-¡¡CLARKE FRENA!!, ¡¡FRENA!!- gritó Lexa de forma despavorida.Clarke clavó el pie sobre el freno y al segundo siguiente Lexa saco el cambio y giro las llaves apagando el motor. Ambas se quedaron inmoviles en los asientos mirando al frente, Lexa que estaba en el lugar del acompañante respiraba a tirones del susto.
-¿Y que tal est...- trato de preguntar la rubia pero Lexa solo levanto una mano pidiendo silencio.
Clarke se sonrojo un poco y miro el arbol enfrente al auto, estaba a medio metro del auto, tampoco era algo tan grave. Entonces escucho la puerta del auto abrirse y a Lexa salir para empezar a caminar en una linea recta de iba y vuelta, cómo si quisiera marcar una sanja mientras hablaba sola. Clarke se bajo del auto para seguirla y tranquilizarla, Abby habia vivido la misma crisis cuando le había intentado enseñar a conducir.
-¡Eres un peligro para la humanida!, ¡ahora entiendo porque Abby se ponía de los nervios!- dijo la muchacha un poco histérica.
-¿Ya se te quito la idea de regalar un coche nuevo qué levante mucha velocidad?- preguntó la rubia en un intento de broma.
-¡¡Tengo que regalarte un tanque de guerra!!, ¡¡es lo unico lo suficiente resistente para protejerte!!- exclamó Lexa con gravedad.
-Tampoco fue tan malo- resoplo Clarke un poco avergonzada.
-Podria contratarte un chofer- considero Lexa frotandose la barbilla.
-Lexa ya dejalo, no estoy hecha para un auto o conducir y deja de pensar en gastar dinero- dijo Clarke suspirando derrotada.
Lexa se acerco a ella de inmediato y le tomo el rostro con las manos mirandola tercamente, era de esas personas que no se rendia.
-Clarke voy a lograr que conduzcas decentemente asi sea lo último que haga- dijo Lexa con solemnidad.
-Gracias- dijo la rubia un poco apenada.
-No me las des aún, tenemos un largo caminó por delante- respondió Lexa.
Clarke iba a responderle cuando la castaña la beso de forma ansiosa acorralandola contra el coche.
-¿Por qué el ataque?, no es que me queje- pregunto la rubia separandose del beso.
-No sé, creo que la experiencia cercana a la muerte que acabamos de vivir hace que nesecite sentirme viva- dijo Lexa encogiendose de hombros.
-¡No conduzco tan mal!- se quejó Clarke dandole un pequeño golpe en el hombro.
-Define "mal"- pidió Lexa con cautela.
-¡Ya cállate!- dijo Clarke tomandola de la nuca para besarla nuevamente.
Lexa la beso entusiasta pero se separo de ella un poco después dejando un último beso en la punta de la nariz.
-Vamos, tienes que seguir practicando- dijo la castaña señalando el auto.
-No gracias, prefiero esto- dijo Clarke atrayendola a ella para besarla pero Lexa le hizo la cobra y se aparto.
-No, se restringen los besos hasta que logres cambiar las marchas sin que el auto de tirones o se detenga- dijo Lexa mientras entraba al carro.
-Eso puede llevar días- se quejó Clarke.
-Pues empeñate en aprender entonces- dijo Lexa cerrando la puerta.
Clarke resoplo y rodeo el auto, después de sentarse cerro la puerta y llevo la mano a la llave pero el sonido de Lexa carraspeandola mientras la miraba con gesto mortalmente serio la detuvo. Miro a la castaña de forma interrogante y esta fruncio aún más el ceño mientras se tocaba el cinturon de seguridad.
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Los caprichos del destino
Random¿Cuánto tiempo necesitas para enamorarte?, ¿Un año, un mes, un dia o un segundo?, Clarke y Lexa no saben muy bien la respuesta a eso pero el destino se ocupara de juntarlas y responderles...