Los caprichos del destino

Capítulo 6: "Boo y Leashy-loo"

El movimiento de la rueda de la fortuna trajo a ambas chicas a la realidad haciendolas separarse del beso con la respiración agitada, aunque sus frentes permanecian juntas.

-Creo que deberiamos sentarnos- dijo Lexa con un poco de dificultad.

Clarke asintio sin separarse mientras sus narices se rozaban de forma linda y la castaña robo un par de pequeños besos que hicieron saltar el corazón de la rubia antes de separarse lentamente de ella, como si le costara de una forma sobrehumana hacerlo y ambas se sentaron mientras la rueda de la fortuna empezaba a moverse.
Clarke se sintió estupida de repente mientras se reprochaba haber besado de esa manera a Lexa, no es que se arrepintiera, pero tal vez no deberia haberse dejado llevar.
No sabia muy bien que la habia poseído en ese momento, pero por alguna loca razón ver la aptitud de Lexa al deshacerse del molesto adolescente con esa determinación y usando ese tono de voz que no habia dado lugar a ninguna replica para después cerrar la puerta del cubículo con una autoridad que dejo en ascuas al mismo encargado de la noria la habia encendido terriblemente. Si, porque eso era lo que habia pasado por mucho que la apenara reconocerlo. Al parecer sus hormonas se descontrolaban cuando Lexa tomaba el control.
Y después estaba el beso.
Clarke podia sentir el zumbido que las estelas de ese beso habia dejado en su cuerpo, no recordaba haberse excitado tanto con uno antes y habia tenido largas seciones de besos con Finn para comparar, pero ninguna había hecho tantos estragos en su cuerpo en tan poco tiempo.
Se revolvio inquieta en el asiento y cruzo las piernas, tratando de aliviar la presión.
"Joder con las putas hormonas" pensó Clarke al darse cuenta del estado en que se encontraba, que solo empeoraba al recordar el beso y cómo la lengua de Lexa se había enredado con la suya, de forma lenta y profunda. No se había sentido para nada como un primer beso, Clarke podría jurar que se había sentido como un beso de reencuentro por muy disparatado que eso sonara.
Estaba inmersa en sus pensamientos cuando sintió los dedos de Lexa debajo de su barbilla levantando su rostro con suavidad en un intento de llamar su atención.

-¿Sigues aquí?- preguntó la castaña suavemente mientras una de las comisuras de su boca se levantada en una sonrisa suave.

"Oh dios mío, estoy perdida" pensó Clarke al ver esa sonrisa y cayó en cuenta de que seguro habia estado perdida más tiempo del necesario en sus propios pensamientos y Lexa había tenido que llamar su atención.

- Si, estaba pensando que lamento haberte besado asi, no me arrepiento de besarte porque me encanto el beso, pero seguro me precipite y dios estoy hablando demasiado y arruinando todo- dijo Clarke dandose una palmada en la frente.

-Si mal no recuerdo yo respondí al beso con demasiado entusiasmo- contesto Lexa.

Clarke levanto la mirada sintiendo que las mejillas le ardian, estar con Lexa era como subirse a una montaña rusa de emociones: pasaba de la incomodidad al conford, de la risa a la tristeza, del pudor a la excitación, era un jodido lío de emociones que la volvia loca y le encantaba al mismo tiempo. Se preguntó que tan rapido se podia caer por una persona a la que no conocias realmente porque estaba segura de que romperia el recod.

-No suelo besar a alguien así en una primera cita- quiso dejar en claro la rubia.

-¿Entonces eso me hace especial?- preguntó Lexa sonriendo.

Clarke puso los ojos en blanco, la castaña tenia la desfachatez de preguntarlo para colmo. Claro que era especial, toda la maldita situación lo era y Clarke no sabia muy bien como manejarla.

-No, no lo eres, para nada- dijo Clarke para picarla y para no salir con una cursilería.

Lexa volvio a hacer un mohín y Clarke quiso morder el labio inferior de la chica. Putas hormonas.