfred me dijo que ya está ahí- dijo Lexa mientras acomodaba mejor la correa de su bolso.
-Rica, sabes de defensa personal, conduces como una maniática, tienes un mayordomo llamado Alfred ¡¡Oh por dios!! ¡¡Estoy follandome a batman!!- dijo Clarke en broma y se ganó un golpe en la nuca de su madre.
-¡¡No hagas esos comentarios enfrente mio!! sigues siendo mi bebé- dijo Abby un poco enferma.
-Lo siento mamá, era solo una broma-dijo Clarke de inmediato avergonzandose.
-Esperen, hay algo que quiero mostrarles- dijo Lexa deteniéndose y apuntando hacia el techo.
Clarke y Abby frenaron el paso también y levantaron la vista para ver a qué se refería Lexa pero solo vieron el techo de la gran estación, un muy bonito y lujoso techo pero nada más.
-¿Qué quieres que veamos Lexa?- pregunto Clarke perdida.
-Miren bien, hay un pequeño cuadrado oscuro en el techo- dijo la muchacha.
Ambas achicaron los ojos y lo vieron entonces, era más bien un rectángulo oscuro que parecía desencajar con todo el techo de la estación.
-¿Qué es eso?- preguntó Abby extrañada.
-Es la única porción del techo sin limpiar, así estaba todo el edificio gracias a la suciedad y el humo de los cigarrillos antes de que Jackie Kennedy Onassis liderará la lucha por restaurar esta terminal, se dejó esa pequeña parte sin limpiar para que no se olvidará el estado en que había llegado a estar y que casi la habían demolido, eso está ahí para que Nueva York no olvide que debe valorar su pasado- explicó la muchacha sonriendo.
-Eres tan nerd cariño, te quiero- dijo Clarke acercándose a Lexa para darle un beso en la mejilla.
Abby sacó una foto del techo haciendo sobresaltar a las chicas y un par de transanautas con el flash y Lexa se separó de Clarke dedicandole una mala mirada, de broma por supuesto, por tratarle de nerd, a ella le gustaba estar bien informada pero no era una nerd... bueno, al menos eso se decía a sí misma.
-Me encanta esta chica, es como tener una guia de turistas interactiva- dijo la mujer con tono alegre.
-Sigamos, Alfred me debe estar maldiciendo a mi y a toda mi prole por tardar tanto- dijo la muchacha y retomaron la marcha.
-Suena el "nananana" de batman en mi cabeza cada vez que dices ese nombre- dijo Clarke divertida y se ganó un rápido pellizco en el trasero que la hizo sobresaltar.
-Tenías una pelusa- dijo la castaña con expresión inocente cuando Clarke y Abby le dedicaron una mirada de reproche por el movimiento.
La respuesta de Clarke cuando Lexa le preguntó si quería ir con ella a Nueva York había sido que si de inmediato pero claro cuando fueron a avisarle a Abby la mujer se había negado en rotundo a dejar ir a su hija, una menor de edad que rara vez había salido de su pequeño pueblo y con tendencia a tener accidentes, a esa enorme ciudad sola.
Clarke y su madre habían discutido frente a Lexa que miraba el intercambio en silencio, donde Abby se negaba a dejarle ir y Clarke argumentaba que estaba lo suficientemente mayorcita para poder ir. Antes de que el asunto pasara a mayores y por qué Lexa se veía venir algún comentario de lo "mayorcita" que estaba Clarke de Abby que las dejaría en una situación embarazosa a ambas, había interrumpido la pelea diciendo que al ser la primera vez que Clarke iba a visitar la gran manzana en realidad había planeado invitarlas a ambas.
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Los caprichos del destino
Random¿Cuánto tiempo necesitas para enamorarte?, ¿Un año, un mes, un dia o un segundo?, Clarke y Lexa no saben muy bien la respuesta a eso pero el destino se ocupara de juntarlas y responderles...