Una semana entera tardó Lexa en volver a ponerse en contacto con ella.
Clarke había pasado ya por todas las etapas del duelo dos veces y reiniciando con la negación para un tercer duelo cuando la desgraciada se dignó a enviarle un mensaje.
Había llevado a sus alumnos a pintar a la playa, ya que creía que la experiencia de salir del taller para pintar podía ser enriquecedora, y al subir una historia de ellos pintando la castaña le había enviado un mensaje como si nada.
"Se ve igual a como la recuerdo" decía el mensaje.
Clarke lo había leído a través de la notificación y decidido no responder de inmediato en venganza por esa semana de desconexión. Había soportado la muy digna extensión de tiempo de una hora y veinte minutos antes de rendirse y contestar. Si era justa, ella tampoco le había escrito a Lexa por una semana y esperar que la otra iniciará el contacto era un poco infantil de su parte.
"Está igual, salvo por el boulevard, ese tiene un Starbucks ahora" le respondió en el descanso mientras almorzaba.
“¿Hay un Starbucks en el pueblo? ¿Cuándo pasó eso?" Respondió Lexa de inmediato, no habían pasado cinco minutos siquiera.
"Hace dos años, se llena de turistas en la temporada" contó Clarke cuando abrió el mensaje veinte minutos más tarde, se negaba a ponérsela muy fácil a la castaña.
"¿Has ido a tomar un café ya?" Le preguntó Lexa también de inmediato, no dando tiempo a salir del chat y evitar el visto antes de que llegara el mensaje.
"Por supuesto, era una novedad jajajjaaja" respondió la rubia olvidando de momento lo de controlar el tiempo.
"¿Qué tal la vuelta a la normalidad? ¿Mucho trabajo atrasado?"
"No tanto, las reemplazantes lo hicieron bien" concedió la rubia y vio como sus compañeras de trabajo la estaban mirando atentas.
–¿Con quién te escribes qué sonríes de esa forma? –preguntó Jane mirándola burlona.
Clarke sintió como le subían los colores, su antigua profesora de educación física, ahora compañera de trabajo, parecía divertida con la situación. La directora Isles la miraba más seria pero no menos interesada al lado de ella.
–Es una amiga, no es lo que creen –dijo la rubia tratando de librarse de la situación.
Por más que fueran sus compañeras de trabajo, y que ella misma fuera una adulta, le costaba dejar de verlas como "sus profesoras" de la juventud.
Jane se llevó la bombilla del refresco a la boca y sorbió ruidosa mirándola de forma sospechosa.
–No le creo nada ¿Tú le crees Maura?- preguntó la morena a la directora.
–En absoluto, su lenguaje corporal la delataba antes y la delata ahora, definitivamente no habla con solo una amiga –dijo la directora a quemarropa mirándola acusadora.
Un nuevo mensaje sonó y Clarke no pudo evitar bajar la mirada de inmediato haciendo un trabajo miserable de no delatarse.
"Me hubiera gustado tenerte de profesora, hubiera tenido un crush contigo seguro" escribió Lexa.
Clarke releyó el mensaje sintiendo cómo le ardía el rostro y la risa de Jane le llegó confirmando que acababa de quedar en evidencia.
–Griffyn, no puedes sextear en el trabajo –dijo entonces la voz de Maura sonando divertida.
–¿No podemos? –le preguntó Jane entonces con tono burlón ganándose una mirada de advertencia de la mujer
Clarke decidió ignorarlas y responder a Lexa, por que no iba a perder la oportunidad de coquetear, no quiso pensar en lo rápido que estaba cayendo.
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Los caprichos del destino
Random¿Cuánto tiempo necesitas para enamorarte?, ¿Un año, un mes, un dia o un segundo?, Clarke y Lexa no saben muy bien la respuesta a eso pero el destino se ocupara de juntarlas y responderles...